General Motors abandona de nuevo Europa, esta vez con su fallido proyecto de eBikes
Las malas cifras de ventas ha provocado que General Motors haya decidido cerrar de improviso su proyecto de bicicletas eléctricas. Estas eran fabricadas en los Estados Unidos pero solo eran comercializadas en Europa, bajo el sello Ariv y con una tarifa de precios notablemente alta.
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Publicado: 16/05/2020 16:00
Hace poco más de un año General Motors nos sorprendía con el lanzamiento de Ariv, una línea de modernas bicicletas eléctricas o eBikes que habían sido desarrolladas por su propia división de soluciones de movilidad urbana. Esta gama de modernas bicicletas eran la apuesta de la corporación estadounidense para soluciones de movilidad sostenible a cortas distancias.
Curiosamente, a pesar de la inversión realizada y de no tener prácticamente presencia alguna en Europa, la nueva gama Ariv solo fue lanzada comercialmente en el viejo continente. Por lo que tras la retirada de Chevrolet, la reciente venta de Opel al Grupo PSA y la paulatina desaparición de los pocos modelos de nicho de Chevy y Cadillac que aún estaban disponibles en unos pocos mercados europeos, la única y verdadera presencia oficial de la corporación de Detroit eran estas nuevas bicicletas eléctricas.
Lamentablemente, las ventas no han acompañado y General Motors ha decidido cerrar por completo el grifo y olvidarse del proyecto, como una medida más de ahorro de costes ante el enorme bache financiero que ha supuesto la crisis sanitaria de estos últimos meses. En los 3 primeros meses del año, las cuentas de GM sufrieron pérdidas antes de impuestos valoradas en 1.400 millones de dólares.
Los elevados precios de estas bicicletas eléctricas tampoco han ayudado demasiado, pues esta pequeña marca de General Motors solo contaba con 2 modelos, la Meld y la Merge, esta última de tipo plegable. Ambas de diseño muy similar pero precios muy dispares y altos. Si la primera tenía un costo de 2.750 €, el modelo plegable ascendía a 3.400 €.
Las especificaciones de ambos modelos eran idénticas pues solo había disponible una versión mecánica. Sus baterías eran capaces de realizar una carga completa en solo 3.5 horas y estas le permitían un rango de autonomía máximo de 65 km. En ambos casos la velocidad máxima era de solo 25 km/h. Cifras que las situaban en la media de un mercado que está plagado de ofertas europeas y asiáticas mucho más económicas y en algunos casos, incluso procedentes de marcas de más renombre que este nuevo sello estadounidense. Aún así, los responsables del cancelado proyecto han declarado que esta iniciativa ha supuesto toda una experiencia y ha «generado muchos conocimientos en materia de micromovilidad para GM, que probablemente sean implementados en futuros proyectos».