El gobierno español ha visto las orejas al lobo e intenta 'camelarse' a los fabricantes chinos, y de momento le está saliendo bien
La visita oficial de Pedro Sánchez a China ha generado más revuelo del esperado, sobre todo por sus declaraciones posicionándose ahora en contra de los aranceles europeos contra los coches eléctricos procedentes del gigante asiático.
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Publicado: 12/09/2024 11:00
Continúa la 'batalla' entre Europa y China a cuenta de los aranceles adicionales que la Comisión Europea quiere imponer a la exportación de coches eléctricos chinos a la UE. Y el último detonante lo ha provocado, en este caso, el presidente español, Pedro Sánchez.
En su visita oficial a China, Sánchez se ha reunido con importantes actores de la industria automovilística, con los que se han realizado avances para atraer más inversiones en nuestro país con el coche eléctrico como protagonista. Pero también habló ante los medios, en unas declaraciones que han retumbado en la UE.
«Creo que todos nosotros necesitamos reconsiderar nuestra posición. Las guerras comerciales no interesan a nadie. Desde España, lo que vamos a hacer es ser constructivos y tratar de encontrar una solución, un compromiso, entre China y la Comisión Europea. Si me preguntan, responderé que estamos reconsiderando nuestra posición», afirmó el presidente del Gobierno.
Estas declaraciones se producen tras las amenazas del gobierno chino a imponer sus propios aranceles contra la importación de productos porcinos desde España, entre otros países europeos. Un movimiento que, de confirmarse, pondría en duda un sector que realiza ventas por importes superiores al millón de euros.
«No hay grietas en Europa»
Las declaraciones de Pedro Sánchez a buen seguro que generarán un gran remolino en la Unión Europea, principalmente porque España siempre se había posicionado a favor de los aranceles. De hecho, durante una votación no vinculante realizada en julio, nuestro país votó en línea con la estrategia favorable a los aranceles que lideraba junto a Francia e Italia.
El cambio de postura por parte de España ha sido refrendado por un portavoz del gobierno alemán, un país que se había mostrado cauto y a medio camino entre ambas posturas. Y es que esa ha sido la estrategia de China en los últimos meses: dividir a los países del bloque comunitario europeo antes de la votación definitiva que se realizará antes de noviembre para votar por los aranceles definitivos.
Una división que ha negado el ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, tras las declaraciones de su jefe Pedro Sánchez. «Estamos avanzando en el concepto de seguridad económica abierta», aseguró Cuerpo, que apuesta por un «diálogo constructivo» con las autoridades y empresas chinas para alcanzar un acuerdo.
España, un atractivo para las inversiones chinas
Las empresas automovilísticas chinas se están moviendo con premura para establecerse en el mercado europeo, y eso pasa por instalar fábricas en nuestro suelo. BYD, número 1 en la fabricación de coches enchufables, ya ha iniciado este camino con sus futuras fábricas en Hungría y Turquía.
España será un territorio importante, un «polo de atracción de inversiones» por su ubicación y tradición en el sector del automóvil. Así lo reconoce el ministro español: «Somos líderes en la fabricación de vehículos tradicionales y ahora debemos hacer la transición hacia la nueva industria del eléctrico».
Visto este interés, y las amenazas contra el sector porcino, se puede entender el cambio de postura del gobierno español. Nuestro país ya ha dado la bienvenida a Chery, que se ha instalado en las antiguas instalaciones de Nissan en Barcelona para dar vida a los vehículos de su marca OMODA.
La presencia de Pedro Sánchez en China ha estado marcada por las visitas a otros gigantes como SAIC, empresa matriz de la marca MG, que busca emplazamientos en Europa. El fabricante de baterías chino Envision, así como Hunan Yuneng, son otros actores importantes para España.
En el caso de Envision, ya está comprometida en invertir 2.500 millones de euros para instalar una fábrica de baterías en Extremadura, y ahora parece decidida a invertir otros 900 millones de euros adicionales para levantar una fábrica de electrolizadores. Una medida que potenciaría la producción de hidrógeno verde en la región.