Guía de compra de un coche ECO
Las futuras restricciones a la movilidad y los distintivos ambientales de la DGT cada vez preocupan más al consumidor. La venta de vehículos alternativos está aumentando y los fabricantes lo saben, pero a veces pueden inducir a confusión si se confunden tecnologías.
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Publicado: 28/11/2017 18:00
La contaminación atmosférica en algunas ciudades españolas está fuera de control, con los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM) campando a sus anchas y dañando la salud de los ciudadanos. De momento solo han tomado medidas al respecto Madrid, Barcelona, Valladolid y Valencia (simbólicamente). Más ciudades vendrán detrás.
El parque automovilístico está discriminado por las pegatinas que proporciona la DGT en función de su categoría de emisiones contaminantes. La mayoría de los vehículos actualmente a la venta se llevarán la pegatina verde (C), sujeta a restricciones circulatorias en casos de alta contaminación, pero los ECO y los emisión 0 se librarían en la misma situación.
Según el Boletín Oficial del Estado, obtienen distintivo ECO los "vehículos M1 y N1 clasificados en el Registro de Vehículos como vehículos híbridos enchufables con autonomía 40km, vehículos híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural, vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP). En todo caso, deberán cumplir los criterios de la etiqueta C" (fuente).
¿Cómo podemos diferenciarlos?
- Híbridos: combinan un motor de combustión interna con uno o más motores eléctricos, pueden ser enchufables (PHEV) o convencionales (HEV)
- A gas: vehículos que pueden funcionar con un combustible alternativo como butano/propano (GLP) o metano (GNC), pero con el mismo motor de combustión interna
Dicho de otra forma, si hay dos tipos de motores hablamos de un híbrido, y si hay dos tipos de combustibles hablamos de un bifuel o bicombustible. Algunos fabricantes están confundiendo al consumidor, colocando la etiqueta "híbrido" a modelos bifuel. En cualquier caso, cumplen los requisitos de la pegatina ECO si cumplen por lo menos la normativa Euro 4.
Eso incluye a todos los híbridos matriculados en España (salvo el Toyota Prius del 2000 al 2003) y a los vehículos que han salido de fábrica con sistema de inyección bicombustible de gas. No obstante, quienes hayan transformado su vehículo para utilizar gas, se podrán beneficiar del etiquetado ECO reclamando a la DGT con la ficha técnica actualizada tras pasar la ITV de reforma de importancia.
Hablemos de híbridos
Un coche híbrido (HEV) se conduce como cualquier modelo de gasolina o diésel equivalente, prácticamente todos son automáticos salvo contadas unidades de Honda Civic Hybrid, Honda CR-Z o los Suzuki SHVS. No requieren un cambio de hábitos por parte del conductor ni hay que enchufarlos a la red eléctrica, aunque se lograrán mejores resultados en consumo se comprende el funcionamiento del sistema híbrido.
El ahorro potencial es menor respecto a coches de gas
Los modelos híbridos enchufables (PHEV) disponen de una autonomía en modo 100% eléctrico de más de 5 kilómetros, y se consideran ECO si no consiguen homologar más de 40 kilómetros en esta modalidad. Estando las baterías a un nivel bajo de carga se conducen como híbridos normales. Cuantos más kilómetros se hagan en modo eléctrico, más fácil es amortizarlos. Las baterías solo se cargan por completo con un enchufe.
La diferencia fundamental entre un híbrido HEV y un PHEV es también el precio, las baterías son mucho más capaces, por lo que también son más caras. Resulta difícil a día de hoy amortizar un híbrido enchufable respecto a un híbrido convencional dada la presión fiscal que soportan ambas categorías, que no les diferencia lo suficiente. Por ejemplo, sin contar ayudas ni promociones, el Hyundai IONIQ híbrido tiene un precio de 27.000 euros en acabado Tecno, y el híbrido enchufable en 35.000 euros con el mismo equipamiento, 8.000 euros de diferencia.
Hablemos de coches a gas
En este tipo de vehículo se cuenta con el depósito de combustible convencional (casi siempre gasolina) y se ha añadido uno adicional donde se almacena butano/propano (GLP) o varios tanques adicionales donde se almacena metano comprimido (GNC). La composición química de esos gases es muy diferente y son incompatibles entre sí.
El motor es el mismo, como hemos indicado previamente, por lo que no se pueden llamar híbridos
Los vehículos adaptados para funcionar gas sí requieren un cambio de hábitos, ya que no es tan fácil encontrar GLP como gasolina, y el GNC es mucho más difícil de encontrar. Agotado el gas, funcionan con el combustible convencional, contaminando más -como un modelo normal- y gastando más dinero en combustible. Tanto el GLP como el GNC son mucho más económicos que la gasolina, un 40% menos de media. Además, estos gases producen menos residuos en la combustión, ergo contaminan menos.
Existe la combinación bifuel+híbrido, desde luego nunca de fábrica (al menos en España), pero no tiene mayores ventajas en la clasificación ecológica. La práctica totalidad de los coches ECO que circulan en España son híbridos y de la marca Toyota, casi el 85%. Las marcas que no tienen híbridos pretenden arañar ventas, y nos parece legítimo, pero que no confundan al consumidor, bifuel es una cosa, híbrido es otra.