La guerra de las Fórmula 3 europeas: FIA vs. el mundo

La conversión de la GP3, la supresión de la Fórmula 3 europea y la adjudicación del nuevo campeonato regional ha derivado en una rebelión continental. En 2019 habrá seis campeonatos de Fórmula 3 a nivel paneuropeo, con tres conceptos diferentes. La pretensión de "piramidar" las categorías juniors ha generado una confrontación nacional similar a la de otras épocas.

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Publicado: 08/12/2018 14:45

El 8 de junio de 2014, en el circuito de Adria, el piloto canadiense Lance Stroll debutó en monoplazas obteniendo la victoria en la que era, también, la primera carrera de la Fórmula 4 italiana, el primer certamen de este estilo creado con apoyo directo de la FIA. Aquel campeonato y aquella carrera fueron el primer paso de una reconstrucción casi completa en la estructura de las categorías inferiores en Europa, liderada por el entonces jefe de la comisión de monoplazas de la FIA Gerhard Berger, con un propósito claro: crear una pirámide clara y definida desde el karting, similar al funcionamiento del Mundial de Motociclismo: Fórmula 4, Fórmula 3, Fórmula 2 y Fórmula 1.

Las Fórmula 4 nacionales fueron el concepto más exitoso en este propósito. En apenas dos años, estos certámenes proliferaron como champiñones alrededor del globo, reemplazando populares campeonatos como la Formel Masters, la Formula Ford británica o la Formula Abarth, y torpedeando incluso categorías de denominación y propósitos similares en Reino Unido, Francia o Japón. Así, en la actualidad existen 14 campeonatos oficiales de Fórmula 4, siete de ellos en Europa, sin que ninguno haya cesado de existir por ahora.

Su función vino a cubrir las de las Fórmula 3 nacionales, que habían languidecido en el lustro anterior tras la fusión en 2003 de las F3 alemana y francesa para crear la Formula 3 Euroseries, la cual tampoco gozaba de parrillas extraordinarias en cuanto a cantidad. La FIA solventó este problema tomando el control del campeonato en 2013 como Fórmula 3 Europea, y prohibiendo el uso del término F3 a cualquier certamen que no emplease la última especificación del Dallara F312, algo que solo el campeonato japonés cumplía. Los campeonatos británico y alemán no tardaron en caer, y solo el F3 Open gestionado en España sobrevivió como soldado de fortuna para presupuestos menores (EuroFormula Open).

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Con un vehículo muy popular entre pilotos y equipos por su coste, competitividad y capacidad para ser configurado, la Formula 3 Europea experimentó un auge que alcanzó su cota máxima en las parrillas de 35 coches alcanzadas en 2015. Ésto generó un incremento considerable en el número de accidentes por la aglomeración y la inexperencia de varios pilotos, lo que llevó al certamen a limitar las inscripciones desde entonces. Aun con el generoso reparto de puntos de Superlicencia del que gozaba (y que propició la promoción de Lance Stroll a la Fórmula 1), aquello sería, de forma inadvertida, el principio del fin para la categoría.

De forma paralela a todo esto, funcionaban los campeonatos oficialistas que acompañaban al Gran Circo: la GP2 y la GP3. La primera enfrentó como competencia directa a una Formula Renault 3.5 que en 2012 llegó a tener una clara ventaja de parrilla, algo que la FIA solventó con un cuestionable 'mobbing' industrial reflejado en la introducción de la Superlicencia por puntos, y el ridículo reparto del que gozaba la 3.5, con menos puntos incluso que la F3. Tras el abandono de Renault, y dos temporadas en respiración asistida, RPM Racing liberó al paciente de su agonía al terminar 2017. Vía libre para una GP2 que había pasado a ser Fórmula 2 ese mismo año, sin competencia alguna.

En lo que la GP3 respecta, el campeonato siempre funcionó en una especie de limbo entre la GP2 y la F3, colisionando en intereses y parrillas con ésta última de forma muy frecuente. Esto se ha hecho especialmente evidente en las dos últimas temporadas, en las que ambas categorías han tenido que permitir múltiples pilotos por equipo para mantener las parrillas por encima de 20 monoplazas. Estaba claro que ambas no podían coexistir mucho más tiempo, y la FIA optó por la socorrida fusión, pero quedándose con el peor de los dos conceptos.

