El futuro más inmediato de los fabricantes de la clase hypercar del WEC

Toyota Gazoo Racing valora desarrollar un nuevo hypercar, pero no tiene en mente llegar a la clase GTP del IMSA. Glickenhaus se saltará las últimas citas de 2022 para mantener la viabilidad del proyecto. Alpine apunta a LMP2. Peugeot Sport debutará en Monza y espera ser un actor protagonista para llegar a 2023 con la mejor preparación posible.

El futuro más inmediato de los fabricantes de la clase hypercar del WEC
Toyota Gazoo Racing celebra el doblete cosechado en la 90.ª edición de las 24 Horas de Le Mans.

4 min. lectura

Publicado: 15/08/2022 19:30

La 90.ª edición de las 24 Horas de Le Mans ya son cosa del pasado, lo que implica entre otras cosas que la temporada 2022 del WEC comienza su recta final. Los proyectos de los cuatro fabricantes presentes en la categoría hypercar se separan más que nunca, ya que los caminos a tomar no pueden ser más divergentes. Toyota Gazoo Racing cabalga hacia un nuevo título con permiso de Alpine, pero también valora desarrollar un nuevo prototipo LMH a corto plazo. Por el contrario, Alpine mira a la categoría LMP2, mientras que Peugeot y Glickenhaus serán parte de un 'cambio de cromos'.

Toyota tiene viento a favor para conseguir un nuevo título del WEC, pero una vez superada la celebración de su doblete en Le Mans, las incógnitas van por otro camino. La marca japonesa valora crear un nuevo LMH con el que pelear con la creciente competencia, optimizado esta vez sí a la normativa vigente. Eso sí, Toyota Gazoo Racing no tienen planes de competir con su hypercar en IMSA una vez que pueda compartir parrilla con los prototipos LMDh en 2023. Una decisión que, tras mostrar interés por disputar Daytona o Sebring, se podrían explicar desde la creación de este nuevo prototipo.

El futuro más inmediato de los fabricantes de la clase hypercar del WEC
Jim Glickenhaus posa con el trofeo de las 24 Horas de Le Mans tras el podio logrado por el Glickenhaus #709.

Tras vivir unas 24 Horas de Le Mans negras, para olvidar, Alpine empieza a encarar su adiós a la categoría reina del WEC. Un adiós que, en el fondo, es un hasta luego, ya que Alpine tendrá su propio prototipo LMDh en 2024. Sin embargo, en 2023 no podrán competir con su actual LMP1, por lo que la marca ha puesto sus ojos en la clase LMP2. La estructura planea mantenerse en activo durante el próximo año a través de un programa en LMP2 junto a Signatech. De hecho, Alpine habla de tener dos prototipos en la clase de plata.

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Laurent Rossi, CEO de Renault, ha explicado que la idea de Alpine es expandir su proyecto y tener un 'primer equipo' en competición y un segundo equipo de pilotos e ingenieros con el objetivo de desarrollar su LMDh. Un esfuerzo que contrasta con el programa 'contenido' de Glickenhaus. La firma americana ha presionado a ACO para poder competir en las mismas condiciones que Peugeot, toda vez que la firma francesa tiene una inscripción de temporada completa, pero sólo va a disputar las tres últimas rondas del WEC.

En este sentido, el camino de Glickenhaus y Peugeot es inverso. Glickenhaus competirá en Monza con un SCG 007 LMH, pero no estará en Fuji y Bahrein para evitar un colapso a nivel presupuestario del equipo, que quiere intensificar en 2023 su proyecto y aspira a que IMSA abra la mano y permite competir al prototipo de Jim Glickenhaus en Daytona y Sebring. Por su parte, Peugeot dibuja una 'propuesta' justo contraria y tras no competir en las tres primeras rondas del WEC, su 9X8 debutará en Monza y estará presente en las tres últimas rondas del campeonato.

Fotos: Toyota Gazoo Racing / Glickenhaus

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