El extremo GR Yaris GRMN regresa al circuito de Nürburgring una vez más
El exclusivo GR Yaris GRMN reaparece de nuevo en Nürburgring. Una nueva ronda de pruebas para el que será la verdadera guinda del nuevo utilitario de la marca nipona, y una versión mucho más radical salida de los talleres de Gazoo Racing. La firma deportiva acumula casi un año en pruebas de este modelo que debe ver la luz en 2022.
El GRMN Yaris reaparece en el trazado alemán tan solo un mes y medio después de las últimas fotos espía tomadas del mismo prototipo y en el mismo escenario. Los de Gazoo Racing ya suman casi un año con la misma unidad sometiéndose a intensos tests en el circuito alemán, la misma matrícula y la misma configuración estética, incluyendo también los mismos artilugios en la parte trasera.
La marca deportiva, y más radical de Toyota, se pone al límite una vez más asegurándose una dinámica de conducción más que sobresaliente en un modelo de producción que será tan exclusivo que apunta a una edición limitada en unidades. Y es que se habla de que el chasis se ha afinado tanto que nada tiene que ver con el GR Yaris a la venta, hoy el utilitario más deportivo del segmento y de la marca japonesa.
A los mandos del GRMN Yaris, Jose María López, ganador de Le Mans
Magnesio, titanio, llantas de aleación forjadas y fibra de carbono -el techo está hecho de este material- serán algunos de los materiales que se utilizarán para rebajar el peso comparado con el GR Yaris. Además, la imagen exterior es más que agresiva, con unas finas aletas a modo de «bigotes» en los extremos del paragolpes delantero, mientras que en la parte trasera el nuevo spoiler pone más carga aerodinámica en el eje trasero.
Los pasos de ruedas más anchos, con unas poderosas branquias abiertas en las aletas delanteras para refrigerar los frenos que, por cierto, cuentan con ralladuras en los discos traseros para disipar el calor. La suspensión es también más baja, lo que sugiere que dispone de muelles con menos recorrido y que ofrecerán también un tarado más firme al conjunto. En el interior, solo se aprecian unos asientos deportivos de Recaro, pero no sería de extrañar que los japoneses aligerasen el peso eliminando algunos componentes superfluos.
Fuentes de Gazoo Racing ya han apuntado que «esta versión se encontraba bajo consideración y que no era descartable». Lo que también sabemos es que el potente tres cilindros turbo de 1.6 litros, que ya rinde una potencia máxima de 260 CV, tiene un importante margen de mejora, por lo que con unos ajustes el rendimiento puede irse por encima de los 300 CV. Una auténtica bomba, si se le suma una importante rebaja de peso.