Así ha nacido el FIA Formula 3, un certamen que solo conserva de F3 el nombre, ya que en esencia es, simplemente, un nuevo DNI para la GP3: mismo formato de carreras, con mucho menos tiempo en pista que la F3 europea (ocho eventos de dos carreras con un libre y una clasificación; frente a 10 eventos de tres carreras con dos libres y dos clasificaciones), coche y potencia similares, un calendario europeo acompañando exclusivamente a la Fórmula 1... En efecto, y al igual que ocurriera hace 10 años con la IndyCar y la Champ Car en Estados Unidos, la cacareada fusión era en la práctica una absorción.

Cualquiera pensaría que la historia termina aquí, con una estructura perfectamente delimitada tal y como la FIA la había visualizado hace cinco años. Pero, por supuesto, en toda buena historia no puede faltar el giro inesperado. Y es que una medida propia de la FIA para rellenar un 'pequeño' problema en su planificación ha acabado derivando en la aparición de varios certámenes de Fórmula 3 que buscan competir a nivel europeo, generando más alternativas y, por sorprendente que parezca, más confusión todavía.

Desde este año, el máximo organismo del motor internacional ha impulsado la creación de las Fórmulas 3 regionales, que abarcasen a nivel supranacional zonas importantes del panorama automovilístico para facilitar la complicada transición entre 14 campeonatos de F4 y la F3, aún más exacerbado con el nuevo campeonato. Así, este año nacieron (de forma algo prematura) los campeonatos Américas y Asia, con el objetivo a posteriori de crear otro certamen similar en Europa y, con el tiempo, traer al redil a los campeonatos de Japón y Reino Unido (este último creado por la F4 no-FIA del país, como medida de subsistencia).

Sin embargo, estas F3 regionales también implican deshacerse del Dallara F312 en pos del Tatuus F-318 o el nuevo F3 de Mygale (no empleado aún), lo que, sumado a la marginación de dos de los principales equipos de la F3 europea, la incómoda cuestión de un Gran Premio de Macao de futuro incierto, y la controvertida adjudicación para organizar la nueva F3 europea oficial, ha derivado en que, de cara a 2019, se disputarán seis campeonatos de Fórmula 3 a nivel supranacional en Europa. Una situación que, en esencia, ha recuperado un escenario similar al de antaño con los campeonatos nacionales de Formula 3. Aquí trataremos de explicar, categoría por categoría, cual es el panorama actual.

FÓRMULA 3 FIA: El campeonato oficial, sucesor directo de la GP3 tras la absorción disfrazada de fusión con la Fórmula 3 europea. Incorporará a potentes equipos de éste último certamen, como Prema, Carlin, Hitech, además del añadido de HWA, a un escenario en el que ART ha sido amo y señor en las últimas temporadas. Con el nuevo Dallara F3 2019 por montura, se espera una parrilla de 30 monoplazas (tres coches por equipo) propulsados por un motor de 380 CV.

FORMULA REGIONAL EUROPEAN CHAMPIONSHIP: El campeonato de F3 Regional impulsado por la FIA, cuya organización ha sido otorgada al Automobile Club d'Italia. La categoría, por ello, disputará cuatro de sus ocho rondas en territorio italiano, en una parrilla compuesta por modelos del Tatuus T-318 (230 CV) en la que Prema ya ha confirmado su participación, aunque hasta la fecha solo hay tres equipos y un piloto anunciados.

FORMULA EUROPEAN MASTERS: Ante el interés de varios equipos, entre ellos Motopark y Van Amersfoort (excluidos del F3 FIA), por continuar compitiendo con el Dallara F312, la subsidiaria de los promotores del DTM encargada de gestionar la F3 europea hasta este año, F3V, continuará organizando un campeonato de Formula 3 con estos monoplazas (250 CV), que seguirá acompañando de forma principal al campeonato de turismos alemán. Sus componentes pretenden hacer subsistir el concepto clásico de F3, hasta el punto de haber evaluado con Dallara la adopción de un nuevo chasis con Halo para 2020, cuando la homologación del F312 haya caducado.

