¿2025 el año más oscuro de Ford? Sin el Focus (salvo milagro) y con eléctricos que convencen a muy pocos
2025 es el año más importante para la gran mayoría de los fabricantes europeos, pero uno de los peores para una marca en concreto. La del óvalo azul se enfrenta a unos años muy complicados, con una gama más enfocada en los coches eléctricos y por la desaparición de una insignia como el Ford Focus.
Qué va a ser de Ford en los próximos años es un verdadero misterio, porque en los últimos se han dedicado a confeccionar una gama para la división europea enfocada principalmente en los coches eléctricos, y estos hoy no son los preferidos de los clientes. El desmantelamiento de Ford Europa comenzó hace tres años cuando se empezaba a mascar la tragedia de la desaparición del Fiesta
Una decisión se acabó por consumarse en el verano de 2023, y no fue hasta principios del año pasado cuando se supo la verdadera razón de la desaparición del Fiesta. Unas declaraciones que no sólo no consolaron aquellas declaraciones, sino que demostraron una absoluta falta de control en la marca; incluso, en una Dearborn que tomó el mando el pasado verano y de la que se esperaba una reacción.
Salvo un milagro, y es difícil, el Focus desaparecerá este año
Un error de estrategia puro y duro, del que otras marcas han sabido reponerse pero Ford no, y tampoco ha querido. Porque, si bien acabamos de empezar el año 2025, a día de hoy el Focus desaparecerá del panorama en noviembre. Ya lo avisaron, «nuestros planes son los que son», pero el dejar el volumen en los Puma, Tourneo y Kuga es un problema a medias tirando a malo, y peor si se suman los Explorer y Capri.
Ninguno de estos dos SUV eléctricos ha demostrado hasta ahora ser una alternativa al Focus, y no porque ambos han llegado tarde, sino porque no son el tipo de coche que los clientes buscan. La ausencia del Focus dejará a la marca en Europa al borde del abismo, sus directivos confían en que la llegada del nuevo EcoSport pueda amortiguar las ventas del desaparecido compacto pero eso es solo un palo de humo.
La fábrica de Saarlouis donde se produce el Focus está sentenciada y al borde del cierre, nunca quisieron venderla pero puede que ya no quede más remedio. Una situación que no es más boyante en la otra alemana de Colonia.
El fracaso eléctrico de Ford es evidente y sigue los pasos de VW
Esta sede funciona a menos de medio gas desde el pasado mes de noviembre, donde se producen menos de 500 coches al día y para que la fábrica sea rentable se deberían de fabricar 80.000 coches anuales. Muchos menos de los 250.000 que pueden salir de sus líneas de producción al año.
A este ritmo de 480 coches, los costes se disparan tanto que aconsejan cerrar antes que mantener la instalación abierta. Lo mismo que le ha ocurrido a Audi con la fábrica de Bruselas. Los recortes en Colonia ya se cobraron casi 3.000 empleos el mes antes de terminar 2024, sigue habiendo una plantilla con 4.000 trabajadores y, los mandos en Estados Unidos quieren que sólo queden 1.700 para fabricar coches nuevos en 2026.
Esta carga laboral es suficiente para producir ediciones especiales o one-off como en Rolls-Royce, no para una marca de volumen que aspira a inundar el mercado con 200.000 coches anuales. Los dirigentes de Ford han perdido el norte de verdad, los Mustang, Bronco y Ranger no sostienen a una marca como la del óvalo azul en el continente europeo.