La fábrica de Ford en Saarlouis tiene a un inversor desconocido muy interesado
Ford ha firmado un memorando de entendimiento con un misterioso inversor internacional para la venta de la fábrica de Saarlouis (Alemania). Aunque se sigue barajando el nombre de BYD, eso implicaría vender la fábrica a un rival directo de Ford.
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Publicado: 30/06/2023 22:00
Cuando la fábrica de Almussafes (Valencia) se adjudicó la próxima producción de coches eléctricos sobre base Volkswagen MEB, la fábrica de Saarlouis (Alemania) quedó en la cuerda floja. Tienen trabajo hasta 2025, cuando finalizará la producción del actual Ford Focus, que no tiene previsto sucesor directo.
¿Y después, qué? Ahora trabajan en Saarlouis unas 4.500 personas, de las cuales al menos un millar tienen asegurado el trabajo hasta 2032, el resto se iría a la calle. En el caso de que se presentase un inversor que quisiese la fábrica, en el paquete estarían incluidos por lo menos 2.500 empleados de la plantilla actual.
Ford ha comunicado que ha encontrado un inversor, pero desconocemos quién es. Como Ford está negociando con más de uno, no quiere que el nombre revelado espante a otras liebres. Lo único que hay por el momento es una declaración de intenciones que no es vinculante, un memorando de entendimiento o LOI. Es un paso previo a firmar la venta.
Martin Sander, representante de Ford en Alemania, declaró hoy: «Es una excelente base para futuras negociaciones, con el potencial de crear 2.500 empleos en Saalouis». El ejecutivo añadió: «Esta semana hemos dado un gran paso adelante hacia dicho objetivo». El sindicato mayoritario, IG Metall, tampoco ha soltado prenda.
Los planes de Ford pasan por recortar 3.800 empleos en la región europea, y la mayoría se van a recortar tanto en Alemania como en el Reino Unido. Ha sido precisamente en el Reino Unido, donde Ford se implantó en Europa por primera vez, donde más instalaciones se han cerrado en los últimos años.
Saarlouis produjo 5 millones de coches en 20 años (1990), otros 5 millones en 15 años (2005), y 5 más en 14 años (2019)
Las intenciones del fabricante americano son tener una gama completamente eléctrica en 2030, en la que habrá productos para Europa con la plataforma MEB de Volkswagen, así como algunos modelos que vendrán desde Norteamérica. Hace unos pocos años el corazón de su negocio eran los Fiesta, Mondeo y Focus. Eso ya ha quedado muy atrás.
¿Podría ser BYD el inversor misterioso?
Sí y no. Por el lado del sí, BYD necesitará en algún momento aumentar su capacidad de producción con instalaciones en Europa, un paso que acaban dando los fabricantes asiáticos cuando quieren crecer mucho en el Viejo Continente. Pero eso no significa que BYD vaya a comprar una fábrica existente, prefiere levantar una nueva.
Por otro lado, si Ford le vende la fábrica a BYD, estará favoreciendo a un competidor directo, y que puede perjudicar a los del óvalo azul. Además, se podrían herir sensibilidades locales si se pone esa fábrica en manos de los chinos. De momento, poca presencia hay de fabricantes chinos en Europa.
Geely compró Volvo Cars y sus fábricas hace más de 12 años, pero no montó ninguna nueva. El mismo grupo se hizo con pequeños fabricantes británicos, como Lotus y London Taxi (hoy día es LEVC). Mercedes-Benz está participada por chinos también, pero no mayoritariamente, ni han hecho fábricas nuevas para ellos. Quitando eso, solo hay pequeñas ensambladoras que trabajan con kits importados, como DR Automobiles.
Saarlouis, una fábrica histórica para Ford en Europa
Cuando se comenzó a construir, el 16 de septiembre de 1966, Ford Alemania y Ford Gran Bretaña trabajaban todavía por separado. Fue a partir de 1967 cuando las operaciones europeas se unificaron. La fábrica empezó a trabajar después, en 1968, pero solo hacía componentes. No hubo automóviles completos hasta enero de 1970.
En sus buenos tiempos, trabajaron allí más de 8.000 personas, pero hoy día hablamos de sus peores tiempos. Las ventas y producción de Ford están muy lejos de cuando era uno de los principales fabricantes europeos, la propia matriz americana ha tenido problemas importantes, y la revolución eléctrica ha pillado a Ford con el paso cambiado. Se mantiene la esperanza de un final feliz para la planta alemana.