Great Wall también muestra interés en la fábrica de Nissan en Barcelona
¡Que vienen los chinos! A falta de tres meses para que Nissan haga definitivamente las maletas de la provincia de Barcelona, un nuevo pujador se ha colado en las negociaciones para reindustrializar las plantas de Nissan. Se trata de Great Wall Motor.
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Publicado: 01/10/2021 19:00
Varios son los proyectos industriales en liza para tomar el testigo de Nissan, cuando la compañía japonesa abandone las instalaciones que ha ocupado más de 40 años. Además de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona, también hay otras dos pendientes de futuro, una en Montcada i Reixac, y otra en Sant Andreu de la Barca.
Entre los proyectos preferidos por las autoridades para industrializar dichas fábricas se ha colado un nombre no esperado, Great Wall Motor, uno de los principales fabricantes chinos, que querría poner un pie en Europa Occidental para la producción de coches en el Viejo Continente. Los detalles todavía no son muy conocidos.
Sabemos que el proyecto de Great Wall Motor contempla las plantas de Barcelona y Montcada. Las negociaciones comenzaron dos meses atrás, ante la posibilidad de que su proyecto de industrialización alcance las 100.000 unidades al año. Cuatro marcas podrían ser fabricadas en Barcelona: Haval, Wey, Ora y la propia Great Wall.
Este proyecto pasa a ser preferente, en detrimento de otras propuestas industriales como la de Punch, de la que os hablamos recientemente. También han quedado fuera de juego Inzile, que iba a producir vehículos industriales eléctricos de tamaño modesto. Otras propuestas consideradas interesantes han sido mencionadas:
Natàlia Mas, directora general de Industria de la Generalitat de Catalunya, declaró: «Hoy se inicia una nueva fase abriendo negociación preferente con Great Wall Motor y buscando complementarlo con los proyectos de hub (QEV) y Silence, sin descartar ninguno de los otros proyectos que hay encima de la mesa».
La inversión inicial del fabricante chino sería relativamente pequeña, 150 millones de euros, por lo que se entiende que no habría grandes cambios en la fábrica principal. Entre las reformas que hay que hacer, ejecutar la actualización de la planta de pintura, que Nissan finalmente no acabó ejecutando, para adecuarse a la normativa medioambiental.
El movimiento por parte de Great Wall no ha de sorprendernos, porque entraría en su dinámica de salir de compras por el mundo para ir quedándose con fábricas que otras empresas no han querido mantener abiertas. Recientemente anunciaron la adquisición de la planta de Mercedes-Benz en Iracemápolis (Brasil), y el año pasado se quedaron con otra planta de General Motors en Tailandia.
En los últimos años algunos fabricantes chinos han optado por la estrategia del talonario, y les está yendo bien. Han fichado el talento que no tenían, han comprado derechos para fabricar coches occidentales, han comprado fábricas... y, obviamente, han aprendido mucho de los matrimonios forzosos en su país natal con fabricantes foráneos.
La fábrica de la Zona Franca de Barcelona es un caramelo en el sentido de que tiene mucha capacidad productiva (unas 200.000 unidades al año), cuenta con una plantilla experimentada, nodos de comunicaciones, un completo parque de proveedores... y está dentro de la Unión Europea, lo que ayudaría a derribar algunos clichés.
La cara B de este proyecto es que acabe siendo Barcelona un sitio para ensamblar kits parcialmente desmontados (CKD) que vengan desde China, lo cual tiene poco valor añadido para los proveedores de la zona, y también presenta menos oportunidades para la fuerza laboral existente.
Otra de las opciones que quedan en liza son el «D-Hub» de QEV Technologies. Aunque la inversión prevista es mayor, 300 millones de euros, y que conservarían 3.000 empleos, parece un proyecto más difícil de materializar porque hay varias compañías en el ajo: Inzile, Volta, Quantron, HispanoSuiza o Ronn Motor Group (RMG), entre otras.
Por último, también suena el nombre de Silence, uno de los principales fabricantes de motocicletas que quedan en España, y que colaboran con SEAT en materia de vehículos eléctricos de dos ruedas (scooter y patinete). Sus necesidades son inferiores, con las instalaciones de Montcada i Reixac tendrían suficiente.