FORMULA RENAULT EUROCUP: Cuando la FIA sacó a concurso la organización de la F3 Regional europea, Renault Sport se postuló como candidato, llegando a anunciar antes de la decisión final que su clásico certamen, la Formula Renault 2.0 Eurocup, pasaría a una especificación de F3 en 2019 con el Tatuus T-318. Aunque Renault perdió la batalla, ha optado por seguir adelante con la idea, jubilando a su vez un concepto con más de 25 años de existencia que había sido especialmente popular en los últimos años para pilotos procedentes de Formula 4. 10 equipos se han comprometido a participar en 2019, con un calendario pan-europeo similar al de temporadas anteriores.

EUROFORMULA OPEN: Situado siempre en una posición muy incómoda e ignorado por el sistema de Superlicencia (que solo otorga puntos por las dos rondas celebradas en la Península Ibérica como "F3 nacional", repartiendo menos que cualquier F4) por no usar la última especificación del F312, GT Sport seguirá adelante un año más con un certamen cuyas parrillas, habitualmente de perfil bajo, han sufrido este último año en cuanto a cantidad (14 pilotos de media). Lo hará con un doble o nada, permitiendo que Mercedes y Volkswagen suministren motores junto a sus clásicos Toyota, aunque se pretende igualar la potencia de los tres a través de los preparadores. El campeonato continuará con un calendario europeo que tendrá la sorprendente adición del prestigioso Gran Premio de Pau, y también está interesado en el nuevo F3 de Dallara para 2020.

W SERIES: La controvertida categoría exclusiva para pilotos femeninas echará a andar en 2019 con la especificación F3 Regional, empleando también para ello el modelo de Tatuus con una gestión centralizada. 18 pilotos participarán en él, entre una preselección ya anunciada de 55, y con un calendario que acompañará al DTM hasta agosto, con lo que se da la circunstancia de que, en sus seis rondas, coincidirá con la Formula European Masters.

A todo ello, por supuesto, hay que añadir la situación del resto de campeonatos de Fórmula 3 a nivel nacional, cada uno con sus propias tribulaciones: las Formula 3 Asia y Américas, que iniciarán su segunda temporada con calendarios más asentados; la All-Japan Formula 3, que también ha preguntado a Dallara por sus nuevos F3 tras descartar convertirse en F3 Regional, y el British Formula 3, que persevera con su F4 hipervitaminado por un motor de 230 CV. En total, 10 campeonatos que competirán con, o dicen ser, Fórmula 3, con hasta cuatro conceptos diferentes de lo que un F3 significa. Todo esto, sin contar la Pro Mazda, el campeonato estilo F3 del Road to Indy estadounidense, con una filosofía similar a la F3 británica.

En medio de todo esto, se encuentra el Gran Premio de Macao. Dada la incapacidad logística de actualizar el circuito al Grado 2 necesario para acoger a los coches de la nueva Fórmula 3 en su configuración final, los organizadores negocian con la FIA para encontrar una solución intermedia, toda vez que el promotor Bruno Michel está dispuesto a permitir el uso de estos coches fuera de su jurisdicción, habiendo incluso renunciado a correr en Yas Marina para ello. Con todo, es bastante probable que la prueba se siga disputando con F312 en 2019, con lo que la participación de los equipos de esta F3 con sus 'viejos chasis', o de los equipos del European Masters, es todavía un tema a solventar.

La ironía de la situación se escribe sola: una década de medidas impulsadas para crear un camino claro y conciso hacia la Fórmula 1, con las que se buscaba eliminar toda competición y disidencia, ha propiciado que organizaciones de Alemania, Italia, Francia y España compitan entre sí por ser la "auténtica" F3 europea, sin que ninguna se llame F3. Hasta la FIA parece haber cedido un poco, como refleja el hecho de que el European Masters y el Regional European otorguen los mismos puntos de Superlicencia.

Este galimatías ha acabado funcionando, contra todo pronóstico, a favor de esa diversidad que tan maligna resultaba en el pasado, y puede servir como lección para quienes tengan que jugar de nuevo a ser patrones de lo que vale o no para llegar a la Fórmula 1: es más fácil pelear con enemigos 'pequeños' (predecesores de las F4) o poco numerosos (3.5) que contra el principal peldaño de la formación de nuevos talentos, repleto de organizaciones e intereses contrapuestos, y que se resiste a ser asimilado bajo una filosofía que no les representa ni ayuda a sus pilotos. La guerra está servida.

Fotos: FIA F3 Europe / GP3 / F3 Asian / Renault Sport / Macau Grand Prix

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