'Heartbroken': Tercer final descorazonador para Toyota

La mala suerte parece acompañar a Toyota en el mundo del motorsport. Carlos Sainz en 1998 fue el primer exponente de la maldición que acompaña a la firma japonesa y que ha tenido sus dos últimos episodios en Le Mans.

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Publicado: 21/06/2016 17:30

'Heartbroken', una única palabra para expresar la más absoluta desolación. El CEO de Toyota en el WEC no encontró otra forma de mostrar en un escueto tweet la gran decepción que estaba sufriendo en esos momentos la marca. Tras 23 horas y casi 55 minutos, el Toyota TS050 Hybrid #5 perdía potencia y se paraba en la recta de meta. Kazuki Nakajima poco podía hacer y lo que iba a ser la primera victoria de Toyota en las 24 Horas de Le Mans se convertí en un abrir y cerrar de ojos en el decimoctavo triunfo de Porsche en la 'carrera de las carreras'.

Un desenlace cruel y doloroso para los intereses de una Toyota que no es la primera vez que vive un final así de agónico. De hecho, la marca parece vivir una especie de maldición que es capaz de florecer en los momentos más críticos, cuando la marca está a punto de rozar un gran éxito a nivel mundial. Quizá por ello, la foto que acompaña este artículo y en el que se puede ver como el Porsche 919 Hybrid #2 de Dumas, Jani y Lieb adelanta al Toyota TS050 Hybrid #5 completamente parado nos sirve para enumerar los tres grandes fiascos vividos por la marca.

Es cierto que la palabra 'Heartbroken' pasará a los anales de la historia del motorsport para recordar esta edición de las 24 Horas de Le Mans, pero jamás llegará a la recordada frase '¡Trata de arrancarlo, Carlos!' y que sin duda es el grito desesperado del primer gran fracaso de Toyota Motorsport. Nos tenemos que remontar al Rally RAC de 1998. En aquella prueba, la pareja formada por Carlos Sainz y Luis Moya veía como su Toyota Corolla se averiaba a 700 metros del final del rally, lo que dejaba el título del WRC a Tommi Mäkinen y Mitsubishi.

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Aunque esta edición de las 24 Horas de Le Mans y aquella derrota española en el WRC han supuesto los dos mayores fiascos de la historia de Toyota, entre ambos se sitúa un precedente también doloroso en La Sarthe, que para colmo tiene el mismo protagonista. Kazuki Nakajima también vivió en sus carnes el abandono sufrido por el Toyota TS040 Hybrid #7 en las 24 Horas de Le Mans de 2014, edición en la que tras conseguir la pole, el prototipo de Toyota cabalgaba hacia la victoria. En aquella ocasión el percance llegó a varias horas del final, lo que en parte lo hizo menos sonoro.

En 2014 fue el cableado del TS040 Hybrid #7 lo que acabó con las aspiraciones de conseguir la primera victoria en las 24 Horas de Le Mans para Toyota, mientras que en 2016 parece que ha podido ser el turbo, dato que todavía está sin confirmar. Sea como fuere, la única realidad es que Toyota sigue buscando su primera victoria en Le Mans y tendrá que esperar un año más para conseguirla, lo que entre otras cosas mantiene a Mazda como el único fabricante japonés que ha vencido en las 24 Horas de Le Mans. Fue hace 25 años con el mítico Mazda 787b.

Fotos: Toyota Gazoo Racing

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