Francia eleva su apuesta por llevarse la segunda Gigafactoría europea de Tesla
Elon Musk tiene previsto reunirse con Emmanuel Macron con el objetivo de estudiar la posibilidad de instalar en territorio francés la segunda Gigafactoría europea de Tesla. Tras poner en marcha su centro de producción de vehículos en Alemania, la marca de coches eléctricos quiere ampliar su capacidad de fabricación en Europa. Francia es uno de los países candidatos.
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Publicado: 15/06/2023 10:15
Hace unos días saltó la noticia. El entorno metropolitano de Valencia albergará una Gigafactoría de Tesla. Unas instalaciones destinadas a la producción de baterías y coches eléctricos. A los gobernantes regionales no hizo ninguna gracia que el tema se hiciera público, porque la discreción es una de las claves para poder llegar a un acuerdo; acuerdo que no está cerrado. Menos gracia les va a hacer cuando sepan que Elon Musk negocia con otros posibles destinos para instalar su quinta fábrica en el mundo, tras las dos de que dispone en Estados Unidos, la de Shanghái (China), y la de Berlín (Alemania).
Tesla crece a ritmos nunca vistos, su Model Y es el coche más vendido del mundo tras destronar al eterno Toyota Corolla. El ritmo de ventas crece de manera casi exponencial, se calcula que este 2023 puedan estar colocando entre 1.8 y 2 millones de vehículos, y no dan abasto. Musk necesita más líneas de producción y si tiene tres mercados de orden capital —China, Estados Unidos y Europa, por ese orden—, es lógico que su fuerza laboral acabe en ese entorno.
La pugna entre España y Francia por hacerse con la Gigafactoría de Tesla
A Tesla le da igual donde, siempre y cuando las condiciones sean las adecuadas, y las autoridades locales le den facilidades para instalarse. Mañana viernes, Musk tiene prevista una reunión con Emmanuel Macron en El Elíseo —la segunda en un mes—, y todo apunta a que no ha ido a venderle un coche... sino una fábrica. Y más concretamente una Gigafactoría.
Los medios de comunicación le otorgan poco menos que calidad de jefe de Estado, y desde hace unos días todos los ministros galos se están volcando el loar la figura del sudafricano. Casi todos ellos le tildan de visionario, hombre clave en el mundo de la automoción, e impulsor de grandes proyectos e ideas que cambiarán el mundo. Ese giro en la actitud de las caras visibles del ejecutivo francés han levantado las suspicacias de muchos, y entre ellos los propios fabricantes del país.
En la lista de coches eléctricos más vendidos en Francia, es el Tesla Model Y el líder, seguido del Dacia Spring y el Peugeot e-208. El Tesla Model 3 también está entre los diez primeros de ese ranking. Los franceses son muy franceses. La frase puede parecer una obviedad, pero adquiere otro sentido cuando se es consciente de que el 75% de la música que emiten sus emisoras de radio ha de ser cantada en francés por ley. O está muy limitado, por no decir prohibido, citar a Twitter o Facebook en sus medios para sustituirlos por «redes sociales» sin más. Cuando los reproductores musicales Walkman invadieron su mercado, era obligado pronunciar el vocablo «baladeur». Si hace un par de décadas el gobierno impulsó políticas de protección de su idioma... hizo lo mismo con su industria, de la que en algunos casos es hasta accionista.
El proteccionismo francés ante la llegada de la Gigafactoría de Tesla
Si en España apenas hay marcas autóctonas, aunque fabricamos muchas de origen extranjero, en Francia ocurre algo que salta a la vista: la gran, enorme mayoría de coches que se vean rodando por la calle, serán de marcas francesas. El grado de protección con el que los franceses cubren a su industria va más allá de las propias regulaciones europeas, y han propuesto tasas y aranceles para coches eléctricos que vengan desde fuera del país. La presencia de una factoría de Tesla en su país sería un enorme acicate para con esta regulación, que podría plegar velas o adaptarse a vehículos y marcas que fabriquen fuera de su territorio.
Todo apunta a que los herederos de Napoleón están mascando un «sorpaso» al proyecto valenciano, algo que a la postre resultaría muy decepcionante para los intereses de la región y el país. Ojalá las condicionantes que encuentre en la costa mediterránea sean mejores que las que les ofrezcan nuestros vecinos del norte, donde el Grupo Renault —empresa de la que el estado francés tiene el 15% de las acciones— ha concentrado su producción de vehículos eléctricos.