El cese de producción del Ford Focus en 2025 está saliendo caro a la marca, los proveedores se ponen en huelga, según un informe, y va para largo

La división europea de la marca del óvalo azul no para de sufrir problemas. Cuando creía que lo mejor era dar a conocer la fecha del adiós definitivo al Focus, y así la plantilla de la fábrica alemana de Saarlouis saliese del desconocimiento y de la inquietud de no saber cuál sería su futuro, y tras llegar a un acuerdo con los empleados al no lograr vender las instalaciones y que el comprador asumiera la carga laboral, ahora la marca se enfrenta a un problema que ya está teniendo unas consecuencias financieras de inmensa magnitud.

Los proveedores cercanos a la factoría alemana se han puesto en huelga tras la dimisión de 500 miembros del sindicato IG Metall, lo que está causando que Ford no disponga de componentes esenciales para los motores, transmisiones, escape, red eléctrica e, incluso, paneles de chapa de la carrocería. En definitiva, la marca no puede construir unidades del Focus porque no tienen de nada en sus almacenes.

Los proveedores del Ford Focus se ponen en huelga, «sine die»

Las cadenas de montaje están paradas y no se antoja una resolución del conflicto de forma inmediata, a pesar de que directivos de Ford apuntan que volver a la producción puede ser muy rápida. La agencia de noticias que se ha hecho eco de la noticia de la huelga apunta que la pelota está en el tejado de la marca, y es ésta la que debe responder a los proveedores instalados en la zona, los de Magna Stanztechnik, Benteler, Tenneco, Rhenus LMS y Lear. Los cinco nutren de piezas y componentes al Ford Focus, y sin ellos seguirán sin salir unidades de Saarlouis, que está ocasionando unas pérdidas multimillonarias a razón de un millón de euros al día.

El cierre de la planta de Saarlouis está programado para otoño de 2025, y los proveedores saben que perderán una ingente cantidad de dinero, por lo que reclaman a la marca una indemnización en concepto de daños y perjuicios para sus empleados, el daño colateral del cierre de la factoría, que también se verán obligados a abandonar sus puestos. Las empresas demandan a Ford un trato equivalente como el logrado con sus empleados, las mencionadas indemnizaciones por despido y bonificaciones, formación y programas de calificación para unos empleados con una media de edad de 50 años, que consideran muy difícil encontrar un nuevo trabajo.

Ford necesita bajar los humos y encontrar comprador para Saarlouis

La resolución del conflicto está muy lejos de resolverse rápidamente, pues los proveedores han puesto sus cartas encima de la mesa, pero ni el sindicato ni el fabricante han movido ficha y han ofrecido unas condiciones mejoradas para cubrir los eventuales despidos que habrá. Y mientras ello no se solucione el Focus no se fabricará. Los clientes son los grandes perjudicados, que no recibirán sus unidades pedidas y, lo peor, sin una fecha en el horizonte. Estaba claro que el adiós del Focus no iba a ser un camino de rosas, más le vale a Ford encontrar un comprador para Saarlouis lo antes posible.