¿Se está desinflando el globo de la batería de estado sólido? Volkswagen busca alternativas ante los retrasos

El mercado de las baterías, presente y futuro, lleva meses bastante agitado. No en vano, los actores principales saben bien que se encuentran en un momento crucial para definir su importancia en el concierto internacional a medio y largo plazo.

La cosa está así: las baterías de iones de litio con electrolito líquido monopolizan el mercado, pero las baterías de iones de sodio comienzan a asomar la cabeza como alternativa para determinados vehículos.

Sin embargo, tanto fabricantes de automóviles como de baterías tienen clara una cosa: el futuro son las baterías de iones de litio con electrolito sólido. Lo que conocemos popularmente como baterías de estado sólido.

«El interés de los inversores en las baterías de estado sólido ha disminuido. Se preguntan si el riesgo merece la pena»

La burbuja de la batería de estado sólido

Unas líneas más arriba he afirmado que existe consenso acerca de la importancia que tomará la batería de estado sólido en la industria automotriz en los próximos años.

Sin embargo, poco a poco comienzan a surgir dudas acerca de dicha afirmación. El director de tecnología de Mercedes, por ejemplo, comparó recientemente las promesas relativas a las baterías de estado sólido con las del coche autónomo.

Esta comparación tiene un contexto: la conducción plenamente autónoma lleva años anunciándose, pero nunca termina de llegar por la extraordinaria complejidad técnica que requiere. Por tanto, lo que Mercedes afirma es que las baterías de estado sólido están aún lejos de llegar porque se ha infravalorado el reto que representa.

Pero Mercedes no es la única empresa que ha alertado sobre este asunto. StoreDot, uno de los fabricantes de baterías de mayor reconocimiento, afirmó a finales de 2022 que la batería de estado sólido no se consolidaría en el mercado al menos hasta principios de la próxima década. Y ahora Volkswagen da indicios en una dirección similar.

Volkswagen busca alternativas

Lo cierto es que hace pocos días te contábamos que Volkswagen había emitido un primer veredicto muy positivo de las baterías de estado sólido de QuantumScape probadas recientemente.

La compañía californiana cuenta con PowerCo, filial de Volkswagen, entre sus accionistas. Y, tras enviar a finales de 2022 los primeros prototipos de batería de estado sólido a diferentes fabricantes de automóviles, 12 meses después hemos conocido los primeros resultados.

Sin embargo, no todo parece ir tan rodado como ambas compañías afirman, pues hemos sabido que el gigante automotriz alemán ha iniciado conversaciones con Blue Solutions, filial de Bolloré, para el suministro de baterías de estado sólido.

La causa es que los plazos marcados por QuantumScape no se han cumplido y Volkswagen empieza a valorar otras alternativas que le permiten continuar en la carrera por ser el primer fabricante en incorporar este tipo de tecnología en sus vehículos.

El hecho es que Blue Solutions ya fabrica baterías de estado sólido para autobuses eléctricos de Daimler y ha firmado un acuerdo de colaboración con BMW. El reto ahora consiste en adaptar esta tecnología a las exigencias de los coches y Volkswagen no quiere perder terreno.

Caen las inversiones en baterías de estado sólido

En 2023, las baterías de electrolito sólido han ido perdiendo atractivo entre los inversores. Según Rory McNulty, de Benchmark Mineral Intelligence, muchas promesas no se han cumplido, y tanto fabricantes de automóviles como inversores han experimentado desafíos.

Las cifras apoyan dicha afirmación, ya que el año pasado la cantidad de actividad global de acuerdos de capital de riesgo en empresas de baterías de estado sólido cayó un 72%, de 528 a 146 millones de dólares, según datos de PitchBook.

«El interés de los inversores en las baterías de estado sólido ha disminuido. Se preguntan si el riesgo merece la pena», dijo Jeff Peters, socio de Ibex Investors, a Reuters. El tiempo lo dirá.

Fuente: Forococheselectricos.com | Reuters