El nuevo Ford Focus marca el camino hacia una nueva arquitectura modular y flexible
Cuarta generación y parece un modelo completamente nuevo y en gran medida lo es. Ford ha conseguido, sobre una plataforma ya más que amortizada y vieja, desarrollar un producto tan competitivo cargado de tecnología como el nuevo Focus, modelo que también servirá como punta de lanza para el desarrollo de los futuros modelos de la marca.
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Publicado: 11/04/2018 16:00
En diferentes ocasiones hemos venido diciendo que la plataforma C2 del Ford Focus ya no puede albergar más mejoras, y que esta generación sería la última vez que se utilizaría para la nueva generación del Focus que fue presentada ayer, tanto en variante de carrocería de cinco puertas como el familiar SportBreak.
La razón principal es que cuando una base mecánica es ya muy "madura" no muchas revisiones admite para dotarla de la tecnología más avanzada, suponiendo un punto en contra frente a los rivales que utilizan arquitecturas modulares para reducir los costes, y es un error pensar que invertir continuamente sobre algo que ya no está a la altura siempre será menor que un desarrollo completamente nuevo que necesita más dinero, lo cual a largo plazo es un gasto muy importante.
Así, con esta nueva generación del Focus -y la del nuevo Kuga que también ha empezados sus pruebas- diremos adiós definitivamente a una arquitectura que data desde 2003 y que, a su vez, era una modificación profunda de la C1 estrenada con la primera generación del C-MAX y sobre la que también se han desarrollado modelos de Mazda y de Volvo, y apesar que Ford dice que la plataforma es totalmente nueva debido a los grandes cambios que ha realizado.
Ford se ha dado cuenta de que las arquitecturas modulares permiten ofrecer multitud de modelos en diferentes combinaciones dependiendo del mercado donde se vaya a vender el modelo, una forma más conveniente expresar la globalidad de la que hace gala la marca del óvalo con su estrategia "One Ford", al mismo tiempo que soluciona los problemas de complejidades que se pueden dar en ciertos modelos, reduciendo estas y mejorando la calidad.
De hecho, el fabricante dice que con el nuevo Focus ha conseguido reducir las configuraciones en un 92 por ciento, lo que significa que de las 360 con las que contaba el modelo todavía actual, el nuevo no llega ni al medio centenar quedando en sólo 26, un número muy importante teniendo en cuenta que sólo hablando de costes ha permitido reducirlos enormemente, además de que para los clientes también supone una importante ventaja y es que será más fácil encontrar el modelo deseado y adaptado a cada necesidad de compra.
De esta forma, el nuevo compacto pone la primera piedra para que la marca americana comience un movimiento hacia una nuevas arquitecturas modulares y flexibles, que se combinarán con lo que llaman "familias" modulares compuestos por motores, grupos de propulsión, sistemas eléctricos y redes electrónicas, incluso equipamientos más sofisticados como los techos panorámicos.