IndyCarBrillante triunfo lluvioso de Colton Herta en el intenso GP de Indianápolis

Cuando la lluvia hace acto de presencia en el Gran Premio de Indianápolis, empiezan a ocurrir cosas, sucesos y fenómenos que convierten a este evento en un buen espectáculo. Sin duda, la edición de este año ha sido todo eso y mucho más, en unas difíciles condiciones que obligaron a tomar grandes riesgos en la pista y en los pits, y en las que Colton Herta prevaleció de forma espectacular para conseguir su primera victoria de 2022, pese a salir desde la 14ª posición en parrilla, y en el contexto de un día absolutamente aciago para el otrora líder Álex Palou, defenestrado en 18º lugar tras un temprano incidente.

La salida se dio en condiciones mixtas tras un retraso de media hora, y Will Power conservó inicialmente la pole position, pero perdió el liderato en la recta trasera ante un Palou que aguantó un tres en paralelo por el exterior. Sin embargo, por detrás venía como un misil Pato O'Ward, aprovechando la coyuntura para superar a Josef Newgarden y a Power en la salida de la curva, cazar a Palou y pasarle en la sección final. En solo una vuelta, O'Ward había pasado de la quinta posición al liderato de carrera. Pronto siguió al mexicano su compañero Felix Rosenqvist, del sexto al segundo lugar en apenas dos giros.

Fue al final de esa segunda vuelta donde se dio el momento decisivo de la carrera, con la parada de Herta para montar neumáticos de seco. El estadounidense, que ocupaba el puesto 15 en aquel momento, protagonizó después una de las 'outlaps' más sobrecogedoras que se recuerdan, evitando múltiples pérdidas de control con varios contravolantes. Cuando la mayoría de los líderes pararon en la siguiente vuelta, Herta logró situarse justo delante de Power, continuó batallando con el coche, logró salvar de forma milagrosa un trompo en la curva 8 con un larguísimo derrape y, no contento con ello, adelantó dos curvas después a O'Ward para situarse líder de carrera.

Habiendo caído a la quinta posición tras Power por posponer una vuelta más su parada, y en plena defensa de un ataque de Conor Daly, la carrera de Palou se fue al traste en la quinta vuelta cuando perdió el control en la salida de la curva 10 hacia la hierba. Su coche se quedó calado al regresar al asfalto, causando el primero de los ocho cautions, y el piloto español perdió una vuelta que no tuvo opción de recuperar en toda la jornada. Al relanzarse la prueba, con la pista mayormente seca, Herta abrió un hueco de 3.5 segundos, mientras Daly caía 10 posiciones en un solo giro con una equívoca decisión de ahorrar combustible.

Takuma Sato también había ganado múltiples posiciones con la misma estrategia que Herta, y en la vuelta 16 superó a Newgarden por el quinto lugar. El estadounidense tuvo que defenderse justo después de un ataque de Alexander Rossi, toque incluído, y al intentar colarse por el interior de ambos, Jack Harvey se tocó con Newgarden, haciéndole trompear y causándole daños en el coche. La siguiente resalida no duró mucho, con una pérdida de control del décimo colocado Rinus VeeKay que sería embestido por Devlin DeFrancesco, aunque fue suficiente para que Sato le quitase el cuarto lugar a Power.

Durante las siguientes vueltas de bandera verde, O'Ward sí fue capaz de seguir de cerca a Herta, uno de los varios pilotos que se negaron a conservar gasolina ante la previsión de fuertes lluvias, y Harvey accedió al top 5 a costa de Power y Rossi. El líder inició la ventana de paradas en la vuelta 33, y aunque el overcut no le funcionó a O'Ward una vuelta después, casi lo hizo con Rosenqvist en la 35, defendiéndose Herta en paralelo. Dixon desde el 12º lugar alargó su stint hasta la 36, pero se quedó sin gasolina al entrar en los pits, un error poco común en Ganassi, y tanto Power como Rossi perdieron varias posiciones en su detención. En la misma vuelta, un accidente de Dalton Kellett causó una nueva bandera amarilla.

Ahí llegó la desastrosa resalida para McLaren SP: O'Ward adelantó a Rosenqvist en la curva 1, trompeó al acelerar y ambos se tocaron en el frontal de los coches, a la par que Sato trompeaba esquivándolos. O'Ward pudo seguir en noveno lugar con algunos daños, pero Rosenqvist se quedó calado. El gran beneficiado de todo fue Scott McLaughlin, que pasó de ser noveno antes de las paradas a situarse tras Herta. La parrilla entonces se debatió sobre si parar a montar gomas de mojado o aguantar en pista por una posible bandera roja. Eventualmente, la lluvia dejó de caer y arruinó las opciones de los que se la jugaron a poner gomas de mojado, entre ellos un Rossi que fue el único de la "zona noble" en arriesgar.

