IndyCarEl Hermanos Rodríguez, última pieza en el puzzle del calendario 2018

México es un mercado complicado para las categorías internacionales que han intentado conquistarlo a lo largo de los años. La presencia de pilotos nacionales de éxito ha sido siempre un incentivo muy poderoso para las asistencias a los circuitos, que se desploman de forma significativa cuando no se da el caso. La Fórmula 1 ha vivido esto en sus dos etapas anteriores en el Autódromo Hermanos Rodríguez, y vive un momento de esplendor en la tercera con la presencia de Sergio Pérez. Ahora, la IndyCar podría estar muy próxima a hacerles compañía en el circuito mexicano por excelencia.

Desde hace un par de años, la categoría ha buscado expandirse fuera de sus fronteras con dos o tres pruebas internacionales que repercutan de forma positiva en las finanzas de los equipos, y México ha estado siempre en la zona alta de las prioridades. Durante 2017, todas las conversaciones e incluso algunas declaraciones oficiales apuntaban a que el objetivo era competir en el óvalo de Puebla, de 1.25 millas (2 kilómetros), pero la falta de infraestructuras óptimas y de barreras SAFER ha dirigido el objetivo hacia un Hermanos Rodríguez que podría acoger a la IndyCar ya en 2018.

De hecho, según el jefe de la categoría, Mark Miles, la resolución de esta incógnita es la última pieza que falta para dar por completada la confección del calendario para la próxima temporada: "Hay un diálogo y un progreso serio allí. Creo que es algo que sabremos a finales de agosto, y entonces se publicará el calendario de 2018", ha declarado a RACER. Aunque se han barajado otras opciones a lo largo del año, como la mencionada de Puebla, el circuito de Portland o una prueba urbana en la ciudad canadiense de Calgary, todas esas propuestas parecen ir enfocadas, como pronto, a 2019.

En 1980, la CART viajó por primera vez al Hermanos Rodríguez para acoger la Copa México 150, un experimento que se repitió al año siguiente, siendo ganada en ambas ediciones por Rick Mears. Aprovechando la presencia de pilotos como Adrián Fernández, Michel Jourdain, Jr. y Mario Domínguez, la categoría regresó en 2002, disputándose seis ediciones con el apoyo de Telmex y Tecate hasta la reunificación de 2008 que dio al traste con la prueba. Kenny Bräck, Paul Tracy y Justin Wilson vencieron, pero nadie triunfó como Sébastien Bourdais, al que la primera de sus tres victorias en este trazado (2004, 2006 y 2007) le granjeó el primero de sus cuatro campeonatos. No ha sido la única prueba mexicana, ya que la ciudad de Monterrey acogió seis eventos entre 2001 y 2006 en un circuito urbano en el Parque Fundidora.

Pese a la intención expansiva, Miles considera que una carrera en el Hermanos Rodríguez no se consideraría un evento "internacional" para los estándares de la IndyCar, situándolo en la misma situación que la Indy Toronto: "Miro a la carrera de México como una prueba doméstica, no una carrera internacional, como si fuésemos a Montréal o a otro circuito que estuviese a un tiro de carretera para nuestros equipos. Así que veo a México encajando en nuestro calendario regular si ocurriese. Dado que su zona horaria es normal para nosotros, sería otra prueba norteamericana".

Por lo tanto, Miles descarta que la carrera se dispute en febrero o marzo, lugar pretendido para esos eventos internacionales, y lo ubica en una potencial fecha en octubre que, salvo sorpresa mayúscula, lo convertiría en la última carrera de la temporada en sustitución de Sonoma. Un aspecto importante a considerar sería si la IndyCar usaría exactamente el mismo trazado que la Fórmula 1 o apostaría por una variante. Entre 2002 y 2005, la versión empleada era muy similar a la actual, pasando por el Foro Sol en una sucesión de curvas más simples, pero en 2006 y 2007 se empleó la Peraltada en su totalidad, precedida de una chicane.

La potencial afluencia en las gradas del estadio podrían ser un factor determinante para ello, y estas serían más pronunciadas con la presencia de Esteban Gutiérrez, primer piloto mexicano fuera de la Indy 500 desde 2008, que ha despertado un renovado interés por la categoría al otro lado de la frontera. Aunque su continuidad el año que viene está en el aire, lo que podría condicionar que el evento llegue siquiera a disputarse, Miles considera que sería un activo para los contratos de televisión internacionales, que serán revisados el próximo año: "Si podemos mantenerle en la categoría, y hay una carrera mexicana, podemos renegociar nuestro contrato de televisión del año que viene y preparar algo especial para nuestra audiencia de habla hispana".

Fuente: RACERFotos: Champ Car Media