¿Cómo puedo hacer una correcta frenada de emergencia en mi coche?

Se podría posicionar como «la pregunta del millón»: ¿Cómo puedo hacer una correcta frenada de emergencia en mi coche? Y la respuesta no sería menos destacada que la propia pregunta. Para comenzar a hablar sobre esto hay que saber mínimamente cómo funciona el sistema mecánico de un coche con motor térmico (los eléctricos son otra historia) y, principalmente, con caja de cambios manual, ya que la cosa puede cambiar significativamente entre estos y una variante con caja automática.

Un sistema mecánico puede llegar a tener una explicación simple pese a que existan después infinidad de puntos que concretar y matizar. En términos generales, el motor de gasolina o diésel está vinculado a una caja de cambios; ambas se pueden desvincular al pisar el pedal del embrague, lo que hará que el motor pueda girar a un régimen de vueltas propio, sin tener nada que ver con la marcha que esté engranada en ese momento y las revoluciones óptimas de la misma.

Como ya hemos mencionado, esta sería una explicación muy generalista y que habría que matizar con una multitud de puntos. Pero, como decíamos, para desvincular el motor y la caja de cambios es necesario pisar el pedal izquierdo. Ello permitirá que podamos cambiar marchas, tanto para subir como para bajarlas o realizar un frenado en el coche que conduzcamos.

Así se hace una frenada de emergencia

Si bien después de esta básica explicación del funcionamiento de un sistema mecánico puede haber quedado más o menos claro la función del embrague. Entonces, ¿qué tiene que ver con el frenado de un coche? Si no pisamos este pedal el motor seguirá unido a la caja de cambios y, por ende, la marcha que esté engranada. Todas ellas, por muy cortas que sean necesitan de un régimen mínimo de vueltas, de ahí que si bajas de ese mínimo, el coche se cala.

Entonces, a la hora de frenar fuertemente ¿piso o no piso embrague? Será obligatorio pisarlo siempre momentos antes de frenar completamente; sin embargo, los primeros metros de frenada -sorprendentemente- lo mejor será no pisarlo. Esto puede sonar raro pero tiene una explicación lógica.

Hasta que el coche alcanza ese ya mencionado régimen mínimo de vueltas para la marcha en la que circulemos, el conductor podrá frenar sin necesidad de pisar el pedal del embrague; de hecho será lo más recomendable para la salud del embrague, el no estar pisándolo continuamente ante cualquier mínima frenada.

Entonces, ¿qué pasa si piso el pedal izquierdo antes de frenar? Simple: que el motor no irá unido a la caja de cambios y, por ende, será como un coche de juguete: unas ruedas girando a una cierta velocidad por pura inercia; no existirá el conocido como «freno motor». En ese caso perderemos unos metros que pueden ser muy valiosos y la diferencia entre la esquiva o el accidente.

Entonces, para hacer correctamente una frenada de emergencia, lo mejor será pisar fuertemente el freno durante los primeros metros y una vez haya entrado en juego los sistemas de ayuda a la frenada, pisar el embrague para así poder detener el coche por completo y salvando que este se cale.

¿Qué hago si mi coche es automático?

En este caso la cosa es significativamente más simple. Al no existir un tercer pedal (embrague), lógicamente no se podrá pisar a fondo en ningún momento. Por ello, lo que habrá que hacer en este caso es, simplemente, hundir el freno hasta su punto máximo. Saltarán los sistemas de ayuda a la frenada y el coche se detendrá sin mayor problema.

¿Y si es un coche eléctrico?

La forma de realizar una frenada de emergencia en un coche eléctrico es idéntica a la de hacerlo en un coche automático, pues en ninguno de ellos existe el pedal del embrague. No obstante, dentro de las «tripas» del eléctrico suceden cosas diferentes a la hora de frenar.

En cuanto se pisa el propio pedal del freno en un coche eléctrico, por regla general, se pondrá en marcha el sistema de frenada regenerativa, de la cual pudimos hablar en este otro artículo. Eso sucederá durante el primer recorrido del propio pedal. Una vez pasado un cierto nivel de pisada, será cuando entren en juego los frenos hidráulicos «de toda la vida», ya sean en forma de discos o de tambor.

¿Qué son los sistemas de apoyo a la frenada?

Asimismo, para llevar a cabo esta frenada será de utilidad vital los sistemas modernos de ayuda. El más conocido de ellos es el ABS (Brake Assist System). Desarrollado originalmente por Mercedes en los años 90, este sistema soluciona un problema generalizado en los conductores de la época, los cuales no pisaban suficientemente fuerte el pedal del freno en caso de una frenada de emergencia.

Para solucionar esto, la firma de la estrella ideó un sistema por el que ejercía el restante empuje necesario en caso de detectar que el usuario realizaba una frenada brusca. Además, supuso que, hasta entonces, la dirección y los propios frenos se bloqueaban y para esquivar un obstáculo había que dejar de frenar antes de girar el volante. Gracias al ABS esto dejó de ser así y facilitó notablemente todo lo que tenía que ver con una frenada de emergencia. Este, junto al ESP, son obligatorios en los coches nuevos desde principios de la década de los 2000.

Recientemente se han introducido otros sistemas de frenada automática (BAS o EBA) ante la detección de peatones o de obstáculos, en general. Por ello, en los coches más modernos, se instalan unos sensores de proximidad o incluso un radar en la zona delantera, los cuales leerán la proximidad de un objeto y el usuario podrá notar cómo el pedal del freno se hunde por sí sólo.

¿Cómo sé que el conductor de delante ha hecho una frenada de emergencia?

Esta pregunta puede ser recurrente y muy sencilla de responder. Los coches comercializados en los últimos años, cuentan con un sistema de alerta a otros conductores ante una frenada de emergencia. Esto se lleva a cabo mediante un parpadeo de las propias luces de freno traseras, así como, en otros casos, la activación automática de las luces de emergencia o «Warning».