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La guerra de los aranceles continúa y, tras las represalias de China, Europa valora una medida insólita para el coche eléctrico

La tensión comercial entre la Unión Europea y China se agrava. Tras imponer aranceles a los coches eléctricos chinos, Bruselas se enfrenta a represalias en sectores clave como el brandy, mientras estudia una medida insólita como parte de la negociación con Pekín.

La guerra de los aranceles continúa y, tras las represalias de China, Europa valora una medida insólita para el coche eléctrico
Miles de coches chinos están llegando a Europa, ¿ganará el Viejo Continente esta guerra comercial? - Freepik

8 min. lectura

Publicado: 09/10/2024 11:37

Las tensiones comerciales entre la Unión Europea (UE) y China han escalado hasta un nuevo nivel de confrontación. Después de que los países que conforman la UE permitieran que la ley de aranceles al coche eléctrico chino siguiera adelante si la Comisión Europea así lo determina, Pekín ha respondido con medidas antidumping contra el brandy europeo, golpeando a marcas de prestigio como Rémy Martin y Hennessy.

Este movimiento, que China ha materializado tras mostrar públicamente su enorme descontento con el proceder de Europa, pone de manifiesto la creciente guerra comercial entre ambos gigantes. Y lo cierto es que la situación está lejos de concluir de forma satisfactoria para ambas partes.

Las acciones de BMW y Mercedes ya han comenzado a resentirse

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El origen del conflicto

El punto de inflexión en este conflicto fue la imposición de aranceles por parte de la UE a los coches eléctricos fabricados en China.

Según las autoridades europeas, los fabricantes chinos reciben subvenciones que distorsionan el mercado, permitiéndoles vender sus vehículos a precios muy por debajo de los estándares europeos.

Un informe de JATO Dynamics revela que el precio promedio de un coche eléctrico en China es de 32.000 euros, mientras que en Europa se eleva a 66.000 euros. Estas diferencias, alimentadas por el apoyo estatal a la industria china, preocupan a Bruselas, que teme una competencia desleal.

A partir del 31 de octubre, los coches eléctricos importados desde China podrían verse obligados a asumir aranceles que, sumados a la tasa actual del 10 %, podrían alcanzar hasta un 45 % de su valor. Esta medida busca equilibrar las condiciones del mercado, pero, a su vez, ha provocado una reacción inmediata de Pekín.

La respuesta china: aranceles al brandy europeo

China no ha tardado en responder a los movimientos de la UE. Apenas unos días después de que se anunciara la imposición de aranceles a los coches eléctricos chinos, Pekín ha impuesto sanciones a la importación de brandy europeo, obligando a los importadores chinos a depositar hasta el 39 % del valor de estas bebidas en concepto de garantía.

Esta medida afecta principalmente a marcas francesas, como Rémy Martin y Hennessy, y amenaza con paralizar una parte significativa del comercio de lujo entre Europa y China.

Las consecuencias no se han hecho esperar. Las acciones de Rémy Cointreau, propietaria de Rémy Martin, han caído un 8,11 %, mientras que LVMH, dueña de Hennessy, han sufrido una caída del 4,07 %.

China ha justificado su decisión del mismo modo que la UE con respecto a los coches eléctricos, argumentando que el brandy europeo estaba siendo vendido a precios «injustamente bajos», lo que perjudicaba a los productores locales. Aunque las medidas son temporales, su impacto puede ser devastador para las marcas afectadas.

Posibles medidas europeas: ¿un precio mínimo para los coches eléctricos?

Mientras la guerra comercial sigue en desarrollo, Europa ya está barajando nuevas estrategias en el marco de la negociación con China para solucionar el asunto de los aranceles al coche eléctrico. En realidad, ninguna de las dos partes quiere llegar a ese punto, pero tampoco cederá sin sacar algo a cambio.

Una de las medidas más sorprendentes que se discuten en Bruselas es la posibilidad de imponer un precio mínimo para los coches eléctricos importados desde China.

Aunque la propuesta inicial de Pekín de imponer un precio mínimo de 30.000 euros fue rechazada, la Comisión Europea valora la introducción de una cifra que oscilaría entre 35.000 y 40.000 euros, dependiendo del fabricante o modelo.

Esta medida, que en otros contextos podría parecer radical, surge en respuesta al temor de que los fabricantes europeos no puedan competir con los bajos precios de los vehículos eléctricos chinos.

DSFK sólo es una de las muchas marcas chinas que ya venden en Europa

Las implicaciones para la industria automovilística alemana

La escalada de tensiones también afecta de lleno a la industria automovilística alemana. China ha insinuado la posibilidad de imponer aranceles adicionales a los motores de combustión de gran cilindrada, una medida que impactaría directamente en marcas como BMW, Mercedes y Audi, que dominan este segmento en el mercado chino.

En 2023, estas empresas alcanzaron ventas por valor de 1.200 millones de dólares en este sector, por lo que la amenaza de aranceles supone un golpe significativo para el motor económico de Alemania.

Las acciones de BMW y Mercedes ya han comenzado a resentirse, con caídas del 3 % y 2,6 %, respectivamente, lo que refleja la incertidumbre que reina en el sector.

Si bien el gobierno alemán se ha posicionado en contra de los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos, la decisión de Bruselas refleja una posición más amplia y firme para proteger la industria europea en su conjunto.

Una guerra comercial sin fin a la vista

Las negociaciones entre la UE y China continúan, pero un acuerdo que ponga fin a las tensiones aún parece lejano. La guerra comercial iniciada con los aranceles a los vehículos eléctricos y continuada con las represalias chinas al brandy europeo amenaza con extenderse a otros sectores.

A medida que ambos lados endurecen sus posturas, la posibilidad de una solución negociada se debilita. Mientras tanto, Europa sigue explorando medidas para proteger su industria automovilística.

La idea de un precio mínimo para los coches eléctricos chinos podría marcar un antes y un después en la estrategia comercial de la UE. Sin embargo, este tipo de medidas también podría desencadenar nuevas represalias por parte de China, profundizando aún más en una guerra comercial que, como se ha visto hasta ahora, no beneficia a nadie.

Fuente: Forococheselectricos.com | La Tribuna de Automoción

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