General Motors y sus planes para volver a Europa con coches eléctricos
Poco a poco, GM va reconstruyendo su aparato europeo después de la venta de Opel y Vauxhall a PSA. A medio plazo, el fabricante americano volverá a tener presencia con coches eléctricos, que tienen menos impedimentos normativos que su producto tradicional.
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Publicado: 17/02/2023 18:00
En los últimos años, General Motors pasó de ser el gigante número 1 de la automoción a un gran fabricante, pero a escala estadounidense. El mercado europeo fue prácticamente abandonado, y no fue el único. En Detroit decidieron que era mejor centrarse en unos pocos mercados mundiales, a menor escala, pero ganar más dinero por unidad vendida.
Pero en realidad General Motors no terminó de irse del todo. Es cierto que se deshizo de Opel y Vauxhall -compradas por PSA-, anteriormente de Saab, que HUMMER no superó el visto bueno de los hombres de negro de Washington D.C. (es lo que tiene pedir un rescate de miles de millones de dólares al Gobierno de EEUU), y que la era Chevrolet europea terminó también.
GM ha mantenido en Europa una mínima infraestructura en Zúrich (Suiza), y unos pocos concesionarios se han nutrido de exportaciones de Chevrolet Corvette y algunos Cadillac, especialmente los XT4, como marcas de nicho. Hablamos de apenas 1.587 unidades en Europa en 2022, una cifra paupérrima para lo que GM llegó a ser -especialmente en Europa-.
Con semejantes volúmenes, no tiene sentido plantearse vender coches de bajo precio, pues costaría justificar una red de distribución mayor -que hay que hacer de nuevo-, y los costes regulatorios no merecen la pena para multitud de modelos. Pero claro, con los coches eléctricos hablamos de otra historia, la misma oportunidad que han encontrado tantos fabricantes chinos. Homologarlos es más fácil.
Ahora GM tiene claro que la Unión Europea apuesta a largo plazo por los coches eléctricos y ha cerrado la puerta a la combustión a partir de 2035. La hoja de ruta de GM también va en esa dirección, aunque sea a largo plazo. Mary Barra, la consejera delegada del gigante americano, dijo el año pasado que no se arrepiente de haber vendido o cerrado las marcas europeas.
El objetivo de GM a medio plazo es de tener otra vez un papel en Europa, pero en la misma medida que ciertos fabricantes chinos: como si fuese una empresa nueva, que en cierto modo lo es, centrada en la electromovilidad y con una oferta creciente de modelos. A diferencia de ciertos fabricantes, GM ha pensado en masificar los eléctricos en segmentos de precio más populares.
Un nuevo fichaje se ha anunciado para la región europea, Ludovic Basset, que tendrá por función llevar las relaciones con las autoridades europeas -llamémoslo lobista-. Este francés de 46 años tiene 15 de experiencia en trabajar con políticos de la UE y viene de la asociación industrial de la motocicleta ACEM.
General Motors no está en la patronal europea de los fabricantes de coches. Sí están el BMW, DAF, Daimler Truck, Ferrari, Ford, Honda, Hyundai, IVECO, Jaguar Land Rover, Mercedes-Benz, Renault, Toyota, Volkswagen y Volvo. Sí, los más observadores habrán visto que tampoco está Stellantis, y no ha dejado de ser -precisamente- un fabricante europeo.
Dado que GM no tiene fábricas en Europa, ni las va a tener de acuerdo a la información sobre planes de futuro, no necesita pasar por la ACEA para representar sus intereses en Bruselas. En dicha ciudad GM tiene oficinas para ese propósito. Está claro que Basset no tendrá que perder ni un minuto de su tiempo en defender motores de combustión de GM, y los eléctricos no hace falta defenderlos mucho, al menos ahora.
La campaña publicitaria sobre estas líneas nos permiten ver las intenciones de GM a corto plazo. Tal vez el Chevrolet Silverado EV no vaya a ser ningún éxito de ventas en Europa (y eso si llega), pero los Blazer y Equinox podrían encajar bien. No así Bolt EV/EUV, que se dejarán de producir en cuestión de meses y no será reemplazado por un modelo pequeño.
Lo que podemos esperar es que GM se plantee una vuelta ordenada, principalmente apoyada en Chevrolet y Cadillac, con los nuevos coches eléctricos que vayan apareciendo. Al igual que marcas como NIO o BYD, tendrán que empezar con una red pequeña en ubicaciones selectas, véase en Noruega, Suecia, Holanda, Alemania o Dinamarca.
En esos países el poder adquisitivo es más alto y también la penetración de los vehículos eléctricos. Un país como el nuestro no será una prioridad, a menos que el mercado se anime mucho, pero no parece que vaya a ocurrir a corto plazo sin que medien a la vez incentivos estatales más allá de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las grandes ciudades.