Los híbridos enchufables con 100 km de autonomía, ventajas e inconvenientes
Los híbridos enchufables están en el punto de mira. Objeto de ayudas para la compra, los gobiernos han endurecido los requisitos para su adquisición, mientras los fabricantes aumentan la autonomía hasta los 100 kilómetros, una estrategia que no supone un beneficio real y que te contamos por qué.
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Publicado: 12/10/2021 20:00
La última generación de híbridos enchufables que está llegando al mercado de los coches nuevos está equipada con una potente batería para ofrecer una autonomía máxima de 100 kilómetros en modo completamente eléctrico. Aunque en realidad esta cifra se encuentra más en la órbita de los Premium, pues los generalistas se encuentran en el ecuador de los 50 kilómetros.
Cifras que ya suponen una importante ventaja, pero no es la más beneficiosa para los clientes, sino para las marcas. Los PHEV son la forma más «barata» para los fabricantes a la hora de cumplir con las exigentes nomas de emisiones que, cada vez se endurecen más y obligan a un extra de tecnología y dinero para cumplir con los limites marcados en los modelos de combustión, por lo que se reducen a nivel de flota.
La carga rápida es el gran lastre de los híbridos enchufables actuales
Recientemente, los gobiernos de algunos países han decidido endurecer los requisitos a la hora de comprar un híbrido enchufable, afectando especialmente a los SUV que son más pesados, anteponiendo una autonomía mínima. El problema es que es una «pescadilla que se muerde la cola», por lo que las marcas actúan en consecuencia para evitar que determinados modelos queden fuera de las subvenciones, y perder ventas: tan fácil como aumentar la capacidad de la batería y, por tanto, la autonomía.
Pero para los clientes no hay un beneficio real, pues la gran mayoría de los propietarios no realizan trayectos diarios de 100 kilómetros. Ni siquiera un fin de semana, solo en ocasiones puntuales de grandes viajes. Los estudios realizados apuntan a trayectos diarios de un promedio de 75 kilómetros, concluyendo que esta cifra es donde realmente supone una ventaja para el híbrido enchufable, ya que con una sola carga puede cubrir esta cifra. El problema surge cuando en un gran viaje, la energía de la batería se acaba a los 100 kilómetros, incluso menos, ya que hay que tener en cuenta la orografía del terreno, la presión del pedal de acelerador y la carga del coche, pasajeros y equipaje.
Se hace necesario recargar la batería para que el ahorro sea real y ventajoso para los clientes porque, de no hacerlo, será el motor de combustión el que asume la propulsión con el extra de peso del sistema y realizando también una recarga mínima de la batería que no dará para el movimiento de las ruedas y consumiendo más combustible. Y hoy no existe una carga rápida para los híbridos enchufables, que vienen a tardar un par de horas en alcanzar el 80% de la capacidad plena en un punto de carga rápida de 22 kW. Un eléctrico, en un punto de carga de igual potencia, necesita solo 30 minutos, una parada más razonable. Este es el gran motivo por el que el híbrido enchufable con esta autonomía no es beneficioso.