El desconocido Ford Mustang francés de Henry Ford II

Ford Mustang GT 289 cabriolet Henry Ford II.

Entre las millonarias piezas que se pudieron ver estos días en el Salón Retromobile 2018 de París pasó totalmente desapercibido un ejemplar muy especial del Ford Mustang de primera generación y que resultaba ser toda una pieza única con un altísimo valor histórico.

Aunque no es muy habitual, tampoco resulta raro encontrarse ejemplares del Mustang en grandes subastas europeas, sobre todo de la primera generación del modelo. Pero este no es un ejemplar más del deportivo de Ford ya que se trata de toda una pieza única con una altísima carga histórica.

Este ejemplar fue encargado por la división francesa de Ford para nada menos que Henry Ford II durante su estancia en Francia en 1966. Debido a su destinatario fue solicitado con unas especificaciones únicas y además fue empleado para abrir la carrera de las 24 Horas de Le Mans de 1966. Esta fue la primera participación oficial de la marca estadounidense y por ello Henry Ford II sirvió como presidente honorífico de esta edición y fue el conductor del vehículo en su vuelta de apertura. El resto de la historia es bien conocida, los Ford GT no solo obtuvieron la victoria en su primera participación oficial sino que ocuparon las 3 plazas del podio en un final de carrera mítico que pasó a formar parte de la historia.

Este ejemplar cuenta con acabados únicos.

El Ford Mustang contaba con el deseable y potente motor V8 289, asociado además a una transmisión manual, que la marca modificó especialmente con una relación más corta de lo habitual para poder ofrecer mejores cifras de aceleración. De la misma manera, la configuración del modelo no se correspondía con las de las unidades estándar, este dispone de un interior revestido por completo en piel de color marrón plagado de detalles cromados, como son los múltiples emblemas con las siglas de Henry Ford II (HF II) que podemos encontrar en la carrocería o los propios cinturones de seguridad.

Tras ser usado por Henry Ford II y con 15.000 kilómetros en su marcador, el vehículo fue estacionado en el parking de las instalaciones de la propia compañía en Rueil-Malmaison. En 1967 un subcontratista francés de la marca, Robert Chatet, les convenció para que se lo vendiera y hasta el día de hoy ha estado en poder de su familia. De hecho, su vendedor este fin de semana ha sido su hijo.

El Mustang, como podemos ver en las imágenes, cuenta con un gran estado de forma a pesar de haber sido usado extensamente durante años. Cuenta con todos sus materiales y elementos originales, incluída la tapicería de piel, y no precisa de restauración. Salía con unas estimaciones que le apuntaban un precio entre los 100.000 y los 150.000 euros, un valor considerablemente más alto que el de los ejemplares habituales vendidos en Europa, pero aún así batía las estimaciones más altas logrando 184.760 euros (incluyendo comisión de venta). El precio obtenido es bastante elevado para ser un Mustang vendido en Europa, pero aún así, de haber sido subastado en Estados Unidos seguramente habría obtenido un valor superior.

Fotos: Artcurial