Frases para la historiaCitas famosas del mundo del motor (I)
Recopilamos algunas de las citas célebres más impactantes, ingeniosas y divertidas relacionadas con las competiciones sobre cuatro ruedas. Os ofreceremos un total de siete artículos. Perlas de sabiduría de la boca de los pilotos más relevantes de la historia en la Fórmula 1 y los rallyes ¿Qué frases te han gustado más?
En Motor.es iniciamos una serie de artículos que recopilan las mejores citas relacionadas con el universo del automovilismo. Pequeñas frases llenas de ingenio o declaraciones que llaman la atención por su forma de transmitir conceptos y sensaciones, relacionadas con el automóvil, la Fórmula 1, los rallyes y otras competiciones sobre cuatro ruedas.
En esta primera entrega nos centraremos en las carreras. Muchas frases ya las conocerás y otras te sorprenderán, pero empezamos con una de las citas más famosas de la historia salida de los labios de Ayrton Senna: «Correr, competir, lo llevo en la sangre, es parte de mi vida».
Las frases de célebres pilotos que dejaron huella
El brasileño transformó la Fórmula 1 para siempre. Una competición que levanta pasiones y de la que el piloto argentino Carlos Reutemann señalaba lo siguiente: «En el mundo de la Fórmula 1 todo cuesta mucho. Hacer un coche, conocer un circuito, lograr un buen tiempo, ganar...lo que no es fácil. Y si uno gana, se hace más difícil que antes, seguir ganando. La Fórmula 1 es una mezcla sensaciones, luces, sombras y colores de un ‘circo’ distinto que exige todo tipo de sacrificios y que, muchas veces, se paga con la moneda de la muerte».
Pero si la Fórmula 1 exigía (y exige) mucho esfuerzo, los rallyes no son menos. Aunque Hannu Mikkola, campeón del mundo en 1983, opina que hoy en día no son tan duros. «Considerando el factor resistencia en los viejos tiempos, los rallyes de hoy son para niños. Tomábamos la salida en el Acrópolis a media noche y rodábamos dos días y dos noches seguidos antes de detenernos. Pienso que los cambios han sido positivos a pesar de que tuve bastantes éxitos en esas largas pruebas. Recuérdese que la base de los rallyes es la publicidad y que los aficionados pueden seguir mejor las pruebas durante el día. Ahora no está permitido pilotar cuando se está muy cansado. Antiguamente, la resistencia y el cansancio eran un desafío más».
El bicampeón Walter Röhrl resumía su experiencia en los rallyes de una manera sencilla: «El secreto de esta especialidad radica en frenar un segundo después de lo que indica el sentido común y acelerar un segundo antes de lo que impera la lógica».
Algo parecido declaraba Michael Schumacher: «Mi objetivo es frenar, siempre, justo después de las marcas dejadas por los otros pilotos». Es obvio que, con siete títulos a sus espaldas, esa técnica le dio muy buen resultado.
Frases de leyendas que te inspirarán también para la vida
El genio francés Jean Ragnotti lo tenía claro: «Sólo freno cuando veo imposible el paso a fondo». Sólo hay que recordar la espectacular conducción de Jeannot al volante de sus Renault para comprobar que era una verdad como un templo.
Por su parte, nuestro campeón Carlos Sainz decía: «Los pedales están para pisarlos a fondo. Si quitas el pie del acelerador es para apurar una frenada y si sueltas el pie del freno es para volver a dar gas al máximo». No hay un segundo que perder.
Froilán González “El Cabezón”, ante la pregunta de qué tipo de circuitos prefería, señaló: «Me da exactamente igual. Yo siempre voy con el acelerador a tope»
Las carreras no son siempre a fondo. Después de una fantástica etapa en Nueva Zelanda, un periodista le preguntó a Colin McRae si había ido al límite en ese tramo. El piloto británico contesto: «Estoy en la meta, si hubiera ido a tope todo el rato no estaría aquí». Genio y figura.
Sobre este tema, uno de los mejores pilotos de la historia, Juan Manuel Fangio, dejó esta frase para el recuerdo: «Muchos creen que saber pilotar es saber volantear. Saber pilotar es mucho más: es saber frenar. Frenar, hijo, es todo un arte».
Otros pilotos recurrían a otros métodos para ganarle tiempo al cronómetro. Jim Clark, que ganó el Mundial de Fórmula 1 en 1963 y 1965, explicaba lo siguiente: «Cuando quiero ir más rápido no corro más, me concentro más».
Los pilotos de competición coinciden en que la velocidad no lo es todo
La velocidad es una de las claves en las carreras y para conseguirla no sólo basta con un buen piloto, también hace falta un buen coche. El fundador de Lotus, Colin Chapman, tenía claro cuál era la clave para tener un coche competitivo: «El peso es el enemigo», una máxima que se sigue aplicando hoy en día a los automóviles fabricados por esta marca. Chapman lo explicaba así: «Más potencia te hace más rápido en las rectas, menos peso te hace más rápido en todos los sitios».
