Ford Focus Active 2018: la nueva generación del compacto se ‘crossoveriza’
Una de las grandes novedades que estrena la cuarta generación del Ford Focus es la versión Active. El icónico compacto de Ford incorpora su extensa gama esta versión con la que «crooverizarse». El Focus se convierte así en un vehículo a medio camino entre un compacto convencional y un crossover.
La cuarta generación del Ford Focus ya es una realidad. El icónico compacto estadounidense se renueva por completo y además de estrenar una nueva imagen, mejora notablemente en el apartado tecnológico y mecánico. Son muchas las novedades del nuevo Focus, y una de ellas afecta directamente a la gama y, más concretamente, a las distintas versiones que podrán ser configuradas. Con la nueva generación del Ford Focus aparece la versión Active.
Realmente no es una sorpresa ya que hace unos meses en Motor.es anticipamos que el nuevo Focus contaría con esta versión de carácter campero. Pues bien ya es una realidad, el nuevo Ford Focus Active se posicionará en la gama del compacto del óvalo azul como la alternativa que cautivará al público que busca un compacto tradicional con una imagen ruda y listo para aventurarse por caminos de tierra. Ahora bien, todo ello teniendo en cuenta que no habrá unas verdaderas prestaciones off-road.
El nuevo Ford Focus Active se diferencia rápidamente del resto de terminaciones que habrá disponibles en el configurador de la nueva generación del Focus. Cabe señalar que también se estrena la terminación Vignale que pondrá la nota lujosa y estilizada al compacto norteamericano. Basta con echar un vistazo a las imágenes que acompañan este artículo para reconocer los rasgos propios de la versión Active.
En primer lugar debemos hacer mención a la elevada altura libre sobre el suelo y sus revestimientos protectores negros que recorren toda la parte inferior de la carrocería. Pasos de rueda, faldones laterales, frontal y zaga, todos ellos han sido modificados para ofrecer una mayor resistencia frente a posibles arañazos o roces con piedras repartidas por el camino. Las placas de deslizamiento delanteras y traseras lucen un acabado plateado en símil de aluminio.
Con respecto a las versiones convencionales, el Ford Focus Active aumenta su altura con respecto al suelo en 30 milímetros adicionales y equipa unas rótulas delanteras y traseras únicas. Ford realiza una puesta a punto específica para el chasis con el objetivo de ofrecer el carácter Focus independientemente de si estamos conduciendo la versión Active o, por ejemplo, la ST-Line.
¿Y qué hay del interior? Si nos adentramos en el habitáculo del Focus Active nos encontraremos con elementos de diseño y materiales exclusivos que aportan un carácter distintivo y diferenciado. En este caso, los asientos lucen la letra «A» en los respaldos y se han instalado unas placas específicas en los umbrales de las puertas en la que se puede leer el nombre de la versión. El patrón de los tapizados también es exclusivo y cuenta con unas superficies más resistentes y texturizadas.
En la oferta mecánica no habrá diferencias con respecto al Ford Focus convencional. Podrá ser configurado tanto con motores gasolina como diésel. En el primero de los casos se encuentra un motor de 1.0 litros EcoBoost de tres cilindros y en distintos niveles de potencia (85, 100 y 125 CV) así como un nuevo motor 1.5 litros EcoBoost de cuatro cilindros en 150 y 182 CV respectivamente. También habrá dos motores diésel, un 1.5 litros EcoBlue de 95 y 120 CV junto a un 2.0 litros EcoBlue de 150 CV respectivamente. Todos vendrán de serie acompañados de una caja de cambios manual de seis velocidades, pero también habrá como opción una transmisión automática de ocho relaciones.
Fuente: Ford