Un Shelby GT350H 1966 perteneciente a Carroll Shelby a subasta
Procedente de la colección personal Shelby, este GT350H fue uno de los primeros ejemplares encargados por Hertz para el programa 'Rent-A-Racer' en 1966. Tras haber servido como vehículo de alquiler fue vendido en 1967 a un particular y poco después cayó en manos de Carroll Shelby.
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Publicado: 06/01/2018 12:00
Una de las piezas más llamativas que podremos encontrar en el próximo evento de Bonhams en Scottsdale, Arizona, es este Shelby GT350H de 1966, uno de los ejemplares originales del programa ‘Rent-A-Racer’ de Hertz, aunque este no es un ejemplar más, ya que procede directamente de la colección particular de Carroll Shelby.
A finales de 2016 fue subastada en Dallas otra unidad del Shelby GT350H ‘66 que había sido empleada regularmente por el mismísimo Carroll Shelby. Esta también había formado parte de las 999 unidades del pedido original de Hertz y tras haber sido devueltas a Ford, Carroll Shelby se reservó una para su uso personal. Esa unidad aún conservaba su diseño original, carrocería negra con franjas doradas, pero la que ahora sale de la colección Shelby ha sufrido varias modificaciones a lo largo de su vida.
En 1967 Hertz devolvía las célebres unidades GT350H a Ford y tras reacondicionarlas pasaron todas al mercado de ocasión, generalmente manteniendo su configuración original. Estas formaron parte de las primeras 1.400 unidades ensambladas en las instalaciones originales de Shelby, por lo que son más valoradas que las fabricadas posteriormente por Ford.
De los 999 Shelby GT350H ‘66 originales los ejemplares más deseados son las 85 unidades fabricadas con transmisión manual, a las que solo tenían acceso aquellos clientes que fueran miembros del Hertz Sports Car Club. El ejemplar que sale a subasta cuenta con la transmisión más habitual, la opción de caja automática.
Tras 1967, esta unidad pasó a manos de un cliente particular, que modificó considerablemente el modelo, añadiendo elementos como un spoiler trasero, jaula antivuelco, nuevas ruedas y relojes auxiliares en el salpicadero. No se sabe en qué momento, pero este ejemplar acabó en manos de Shelby de nuevo, que mandó eliminar gran parte de esas modificaciones.
Actualmente cuenta con jaula antivuelco, los relojes auxiliares y curiosamente, el mismo esquema de pintura que los Shelby GT350 iniciales, carrocería en blanco Wimbledon White (el color con el que Ford los entregaba a Shelby) y adhesivos en azul, tantos los superiores como los inferiores, eran opciones separadas. Su valor máximo se estima en 200.000 dólares.