Crítica Ford vs Ferrari, una gran batalla por la hegemonía en Le Mans

Una vez más las 24 horas de Le Mans sirve como inspiración para el mundo cine. La mítica carrera gala ha escrito algunas de las mejores páginas doradas de la historia del automovilismo. Una de las rivalidades más grandes se plasma ahora en la gran pantalla con la intención de que la ficción supere a la realidad. Ford vs Ferrari, la lucha de David contra Goliat, que llega de la mano del oscarizado James Mangold y de grandes actores de renombre.

La batalla de Ford contra Ferrari es una de las mejores historias del mundo de la competición. En plenos años 60 un pequeño fabricante artesanal conseguía batir a todos los rivales que se pusieran por delante. Sin embargo el empeño de un hombre y su enorme cartera consiguieron revertir esa tendencia. En esta historia Goliat es Ford y David es Ferrari, aunque tras ver la película uno pueda pensar lo contrario.

En su mayoría la cinta Le Mans '66 nos plasma realmente lo que ocurrió, pero como era de esperar los guionistas y el director, que para el caso son la misma persona, ahorran ciertos detalles y nos presentan una película que podría ser tachada de "americanada". Para aquellos que no lo sepan las últimas películas que James Mangold ha llevado al cine tenían a superhéroes como punto de atención, y para este cambio de registro no parece haber cambiado el chip por completo.

Tenemos a los héroes representados por Carroll Shelby (Matt Damon) y Ken Miles (Christian Bale), tenemos al malo Leo Beebe (Josh Lucas) y al menos malo Enzo Ferrari (Remo Girone). Luego tenemos personajes secundarios que nos ayudan a entender y contextualizar tanto a los personajes principales como a la historia en sí. Jon Bernthal haciendo el papel de Lee Iacocca, Caitriona Balfe en la piel de la comprensiva esposa de Ken Miles y Tracy Letts como el gran Henry Ford II.

Lo mejor de la cinta, más allá de la historia en sí, es la actuación de un polivalente Christian Bale. Aunque la película de 150 minutos de duración centre su atención en la rivalidad de dos colosos es un solo hombre el que lleva el peso: Ken Miles. Es su historia la que tiene más peso en la película. Sin lugar a dudas uno de los mejores pilotos que han pisado un circuito, y que por cierto en este caso se obvia el hecho de que no era americano, sino inglés.

Un punto a favor es lo bien plasmadas que quedan las escenas de carreras. Mucho plano corto y mucho enfoque centrado en los pilotos nos hacen sentir que estamos dentro del mítico Ford GT40. De hecho los auténticos coches aparecen en pantalla en más de una ocasión, más otros cuantos que provocarán algún que otro momento de placer. La única pega en este punto es el sonido excesivamente enlatado de los motores y la pena de no haber prescindido de la música para dejarnos escuchar el rugido de esas bestias de forma natural. Menos música y más motor.

Ford vs Ferrari y la batalla de Le Mans en los 60 es una película recomendada tanto para aquellos que amen las carreras y la historia de la carrera como para aquellos que sean iniciados en estas lides. Obviamente estos últimos podrán salir un poco saturados de motores, coches y ruidos, pero la película gustará a todo el mundo ya que, errores de adaptación aparte, está bien presentada.