El as que Ford guarda en su manga con el nuevo Explorer Electric, la versión más barata llegará a finales de año

La marca del óvalo azul está a punto de comenzar una nueva era con el pistoletazo de salida del nuevo Ford Explorer Electric. El modelo que, por ahora, se convierte en el hermano menor del Mustang Mach-E, ya está siendo producido y algunos del norte del continente están recibiendo los primeros ejemplares de un modelo considerado clave para el porvenir del fabricante en el continente.

Considerado un sustituto del Focus, este SUV con el que Ford entra en el terreno de los coches eléctricos de masas tiene suficientes ingredientes para conquistar al gran público, y hacer un importante daño al que es es su rival más directo, el Volkswagen ID.4 con el que comparte gran parte de su genética pero no toda. Ford ha logrado que la base del equivalente alemán no se haga notar tanto en su diseño exterior, algo que suele ser normal cuando se trata de modelos que comparten plataformas.

Los tres grandes puntos a favor del nuevo Ford Explorer Electric

Uno de los grandes puntos a favor como también lo es su interior, radicalmente diferente y que cualquiera diría que la base del alemán se halla debajo de la carrocería. Pero, si bien la batería y los motores sí son los mismos, el tercer punto a favor del Explorer Electric es su capacidad de carga, más potente y capaz de recargar el acumulador de energía en 26 minutos del diez al 80 por ciento.

Sin embargo, donde ya no destaca tanto, a favor de los clientes en en sus precios. La versión más barata arrancará desde poco más de 52.000 euros, sin descuentos ni ayudas a la compra. Pero Ford tiene un as en la manga, y es que, según un informe, la marca ofrecerá una una versión más barata y, por tanto, con menos autonomía de los 600 kilómetros declarados en el Explorer Electric hoy a la venta.

Una nueva batería hará más accesible al Ford Explorer Electric

En Alemania, ésta costará alrededor de unos 42.500 euros y se podrá comprar antes de finales de año. Por ahora, ninguna de las divisiones europeas ha confirmado este extremo pero, sin duda, se trataría de una maniobra muy interesante al estilo Premium: primero vender las versiones más potentes, en rendimiento y prestaciones, y después las más baratas gracias a una batería de fosfato de hierro y litio. Una química más duradera, que permite un mayor número de ciclos de carga que la química de níquel, manganeso y cobalto.