Toyota trabaja en el futuro del taxi en Japón
Aunque los taxis japoneses dan muy buen servicio (de los mejores del mundo en grandes ciudades) están empezando a perder el tren de la modernidad. No solo han de renovarse los coches, también el modelo de servicio y la relación con los clientes.
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Publicado: 09/08/2016 18:00
En el país del sol naciente no hay reglas tan estrictas para operar un coche como taxi. Nissan y Toyota acaparan la amplia mayoría de taxis en el país, aunque Nissan dejó de fabricarlos el año pasado. Su futuro reemplazo generacional supone un negocio al que Toyota no piensa renunciar, ya que son miles de coches cada año, la flota asciende a unos 250.000 taxis. En Japón hay muy alta rotación de coches por lo costoso que supone mantenerlos más allá de los 10 años, debido a sus exhaustivas ITV (shaken).
En 2013 Toyota desveló en el Salón de Tokio su visión del taxi japonés del futuro, bastante inspirado en los black cab británicos producidos por London Taxi. Se trata de un monovolumen con diseño accesible y piso bajo, optimizado para personas con movilidad reducida, ancianos o usuarios extranjeros (debido a su equipamiento tecnológico, como traductor).
Veremos el JPN Taxi definitivo el año que viene
Mientras se ultima ese vehículo, Toyota trabaja con los representantes de los taxistas para perfeccionar el producto. Por otro lado, suena a compensación, después de anunciar el fabricante que invertiría en Uber -principal competencia para este gremio- si bien los términos del acuerdo no afectaban al país nipón. A los taxistas no les hizo ninguna gracia conocer dicho acuerdo.
Cualquiera que haya estado por Japón habrá comprobado que la aplastante mayoría de taxis son Toyota Crown, Nissan Crew o Nissan Cedric. El diseño noventero se ha ido actualizando muy levemente, para mantener un precio ajustado. Estos coches se usan exclusivamente como taxis, coches de empresa o para autoescuelas. Ford hizo algo similar en Estados Unidos con los Crown Victoria. Los interiores son muy espartanos, y es normal verles con tapacubos en vez de llantas.
Hay modelos más modernos, como Toyota Crown Hybrid, Prius, Nissan Leaf, etc.
Estos sedanes tienen el problema de no estar adaptados ni a la vida digital ni a las necesidades especiales de algunos pasajeros. Una solución como el JPN Taxi o el London Taxi es más óptima, porque son vehículos diseñados desde cero como taxis, no son adaptaciones de coches convencionales. La forma se sobrepone a la función, está claro.
El memorando de entendimiento firmado entre Toyota y la federación japonesa de taxistas pretende popularizar los taxis de diseño universal, recopilar las especificaciones necesarias para mayor disfrute de los clientes, y avanzar en tecnologías de conducción autónoma para el futuro. De hecho, Toyota quiere tener en 2020 un modelo de taxi autónomo, aunque eso no le guste a muchos taxistas. Otros, en cambio, lo apreciarán, al poder dedicar su atención a los clientes en vez de conducir.
Un breve vistazo a los taxis japoneses actuales
Distinguiremos los taxis oficiales por las placas verde de matrícula. No existe un color unificado ni reglamentario, cada compañía de taxi utiliza el diseño que quiere para diferenciarse de sus competidores. Los precios varían muy poco de una compañía a otra, así como los coches que usan. Las tarifas son fijas para los primeros dos kilómetros (600-700 yenes), y luego incrementan por fracciones de 300-400 metros (80-90 yenes). El taxímetro también avanza por tiempo si hay una detención prolongada.
En cualquiera de estos coches encontraremos a un conductor trajeado, con guantes blancos, normalmente educado, y que no suele hablar inglés ni otros idiomas. Las direcciones hay que suministrarlas en papel o un mapa, o mejor, en coordenadas de GPS. El sistema nipón de clasificar calles es tan enrevesado que ni algunos taxistas lo comprenden. Los coches están limpios y tienen cubierta la tapicería con fundas que se lavan a menudo.
La puerta trasera izquierda, la que da a la calle, se abre y cierra remotamente, no hay que tocarla. Durante el día los taxis son caros comparados con el transporte público, pero por la noche están muy demandados al no haber alternativas. Obviamente el servicio es un poco más caro por la noche, entre las 22:00 y las 05:00, las tarifas incrementan un 20%. Cuando aprieta el calor, sumamente sofocante por la humedad, los chóferes permanecen con los motores encendidos y el aire acondicionado para que no se conviertan en saunas para ellos ni sus clientes.
Que el diseño "obsoleto" de los taxis más populares no nos despiste. No son coches viejos, son de reciente fabricación, con un diseño antiguo. Bajo el capó tienen propulsores actualizados, casi ninguno utiliza motor diésel, es más, la mayoría funciona con gas ¡de fábrica! Resulta chocante la combinación de diseño noventero con luces LED traseras y cosas por el estilo.
Japón es un país muy tradicional, y eso se nota en sus taxis
Al haber terminado la producción de los Crown Confort, Crew y Cedric, los taxistas tendrán que adoptar nuevas monturas. Se supone que el JPN Taxi será la elección obvia. El prototipo es híbrido, desconocemos si el modelo definitivo será a gas, híbrido convencional o híbrido enchufable. Más adelante modelos de hidrógeno serán alternativas viables. Japón apuesta fuerte tanto por los eléctricos como por el hidrógeno.
Por último, unas cuestiones de tipo cultural para los viajeros. El conductor seguramente esté callado todo el viaje, y no hay que darle propina, podría ofenderse. La luz verde significa ocupado, la roja disponible (al revés). La mayoría usa retrovisores de aleta por reducir el ancho del coche, no invadir la "intimidad" del pasajero delantero, y tener un menor ángulo muerto. Este tipo de espejos era muy común en Japón hace unos años, pero ya en los años 80 se adaptaron al sistema internacional para no tener que usar dos diseños. En modelos 100% japoneses es común verlos todavía.