Donald Trump versus Goodyear, boicot presidencial al fabricante de neumáticos

Si pensamos que España tiene un clima político agitado, ni mucho menos es una situación exclusiva de esta tierra. En Estados Unidos también tienen una sociedad muy polarizada, puede que incluso más que la nuestra, ya que es un sistema bipartidista casi perfecto: demócratas y republicanos llevan turnándose la Casa Blanca desde bien entrado el Siglo XIX.

Nos vamos a Topeka (Kansas), donde se ubica una factoría de Goodyear. Se trata del fabricante americano de neumáticos más importante, y prácticamente uno de cada cuatro coches que se fabrican allí tienen sus ruedas en origen. En una charla sobre política de empresa a los empleados, apareció una diapositiva bastante controvertida.

En ella, la compañía considera que son tolerables el apoyo a causas como «Black Lives Matter» (en defensa de los afroamericanos) y orgullo LGTB. En la lista de ideologías no toleradas estaban «Blue Lives Matter» (equivalente del BLM para los policías), «All Lives Matter» (todas las vidas importan), «MAGA» (siglas del eslogan Make American Great Again de Trump) y simbología política de toda clase.

De acuerdo al medio local WIBW, un empleado sacó una foto a la diapositiva y la filtró a Internet, causando un gran revuelo. Supuestamente la diapositiva se originó en las oficinas centrales de Akron (Ohio). El empleado lo hizo anónimamente, protestando por la falta de neutralidad de la compañía de neumáticos, y temiendo represalias.

Y cuando el presidente tuitero lo vio, su reacción fue muy previsible. Pidió hacer un boicot a Goodyear por no permitir a los empleados usar gorras de «Make America Grea Again», e invitando a comprar otras ruedas por menos dinero. Al poco de aparecer dicho tuit (a Trump le siguen 85,4 millones de cuentas) la empresa lanzó un comunicado.

Decía así: «En primer lugar, la diapositiva mencionada no fue creada ni distribuida por Goodyear, y tampoco formaba parte de una formación sobre diversidad». Suena a retirada. El empleado que filtró la diapositiva dijo lo contrario, que ese material se distribuyó en todas las plantas y oficinas de Goodyear en Estados Unidos.

Reproducción del comunicado de Goodyear tras el tuit presidencial

El medio antes citado preguntó a la empresa si la diapositiva era iniciativa de algún empleado de Topeka, pero no recibió respuesta. Además, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, declaró que era tan válido el mensaje «Black Lives Matter» que «Blue Lives Matter», una cuestión sobre igualdad.

La limusina presidencial, «The Beast», calza neumáticos Goodyear, y por lo visto no hay alternativa en el mercado

En el comunicado de Goodyear tratan de salir del atolladero diciendo que no son excluyentes las defensas de los afroamericanos o los policías, y que apoyan la igualdad y el respeto a los agentes y la ley. La empresa, según el comunicado, lo que no admite de ninguna forma es cualquier mensaje de acoso o discriminatorio.

Es muy pronto para saber si habrá algún efecto sobre la empresa o si habrá un boicot apreciable, pero hablamos de una empresa que tuvo una facturación de 15.000 millones de dólares el año pasado. Además, el momento en que sucede esta polémica no es casual, faltan unos meses para las elecciones presidenciales, Donald Trump -republicano- va a por un segundo mandato (2021-2024) y el demócrata Joe Biden pretende impedirlo.

El senador Sherrod Brown, que representa al Estado de Ohio, recriminó al presidente el llamar a boicotear una empresa norteamericana que emplea a miles de personas. La polémica está servida, ¿dónde se dibuja la línea en lo que una empresa permite manifestar o no a sus empleados en sus puestos de trabajo?

Se da en ocasiones la paradoja de que, en el noble propósito de evitar cualquier pensamiento tóxico (como la discriminación o el acoso) acaba colisionando con la libertad de expresión, pues no siempre se trata de blanco o negro, malo o bueno, y un estallido de una polémica así puede acabar saliendo bastante cara si se descontrola.

A lo mejor, a Goodyear le saldría más rentable exigir a sus empleados que o lleven ropa corporativa, o que no luzcan ningún eslogan ni mensaje político de ninguna clase, y ya que en sus ámbitos privados voten a quien les dé la gana, apoyen lo que les dé la gana, y la empresa no se inmiscuya en ello. Eso sí, poniendo como línea roja el respeto a todos los compañeros -que es de mínimos-.