Geely y Volvo planean convertirse en proveedores de motores... ¡de Daimler!

Al igual que Volkswagen ha decidido compartir su nueva plataforma MEB para coches eléctricos con otros fabricantes, los suecos de Volvo y la matriz china a la que pertenecen han puesto las zarpas en los motores. El consorcio pretende alzarse como un proveedor de motores para otros fabricantes.

Para algunos, una solución de calado que les puede ahorrar mucho dinero en desarrollo e investigación de las tecnologías necesarias para cumplir con las cada vez más exigentes normativas de emisiones y mantener un nivel de prestaciones, especialmente si hablamos de los diésel, sentenciados por muchos, incluida Volvo.

De hecho, la sueca ya ha apuntando que sus planes pasan por una transformación completa, abandonando totalmente la combustión y ceñirse estrictamente a los coches eléctricos, por lo que más pronto que tarde no necesitará motores de combustión, dedicando la parcela al desarrollo para otros fabricantes.

En principio, se habla de motores pequeños, por lo que podemos entender los tres cilindros de 1.5 litros. Pero, en esta ecuación surge el gigante de Daimler, del que Geely cuenta con el 10 por ciento de las acciones y que pretenden sea uno de los clientes, especialmente porque el grupo alemán carece de estos propulsores tan pequeños, y que puede abrir una nueva vía para los modelos compactos de Mercedes.

Por ahora, la fuente de «Manager Magazin» apunta que el máximo dirigente de Geely ya ha iniciado conversaciones con la oferta encima de la mesa a los gerentes del grupo de la estrella, pero no han fructificado como se esperaba. Quizás, en un futuro más lejano, Mercedes se lo plantee seriamente pero lo cierto es que se antoja complicado.

Es cierto que mantienen una alianza con Renault para motores de cuatro cilindros, pero los alemanes los reciben, desmontan y los vuelven a montar con sus dispositivos y tecnologías, además de que esta cooperación casi pende de un hilo, por lo que la aspiración de Geely se puede sentir como algo lejano y difícil de cumplir.

Fuente: Manager Magazin