En plena batalla por el tercer lugar, Romain Grosjean se vio forzado fuera de pista por Harvey en la vuelta 51, una circunstancia que aprovechó Simon Pagenaud, que había adelantado a Power, para alcanzar puestos de podio. El francés había pasado del puesto 20 de salida al 13 tras la parada inicial, y avanzó metódicamente mientras los demás erraban. Del consiguiente duelo entre Harvey y Power se aprovechó O'Ward para pasarles a ambos en vueltas consecutivas. Las precipitaciones regresaron casi a la par que Jimmie Johnson trompeaba en las eses, causando un nuevo y decisivo caution en la vuelta 56 que se vería prolongado durante casi 10 giros, y durante el cual se oficializó que no se podrían completar todas las vueltas por el límite de dos horas.

Inicialmente, todos pararon a montar un nuevo juego de secos, saliendo McLaughlin por delante de Herta, pero la mayor intensidad de la lluvia forzó una nueva detención general solo dos vueltas después por gomas de mojado. McLaughin, O'Ward y Grosjean decidieron jugársela y seguir con gomas de seco, una decisión que acabarían lamentando, sobre todo el neozelandés. Al salir de la curva 10, quedando poco para la resalida que iba a liderar, el piloto de Penske trompeó, cayendo al quinto lugar. Cuando se reinició la carrera a 14 minutos del final, McLaughlin sufriría un segundo trompo en la curva 3, esta vez calando el coche y causando otra bandera amarilla.

O'Ward aún aguantaba en cuarto lugar, pero el mexicano acabó metiéndose en pits mientras se producía la resalida final con 6:20 minutos en el crono. Juan Pablo Montoya, sobreviviendo a todo el caos, llegó a ocupar la quinta posición en su regreso, e iba camino de un 7º puesto final, pero quiso la fortuna que, con solo 1:55 por delante, el colombiano golpease el muro, lo que hizo que la carrera terminase finalmente detrás del Pace Car tras 75 vueltas, 10 menos de lo previsto. De este modo, Herta, que sacaba por entonces cinco segundos a Pagenaud pese a haber perdido tres en una salida de pista, logró una indiscutible victoria, la séptima de su carrera y la primera de 2022 para Andretti Autosport y los motores Honda.

El segundo puesto de Pagenaud supuso su mejor resultado desde su última victoria en Iowa 2020 y su primer podio en casi un año, por delante de un Power que se aupa al liderato de la general con su inmaculada racha de terceros y cuartos puestos, y un margen de 14 puntos sobre un Palou que, pese a su 18º puesto, logró acabar justo delante de rivales directos como O'Ward y McLaughlin. En cuarta posición terminó un buen Marcus Ericsson, que tuvo un incidente en las primeras vueltas con Graham Rahal y Christian Lundgaard, y cuya apuesta de alargar su segunda parada desde el 18º puesto jugó en su favor con la intermitencia de la lluvia, ganando dos plazas más en las vuelta finales.

Del mismo modo, Daly y Rosenqvist recuperaron casi todo lo perdido con decisiones correctas y sin grandes errores para acabar quinto y sexto, rompiendo Daly su racha de 27 carreras en circuito sin top 10 desde 2017, y Sato recibió con el 7º puesto el merecido premio a su combatividad. Obtuvieron su primer top 10 el equipo Juncos, con el octavo lugar de Callum Ilott pese a una parada pésima y una tardía llamada final a pits, y Lundgaard, por delante de un Scott Dixon que salvó los muebles de un fin de semana para olvidar. Del resto, Harvey acabó 13º tras una sanción por un toque en pits, y Castroneves se desplomó del 7º al 14º lugar en las vueltas finales, sobre una Tatiana Calderón que añadió a su top 15 el haber liderado una vuelta durante la ventana de paradas.

De este modo tan explosivo y alterado, los pilotos de IndyCar apenas tienen dos días para bajar revoluciones antes del inicio de los entrenamientos oficiales de las 500 millas de Indianápolis, que pasa a ocupar ahora toda la atención. El campeonato, al menos durante unas dos semanas, pasará a un segundo plano, aunque lo que pase en la Indy 500 tendrá mucha importancia en el mismo.

Fotos: IndyCar Media