Ford Europa renueva su cúpula directiva, que trae recortes de empleo en Alemania
Malos tiempos corren en Ford. La marca americana ha decidido renovar la cúpula de la división europea después de los malos resultados obtenidos en la primera mitad del año, que deben de poner otra vez a la marca en el camino de la prosperidad. Cuando todavía no han asumido sus cargos oficialmente, saltan las primeras alarmas: recortes de empleo en la planta de Saarlouis, Alemania.
3 min. lectura
Publicado: 11/12/2018 11:00
Malos tiempos corren en Ford Europa. La mala situación económica en que la marca incurrió en los primeros seis meses del año, ha obligado a renovar una gran parte de la cabeza directiva que ya no disponían del crédito necesario como para sacar la marca adelante y volver a la senda de los beneficios.
Aunque algunos analistas responsabilizan de tal situación a James Hackett, CEO de Ford desde hace un año y sobre el que planea casi toda la responsabilidad de la situación financiera en Europa y América del Sur, un golpe de timón ha decidido dar un rumbo nuevo a la marca con el nombramiento de un nuevo equipo directo en Europa, que se hará oficial a partir del próximo 1 de enero de 2019.
La misión no es fácil para Steven Armstrong, nuevo Presidente de Ford Europa que, a su vez, ha dejado la nueva estrategia de transformación del negocio al mando de Gunnar Herrmann, también al cargo de Ford-Werke GmbH, y de Steve Hood, nuevo Director de Vehículos Eléctricos de la marca en el Viejo Continente.
El objetivo principal es que la marca del óvalo vuelva a generar beneficios en 2019, tratando de lograr un margen del beneficio antes de impuestos e intereses (EBIT) del seis por ciento en Europa, en base a una "reorientación del negocio". Más claro, invertir solo en modelos, servicios y segmentos que prometen un beneficio estable a largo plazo, y especialmente en Alemania y el Reino Unido, los mercados más importantes de Ford en Europa.
Pero aunque parece una medida más acertada, la nueva estrategia también contempla una parte negativa con duras medidas, y es que los máximos responsables apuntan a un importante recorte de empleos en la planta alemana de Saarlouis para recuperar la rentabilidad en Europa. Las negociaciones aún están en curso con el comité de empresa, explicando los portavoces la intención de encontrar soluciones "socialmente" aceptables.
Fuentes de la marca apuntan que los 6.300 trabajadores ya conocen las intenciones de los nuevos responsables, que pasa por no renovar los 500 trabajadores temporales, no cubrir las 400 jubilaciones que se producirán a finales de año y eliminar un turno de producción de unos 1.600 empleados limitando solo a dos, teniendo en cuenta que la factoría quedará solo con la producción del Focus, dado que la del C-MAX terminará en 2019.