G-Niva, el resultado de fusionar el Mercedes Clase G con el Lada Niva
¿Te has preguntado alguna vez cómo sería el todoterreno resultante de fusionar el exclusivo y brutal Mercedes Clase G con el incombustible y rudo Lada Niva? Estas recreaciones nos permiten dejar volar la imaginación y descubrir qué aspecto tendría este hipotético modelo.
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Publicado: 21/04/2020 18:45
El Mercedes Clase G y el Lada 4x4 (también conocido como Lada Niva) son dos modelos antagónicos. ¿El motivo? Por una parte tenemos al todoterreno de Mercedes que con su último cambio generacional sufrió una auténtica evolución a nivel tecnológico. Es un vehículo más conectado, seguro y, en definitiva, avanzado. Y por otro lado, tenemos al incombustible modelo de Lada. Un verdadero «superviviente» a los nuevos tiempos que corren. A pesar de su veteranía, mediante pequeñas actualizaciones y/o mejoras en su gama ha permanecido a la venta.
Ahora bien, ¿qué ocurriría si fusionáramos ambos modelos? Gracias a un diseñador podemos dar respuesta a dicha pregunta. El resultado es el G-Niva, un todoterreno nacido fruto de combinar el Mercedes Clase G con el Lada Niva. Las recreaciones que acompañan este artículo nos muestran cómo sería este pintoresco todoterreno que haría las delicias de los amantes de este tipo de vehículos.
Salta a la vista que el diseñador del G-Niva ha optado por un vehículo de dimensiones más comedidas, alejándose del impresionante tamaño que tiene el modelo de Mercedes. Independientemente desde el ángulo que sea observado el exterior, encontraremos referencias a los dos vehículos que han sido usados como base. Debemos poner especial atención a la parrilla, grupos ópticos y las formas abultadas de los pasos de rueda.
Otra de las claves del diseño exterior del G-Niva es su techo, compuesto de dos paneles de vidrio que pueden ser desmontados manualmente para disfrutar de una conducción a cielo descubierto.
¿Y qué hay del interior? Si nos aventuramos en el habitáculo del G-Niva nos veremos envueltos rápidamente por un ambiente retro-futurista. Y es que hay un gran contraste entre diversos componentes. Por ejemplo, basta con echar un vistazo al volante y al cuadro de instrumentos digital. Lo cierto es que el equipamiento tecnológico es notable, pero debido al diseño de los gráficos y la forma en la que es mostrada la información, nos transmite la sensación de tratarse de un sistema multimedia propio de un vehículo antiguo.
Otros detalles del interior que merece la pena subrayar son las salidas de aire cuadradas o el módulo de la climatización. Además, carece de una palanca de cambios, puesto que el selector de marchas está situado detrás del volante. También merece la pena señalar las inserciones de fibra de carbono y los tapizados usados tanto en los asientos como en otros lugares del habitáculo.
Fuente: Aleksandr Isaev