Ford revela las prestaciones del exclusivo Mustang GTD y son toda una declaración de guerra al Porsche 911 GT3 RS

Con ayuda eléctrica, el nuevo Mercedes-AMG GT Coupé es uno de los superdeportivos más potentes del momento, no estando muy lejos el novedoso Aston Martin Vanquish que ha renunciado a la asistencia del motor eléctrico en favor de un impresionante motor V12 biturbo. Dos bestias que han establecido un nuevo nivel en términos de potencia por encima de los 800 CV.

Sin embargo, han sido los técnicos de la división de competición de Ford Performance los que se han salido de este redil con un modelo que ha pasado de categoría, de los deportivos a los superdeportivos de un plumazo, convirtiendo a esta séptima generación del Mustang en uno de los más exclusivos del mundo. Pero no se trata de las versiones convencionales, sino del especialísimo Ford Mustang GTD.

Las prestaciones del Ford Mustang GTD asustan al miedo

Si todas las marcas de prestigio abundan en presumir en la herencia de competición, este Mustang no es menos. La trabajada aerodinámica ha sido clave para lograr unas prestaciones de verdadero vértigo que lleva meses explotando sobre el asfalto de Nürburgring para lograr un ansiado récord que sumar a sus vitrinas. El objetivo es dar una vuelta a los casi 21 kilómetros en menos de siete minutos.

Un desafío al alcance de muy pocos pero que los de Ford se han propuesto conseguir con un imponente motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado y con una potencia máxima de nada menos que 815 CV. Una cifra de locura y que responsables de su desarrollo no han dudado en comparar con otra bestia de calado, apuntando que el americano tiene «más caballos por litro que el Porsche 911 GT3 RS».

Tecnología de competición de verdad en el Mustang más radical

Si esta cifra impresiona, más lo hace la del par motor que es verdaderamente clave en su rendimiento. Sus 900 Nm lo catapultan hasta un régimen máximo del motor de nada menos que 7.650 rpm gracias a un sistema de lubricación de cárter seco, que ayuda a mantener el motor lubricado en las condiciones más exigentes, a nuevos colectores de admisión y escape mejorados, a un escape de titanio de serie y una polea de sobrealimentación más pequeña.

El resultado es una velocidad punta que llega a los 325 km/h, y que alcanza al poder variar el ángulo del spoiler trasero y de los flaps bajo la defensa delantera, lo que equilibra las fuerzas generadas por el flujo de aire y la carga aerodinámica esencial para lograr un agarre de ambos ejes a alta velocidad. Ahora, sólo queda que los de Ford Performance logren el ansiado récord en el trazado alemán, para lo que necesitan un día perfecto, sin viento en contra y, por supuesto, sin lluvia...