Ford y Toyota quieren resistir contra Google y Apple, con la tecnología SmartDeviceLink
Las empresas tecnológicas quieren ganar presencia a bordo a través de sus soluciones de conectividad, a través de los sistemas Android Auto y Apple CarPlay. Sin embargo, hay fabricantes que se resisten a esa tendencia y prefieren a acudir a otras empresas de su sector
6 min. lectura
Publicado: 06/06/2015 13:00
La nueva era de la conectividad y el infoentretenimiento a bordo está cambiando la industria del automóvil. Las empresas tecnológicas -fundamentalmente Google y Apple- están echando un pulso a las automovilísticas, introduciéndose en su negocio. No solo quieren cambiar la forma en la que se hacen los coches, incluso trabajan en los suyos propios.
Los sistemas Android Auto y Apple CarPlay permiten el uso de aplicaciones específicas de los teléfonos móviles en el sistema de infoentretenimiento del coche, pero además de las ventajas que hemos comentado previamente, hay que tener en cuenta los inconvenientes; uno de ellos es que las automovilísticas pierden el control sobre sus propios productos.
Hay fabricantes que se rendirán a las tecnológicas de Silicon Valley, pero otros quieren mantener el control. Tenemos el ejemplo de General Motors, que anunció su propio sistema (Intellilink) y lo ha abandonado en menos de dos años de su anuncio, en favor de Apple y Google. Ford y Toyota no están por la labor, tal y como han anunciado en sendos comunicados de prensa.
El sistema Ford SYNC 3 tiene compatibilidad con aplicaciones, lo llaman AppLink. Dicho sistema permite la comunicación entre SYNC y las aplicaciones del teléfono, pero sin necesidad de tener el último grito en terminales o sistema operativo. Esta solución es, por tanto, más compatible -funciona en más teléfonos- y es más fácil de implementar.
SmartDeviceLink es la versión abierta de Ford AppLink
Esta tecnología está basada en software libre, por lo que está abierta a cualquier desarrollador. Ford creó una empresa subsidiaria, Livio, para este propósito. El objetivo es crear un estándar de facto de la industria del automóvil, abierto a más fabricantes, pero sin que Apple y Google estén tan implicados.
Toyota colabora en materia de conectividad con Ford desde 2011, y va a seguir haciéndolo. La automovilística japonesa, aunque también se ha interesado en Apple CarPlay, está muy interesada en la solución de Ford. Una de las ventajas fundamentales de SmartDeviceLink es que solo hay que desarrollar cada aplicación una vez, y ya es compatible con múltiples marcas y modelos de golpe.
Mientras que las soluciones de Apple y Google tienen su diseño característico, SmartDeviceLink permite a cada fabricante mantener su identidad en términos de diseño e interfaz, aunque el funcionamiento interno sea el mismo. Además, el tratamiento de información personal del usuario está un poco más controlada.
Evitar el duopolio Apple-Google tiene más ventajas que inconvenientes
Las prestaciones de todas estas soluciones son similares. Se integra el funcionamiento de la pantalla táctil, los micrófonos integrados (para reconocimiento de voz) o los mandos del coche. La finalidad también es común, limitar la interacción entre el conductor y el teléfono móvil de forma más segura, para que se pueda compaginar con la conducción.
El que haya más tecnologías de interfaz coche-teléfono es bueno para el consumidor, porque le permite elegir. No solo eso, permite una mayor compatibilidad de dispositivos, no obligando a los conductores a tener teléfonos móviles de fabricantes concretos, a partir de cierta versión de sistema operativo o con otros condicionantes.
¿De qué aplicaciones estamos hablando?
Podemos citar Spotify, AccuWeather, Pandora o Glympse. Otras aplicaciones se pueden sumar al "ecosistema" desarrollando la parte de SmartDeviceLink, y solo hay que hacerlo una vez. Además, se sigue teniendo el control sobre qué aplicaciones son aptas para conducir y cuáles no, como los juegos.
Si cada fabricante sacase su sistema, sería un quebradero de cabeza para los desarrolladores. En general, es bueno que haya un oligopolio, como sucede en el mundo de las consolas. Lo que ya no tiene tan buena pinta es que dos empresas, que son prácticamente todopoderosas, tengan el dominio absoluto de toda nuestra vida digital.
Visto lo visto, ¿qué sistema os parece más atractivo? ¿Preferís un sistema estándar del tipo Android, incluyendo apariencia, o un sistema que mantenga funcionalidad, pero tenga una diferenciación visual? ¿Está Ford metiéndose en una guerra que no va a ganar? ¿Con quién tenemos más riesgo de sufrir obsolescencia programada?