Ford presenta el Mustang Bullitt original que estuvo escondido cerca de 40 años
Ford presentó junto al nuevo Mustang Bullitt 50 Aniversario uno de los dos Mustang GT 390 originales empleados en el rodaje de la película de Steve McQueen. Este fue considerado durante años el único ejemplar superviviente y lleva casi 40 años escondido, por lo que es la primera vez que sale a la luz desde los años setenta.
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Publicado: 17/01/2018 08:00
Una de las mayores novedades de esta edición del Salón de Detroit era la presentación del nuevo Mustang Bullit 50 Aniversario, una nueva edición especial Bullitt para el deportivo de Ford que llega precisamente medio siglo después del estreno de la célebre cinta de Steve McQueen.
Sin embargo, su presentación resultó de lo menos inesperada. Como bien sabrán los lectores de esta publicación, fueron varias las filtraciones que indicaban que nos encontrábamos muy cerca en el tiempo del lanzamiento de esta especial versión. Por lo que descubrir el comunicado de prensa de la marca con las primeras imágenes del modelo resultó algo casi previsto.
Aunque lo más interesante es que el nuevo Mustang Bullitt no llegó solo, ya que la marca sorprendió a propios extraños presentando el nuevo modelo junto a uno de los ejemplares originales de la película, y no el ejemplar que es bien sabido que lleva en manos de la marca desde hace unos meses, el ejemplar perdido que fue hallado el pasado año en México y que está siendo restaurado, sino el otro ejemplar, el que durante décadas había sido considerado el único ejemplar superviviente pero que llevaba escondido cerca ya de 40 años. Y que a pesar de los numerosos esfuerzos de diversas personas y organizaciones durante estas últimas décadas, su propietario se había negado a sacarlo a la luz.
La historia de los dos Mustang empleados en el rodaje de la película Bullitt es extensa y muy interesante, y décadas después sigue plagada de misterios, como ya te contamos extensamente en su día, cuando repasamos la historia completa de estas unidades. A pesar de ser considerados de los vehículos clásicos estadounidenses más caros de la historia, los ejemplares empleados durante el rodaje de Bullitt han pasado desapercibidos durante décadas. Su importancia es tal, que la propia Ford ha llegado a lanzar varias versiones especiales Bullitt de la gama Mustang, imitando el aspecto de los vehículos empleados en la película.
Estos se distinguen por el color verde oscuro de la carrocería, llantas oscurecidas y la ausencia casi total de emblemas y cromados exteriores, con una parrilla de rejilla negra totalmente limpia. Las mismas modificaciones que emplearon los Mustang GT 390 que fueron utilizados para el rodaje, cuyos números de serie eran correlativos.
Uno de los Mustang originales fue empleado para las escenas más arriesgadas, como la célebre persecución en las calles de San Francisco, una de las escenas más míticas del cine de acción, y tras el rodaje, la productora ordenó que fuera achatarrado.
En teoría ese era el ejemplar perdido, el que lucía el número de bastidor acabado en 8, pero en 2017 un taller de México estaba reformando un viejo cascarón de Mustang para convertirlo en una réplica del Elleanor moderno (de la cinta ‘60 segundos’ de Nicholas Cage) cuando al solicitar el informe del conocido especialista Kevin Marti se llevaron la sorpresa de su vida, el destartalado Mustang que habían rescatado de un solar de Baja California eran los restos de uno de los Mustang más caros de la historia.
La historia estalló en los medios y en unos pocos días el propio Kevin Marti, la voz más respetada cuando se habla de Mustang clásicos, se desplazó a México para confirmar la autenticidad del vehículo.
Hasta ese momento, todo el mundo había dado por perdido ese ejemplar, ya que en teoría debía haber sido achatarrado, sin embargo, se desconoce qué pasó con él desde finales de los sesenta hasta el día de hoy, que se encuentra en manos de Ford para ser restaurado a su condición original. Aunque muchos de los elementos se han perdido por el camino, incluyendo su motor y transmisiones originales.
Durante todo este tiempo (hablamos de casi 50 años) y a nivel oficial solo existía un ejemplar superviviente de los dos Mustang empleados en el rodaje, el ejemplar que había sido empleado para las escenas sin riesgo y con fines promocionales y cuyo VIN terminaba en 9. Aunque irónicamente, este desapareció del mapa durante la década de los setenta y no solo no se la había vuelto a ver jamás, sino que se sabía que su propietario (de identidad desconocida) se negaba taxativamente a mostrar su vehículo, y muchos menos a venderlo.
