El futuro de los LMP2 no está claro, pero sí su estraficación en el WEC 2023
Aunque es difícil determinar si la categoría LMP2 seguirá siendo parte del WEC a partir de 2024, para el próximo año los prototipos verán reducida su potencia para conseguir la estratificación necesaria con los hypercar.
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Publicado: 08/12/2022 08:30
Si algo ha dejado claro la última reunión del Consejo Mundial del Motor del año, celebrada en Bolonia, es que el futuro de la categoría LMP2 en el WEC es incierto. Parece un contrasentido, pero la realidad es que la FIA no ha determinado qué hacer con estos prototipos, por mucho que distintos medios especializados dieran por sentado que se iba a anunciar la exclusión de la clase LMP2 del WEC de cara a 2024.
Tan posible es que los LMP2 no tengan continuidad en el WEC más allá de 2023 como que FIA y ACO se las apañen para que tengan presencia en el Mundial, tarea que por otra parte no es nada fácil. Por el momento, y a pesar de las distintas informaciones sugeridas, la desaparición de la clase LMP2 de la parrilla del WEC no se ha anunciado y los que así lo creían apuntan a que la extensión del ciclo técnico -homologación- de estos coches se prolonga hasta finales de 2025.
Los LMP2 del WEC tendrán perderán 10 kW de potencia y 500 revoluciones por minuto respecto a 2022
Mientras las especulaciones sobre el futuro de los LMP2 continúan, la única realidad tangible es que los prototipos que dan forma a esta categoría verán ajustada su potencia en 2023 para crear una correcta estratificación con la nueva clase hypercar en la que, ya sí, estarán en lucha directa prototipos LMH y LMDh. Los ajustes de rendimiento de los LMP2 también se darán en las European Le Mans Series (ELMS), aunque en sentido inverso.
En el caso del WEC, el ajuste de potencia de los LMP2 responde a la necesidad de dar forma a una escalera de rendimiento lógica en la que los prototipos LMH y LMDh estén por encima de los LMP2 en cualquier circuito y circunstancia, tarea que viene ligada a su vez que los LMP2 se mantengan por encima de los GTE de forma holgada, objetivo este último algo más sencillo con la desaparición de la categoría LMGTE-Pro con pilotos y equipos de fábrica.
Con la potencia a vueltas
El rendimiento de los motores Gibson V8 que se esconden detrás de todo LMP2 será reducido de forma ligera de cara a la temporada 2023. Concretamente, los LMP2 perderán 10 kW de potencia y 500 revoluciones por minuto. Con este movimiento de carácter adicional, FIA y ACO consiguen dar un mayor margen de rendimiento a los prototipos LMH y LMDh que dan forma a la clase reina del campeonato.
Por su parte, en las European Le Mans Series se seguirá el camino contrario, ya que los LMP2 son la clase superior del campeonato. En este sentido, los prototipos LMP2 que compiten en las ELMS tendrán de promedio unos 15 kW más de potencia en comparación con los niveles de potencia utilizados a lo largo de la temporada 2022.
Posibilidades vs. Realidades
Está claro que la posibilidad de eliminar la categoría LMP2 del WEC existe y que es quizá la solución más fácil para configurar la parrilla del campeonato. Sin embargo, la única realidad confirmada a día de hoy es que los LMP2 seguirán compitiendo en el Mundial en 2023, a la par que siguen siendo el vehículo de referencia en las series continentales de ACO.
En este sentido, sí está decidido que los LMP2 continuarán formando la clase superior de las European Le Mans Series (ELMS) y las Asian Le Mans Series (ALMS) más allá de 2023, condición que se debería mantener al menos hasta el final de la temporada 2025, coincidiendo con la introducción de la nueva generación de prototipos LMP2 que llegará en 2026. Para fraccionar los gastos de los equipos, los nuevos LMP3 no debutarán hasta la temporada 2027.
Fotos: United Autosports / Cool Racing