De lo que no hay duda es que para ser el más rápido hay que correr riesgos. Gilles Villeneuve lo tenía claro: «Si todo parece bajo control, es que no vas suficientemente rápido». El piloto canadiense tenía una visión personal de la competición. ¿Cómo podemos conocer los limites si no tratamos de sobrepasarlos?», decía.
Al piloto de Ferrari no le gustaban las cosas fáciles. «La carrera perfecta para mí es: logro la pole en el último momento, tengo un problema en la salida, remonto desde la última posición y me pongo primero en la última curva». Una frase que da muestra de su carácter y permite saber por qué Gilles Villeneuve permanecerá siempre en la memoria de los aficionados de Ferrari.
La suerte también es un factor clave, para qué negarlo. Juha Kankkunen cruzó la línea de meta del RAC Rally de 1993 con su Toyota Celica seriamente dañado por un accidente, haciéndose con la victoria. Kenneth Eriksson, que terminó en segunda posición no daba crédito. «¿Cómo es posible que tengas tanta suerte? Vi los restos de tu coche, 500 metros después de la salida hay dos curvas a la derecha. Derrapaste demasiado en ambas. Golpeaste con fuerza un tronco y lo lanzaste en mitad de la carretera, pero nunca pinchaste ¡En una situación así yo habría hecho saltar una rueda por lo menos!»
Cuando la autocrítica también es parte de frases memorables
Y hablando de suerte, no se puede dejar de mencionar a Chris Amon. El piloto neozelandés ganó las 24 horas de Le Mans en 1966 pero nunca consiguió ganar una carrera en sus 14 temporadas en la Fórmula 1. Estuvo a punto de conseguirlo varias veces, pero siempre ocurría algo que se lo impedía. Mario Andretti bromeaba con esta situación: «Si fuera un enterrador, la gente dejaría de morir».
Sin embargo, Amon tenía una visión bien distinta de lo que es la fortuna: «La mala suerte no existe. Es algo que nos creemos, una escapatoria. En realidad llamamos infortunio a la conjunción negativa de hechos que no hemos sido capaces de prever». Todo un ejercicio de autocrítica.
Algo de razón llevaba el neozelandés, porque antes que la suerte está el sentido común. Sobre este extremo, el piloto australiano Frank Gardner, que compitió en Fórmula 1 en los años 60, decía: «Para llegar primero, primero hay que llegar». Juan Manual Fangio ya lo dijo antes: «Las carreras no se ganan en la primera curva. Muchas veces se pierden».
El riesgo hay que saber gestionarlo, como el sacrificio
Y es que los pilotos arriesgan en muchas ocasiones para conseguir una buena posición, aunque algunos, con un talento innato, hacen fácil lo difícil. Ayrton Senna señalaba: «No hay curva en la que sea imposible adelantar. Sólo es cuestión de decidir cuál es el mejor momento para hacerlo. Sobre todo con una buena mezcla de valor y locura».
De locura saben bien aquellos que han pilotado en el viejo circuito de Nürburgring-Nordschleife. Jackie Stewart, tras una de sus victorias en el trazado alemán, afirmaba: «Las cosas te pueden salir bien o no, puedes ir rápido o no, pero el que diga que ama Nürburgring, o miente o no ha ido lo suficientemente rápido».
Se puede debatir si los pilotos están un poco locos, pero de lo que no hay duda es que es una profesión que requiere una enorme dedicación. Aunque según Pedro De la Rosa, ningún sacrificio: «He trabajado muy duro, muy duro para llegar asta aquí ¿Sacrificios? Ninguno. Fue duro, pero no sacrificado, sacrificio es hacer algo que tú no quieres hacer».
Quizá sí que haya ciertos sacrificios, en lo que respecta a la vida personal ¿Has pensado cuántos pilotos de Fórmula 1 tienen hijos mientras están activos en el Mundial? Enzo Ferrari lo tenía claro: «El piloto que tiene un hijo, pierde medio segundo por vuelta».
Antes de fundar Scuderia Ferrari, «il Commendatore» lo aprendió todo de Alfa Romeo. Fue un hombre muy expresivo y, tras conseguir su primera victoria con su propio coche derrotando a Alfa Romeo, confesó: «Lloré de alegría. Pero mis lágrimas de entusiasmo se mezclaron con las de tristeza porque pensé, hoy he matado a mi madre».
Y si empezamos con Ayrton Senna hablando de carreras y vida, qué mejor que terminar este capítulo con Enzo Ferrari diciendo: «Y solamente en la competición, yo veo la vida».