Ford lleva al nuevo Focus al límite

Una de las últimas fases de desarrollo de la tercera generación del Ford Focus que posiblemente haga su presentación en el próximo Salón de París ha sido testear el comportamiento del coche sobre lagos congelados en el ártico, atravesar los desiertos más ardientes y, como vemos en las imágenes, corretear cargado hasta los topes en estrechas y difíciles caminos de los Alpes para estar seguros de que el coche se comporta adecuadamente bajo cualquier circunstancia y condiciones de conducción.

En los Alpes, los ingenieros de Ford escogieron el camino Grossglockner una estrecha ruta de 45 kilómetros de longitud que atraviesa el parque nacional de Hohe Tauern y en la que es posible alcanzar hasta los 2.504 metros de altitud sobre el nivel del mar, con pendientes de hasta un 12% y con un aire enrarecido y de escaso oxigeno para poner a prueba al nuevo Ford Focus.

Durante dos semanas la gente de Ford tuvo al nuevo Focus en sus versiones gasolina y diésel correteando cuesta arriba y abajo por este camino una media de 200 kilómetros diarios y como broche de oro, dedicaron el último día a probar el Focus que esconde en sus entrañas el nuevo motor a gasolina de la familia Ecoboost de 1.6 litros.

Entre otras pruebas, los coches fueron forzados a rodar rápidamente en marchas muy bajas para forzar la transmisión a sus límites y si esto no fuera suficiente, además se bloqueó el paso de aire al área del motor para aumentar la temperatura de trabajo y forzar el sistema de refrigeración.

También dentro de los Ford Focus se instalaron grandes y pesadas garrafas llenas de agua para emular el peso de ocupantes adultos en el coche mientras tiraban de un pesado trailer subiendo las cuestas a una velocidad constante de 30 kilómetros por hora para determinar cuál era el peso máximo que podía soportar el coche y cuanto peso podía remolcar.

Motores, embragues y cajas de cambios de los Fod Focus fueron forzados al límite en estos ascensos, mientras que los sistemas de frenos fueron exigidos al máximo en los descensos, con los conductores forzando la frenada hasta último momento y ya dentro de la curva para exigir aún más al coche.

Sólo una vez que el Ford Focus apruebe exitosamente todas las pruebas de calidad a que está siendo sometido, la casa del óvalo aprobará su salida al mercado y el comienzo de sus ventas, de momento a conformarnos con las pruebas y a esperar al Salón de París, que el otoño ya está a la vuelta de la esquina.

Fuente: Autoexpress