Francia endurece su política eco, las grandes empresas (taxis especialmente) pagarán multas millonarias si no apuestan por coches eléctricos

En menos de dos meses, los europeos estamos convocados a unas nuevas urnas. Los parlamentarios europeos ya están poniendo toda la carne en el asador para conquistar a los votantes, y una de las armas clave es retirar la norma que impone los coches eléctricos en 2035. Una ley con muchos más detractores que partidarios, entre fabricantes, gobiernos y población, que puede derogarse y seguir dejando que cada cual elija el tipo de propulsión a la hora de comprar coche.

Si se retrasa la entrada en vigor, Francia no cambiará su política, al menos de cara a las empresas. El país galo apuesta por los coches eléctricos a lo grande, y ya está preparando una nueva propuesta de ley que afecta directamente a las grandes corporaciones que cuentan con una flota de coches. Una norma que tratará de reducir las emisiones de carbono de las grandes flotas denominada como Ley de Orientación a la Movilidad.

Francia impone los coches eléctricos a las grandes empresas

La LOM, que ya está vigente desde hace cinco años, obliga a las grandes empresas a deshacerse de los coches de combustión tradicional, incluso también los híbridos y enchufables, y apostarlo todo a los coches eléctricos contando con hasta un 95 por ciento de la flota en 2032. Hasta dos años antes, el 70 por ciento de la flota deberá de contar con coches ecológicos -esto es, los que sus emisiones sean inferiores a los 20 g/km, por lo que se limita estrictamente a eléctricos- una norma a la que, en este tiempo, solamente se han sumado el 40 por ciento de las grandes empresas francesas.

Sin embargo, dado que hasta ahora no se habían planteado sanciones, en las próximas semanas se aprobará en el parlamento francés un apéndice contemplando las sanciones previstas en el articulado para los que no cumplan con estos requerimientos. Unas multas que no serán nada baratas y, además, en claro aumento progresivo, y de aplicación casi inmediata pues, para 2025, están obligadas a contar con un 20 por ciento de eléctricos en la flota.

Las multas a las empresa de taxi y VTC son para pensárselo

Incumplirla supondrá contribuir a las arcas galas con 2.000 euros por cada vehículo no libre de emisiones, incrementándose la cuantía hasta los 5.000 euros a partir de 2027 y con una sanción máxima del uno por ciento más de la facturación. Por ejemplo, una empresa con mil coches tiene que tener, al menos, la mitad eléctricos en 2027, si solo tiene 400 pagará medio millón de euros.