Dakar 2021Henk Lategan, el diamante de Toyota Gazoo Racing South Africa, brilla en su primer Dakar
El joven sudafricano ya ha acabado dos etapas entre los tres mejores y en la cuarta ha llegado a estar por momentos delante de su jefe de filas, Nasser Al-Attiyah. Campeón de Cross-Country de su país en 2019 y 2020.
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Publicado: 06/01/2021 19:30
Aunque Toyota es una fábrica japonesa, posiblemente una de las multinacionales de mayor prestigio e historia del país nipón, sus divisiones de competición están repartidas por todo el mundo. Así, la sede de Colonia (Alemania) es la encargada de los prototipos del Mundial de Resistencia, mientras que la de Sudáfrica lleva el peso de los coches del Dakar.
No es casual, por tanto, que tres de los cuatro pilotos del equipo oficial del raid más duro del mundo sean de ese país. Uno de ellos es Henk Lategan, una de las grandes apuestas de Toyota Gazoo Racing SA.
Hijo de otro piloto especializado en carreras fuera de circuitos, Heinrich Lategan, Henk se estrena en este Dakar con ganas de demostrar que es un digno heredero no sólo de su padre, sino de mitos como el mismísimo Giniel de Villiers, uno de sus grandes valedores y en este raid, compañero y rival.
A sus 26 años tiene muy interiorizado el mundo de los rallies, tanto Cross-Country (es bicampeón de Sudáfrica, en 2019 y 2020, superando al propio De Villiers) como del WRC en sí. En 2015 participó como wild card en el de Montecarlo, al volante de un Skoda, donde tuvo la oportunidad de su vida de competir contra su ídolo de la infancia, Sebastien Loeb. Ahora, en el Dakar 2021, repite rivalidad con el galo.
En las cuatro primeras etapas del raid ya ha dejado huella. Fue segundo en el bucle de Wadi Al-Dawasir de la tercera jornada y tercero en la cuarta, con momentos de brillo en los que llegó a ir más rápido que el mismísimo Nasser Al-Attiyah, su jefe de filas en la estructura de Toyota.
En buena medida, Henk debe agradecer su buen estreno en el Dakar a su copiloto, Brett Cummings, que tiene una experiencia muy intensa en este raid. Viene de las motos, pero de la categoría 'malle-moto', sin asistencia, donde fue 2º en 2014. Ese extra de conocimiento de la prueba no sólo desde el punto de vista de la navegación como también de la mecánica es una ayuda clave para Lategan.
En su primer Dakar ya ha dejado huella, y queda por ver dónde llegara. Cuarto en la general a 47 minutos de Peterhansel, su objetivo es culminar un 'top 5'. De momento, sus grandes armas no sólo es una velocidad innata, sino saber reaccionar ante los mil y un problemas que surgen y van a surgir durante estas dos semanas. El mejor ejemplo fue este mismo miércoles, cuando tuvo que cambiar un neumático en plena lucha por la victoria con Al-Attiyah.
«En la primera parte, todo ha ido muy bien, pero luego he tenido un problema con un neumático. No sé qué ha pasado exactamente, pero hemos tenido que parar para cambiarlo. Luego nos hemos perdido un poco en los cañones. Por lo demás, ha sido un buen día», explicaba en el bivouac. No le faltan motivos para sonreír, ni a su jefe, Glynn Hall, que sabe que tiene piloto por muchos años.
Fotos: A.S.O. / A.Vincent / DPPI