Tras el rodaje, el supuesto único ejemplar superviviente fue vendido a un empleado de la Warner Bross, Robert M. Ross, que hasta el día de hoy ha lamentado haber comprado el coche, pues años después la prensa se ensañaba con él alegando que había hecho el peor trato de su vida al vender posteriormente el coche (valorado hoy día en millones de dólares) como un vehículo usado más.
Este lo mantuvo muy poco tiempo y lo vendió a un policía, cuya identidad sigue siendo desconocida pero del que se cree residía en la costa este estadounidense y que lo empleó como vehículo de uso diario. Poco tiempo después, este lo volvía a vender, al que entonces era un joven de 24 años y que a la postre sería su último comprador, ya que él y sus descendientes siguen en posesión de este ejemplar tan particular del Mustang.
Hasta esta semana, lo único que se sabía de este Mustang Bullitt original era que permanecía en manos de su último comprador. La última información fiable provenía de una entrevista que llegó a conceder su misterioso propietario hace ya casi tres décadas. Este fue localizado por el periodista Brad Bowling y extrañamente le atendió, llegando a mostrarle el coche -en aquel entonces ya almacenado- y toda la documentación relativa al mismo, incluyendo las cartas de Steve McQueen ofreciendo comprar de nuevo el coche. Sin embargo, su todavía anónimo propietario se negó en todo momento, a pesar de recibir numerosas y suculentas ofertas por venderlo o incluso simplemente exponerlo.
Como ya te contamos en su día, tanto Steve McQueen como sus herederos se pusieron en contacto con su propietario en varias ocasiones, sin embargo este no cambió de opinión nunca, a pesar de ofrecerle jugosas ofertas económicas, que además incluían un Mustang similar.
Otras ofertas por la compra del vehículo o simplemente para ser exhibido durante un corto periodo de tiempo también han sido rechazadas, como la del célebre Museo Petersen de Los Ángeles con motivo de la celebración del 30 aniversario de la película o la de la productora de “Los Ángeles de Charlie”. A Drew Barrymore se le antojó rodar una escena de la cinta con ese coche y la productora localizó al propietario para alquilar el vehículo. Junto con las generosas ofertas, que llegaron a incluir una cena con la actriz, le llegaron muchos regalos para convencerle, pero este no solo desistió de todas ellas sino que les terminó amenazando con emprender acciones legales si no desistían de su intento.
Durante todo este tiempo, el vehículo ha permanecido sin restaurar, o eso se decía, y ha estado almacenado durante décadas con el único fin de pasarlo a su hijo una vez hubiera fallecido. De hecho, durante este tiempo ha llegado a cambiar el escondite del vehículo cuando creía que alguien lo localizaba. Tal y como adelantamos en su día cuando os hablamos de este ejemplar escondido, ha sido finalmente su hijo el que lo ha vuelto a sacar a la luz. Su padre, que ahora sabemos se llamaba Robert Kiernan, falleció hace ya tres años, por lo que se decidió a ponerse en contacto con Ford para volver a sacar a la luz de nuevo el ejemplar.
La ocasión no podía ser mejor, no sólo acaba de ser presentada una nueva edición especial Bullitt del Mustang, sino que llega justo en el 50 aniversario del estreno del film, cuando además, será presentado el ejemplar perdido, ahora en manos de Ford y de varios especialistas estadounidenses que están trabajando en su restauración.
Como podemos ver en las imágenes publicadas por Ford, el ejemplar se encuentra completamente original y sin restaurar, aunque en un estado bastante pésimo. Ahora, gracias a las declaraciones de su nuevo propietario, Sean Kiernan, sabemos que el vehículo fue adquirido en 1974 por su padre y que tras un tiempo usándolo como vehículo de diario fue empleado por su madre. Tras estropearse el embrague el vehículo pasó al garaje familiar y desde entonces ha permanecido guardado.
Su carrocería se encuentra intacta pero son múltiples los roces y pequeños daños que podemos encontrar tanto en el interior como el exterior del vehículo, aunque aún conserva las modificaciones que se realizaron para poder acoger las cámaras dentro del vehículo. Como una salida en el maletero para los gases de un pequeño generador eléctrico.
A pesar de su apariencia, el estado del vehículo es bastante bueno y lo mejor de todo, es funcional. Según algunos especialistas, su valor podría rondar los 4 millones de dólares, lo que le permitiría estar en el exclusivo top ten de vehículos estadounidenses más caros de la historia.