Hidrógeno en lugar de gasolina o diésel, ¿una nueva vida para el motor de combustión?
El sector del automóvil no lo ha apostado todo al coche eléctrico de batería. Grandes colosos de la industria automotriz ven en el hidrógeno una salvación para el motor de combustión interna. Un sustituto para la gasolina y/o diésel que permita mantener con vida la tecnología predominante durante muchas décadas.
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Publicado: 20/08/2022 16:00
El proceso de transición al coche eléctrico que ha puesto en marcha Europa abre numerosos frentes y desafíos para los fabricantes. Las compañías automovilísticas se han puesto manos a la obra para electrificar en un corto espacio de tiempo su oferta de producto. Sin embargo, no todas las miradas están puestas en el vehículo eléctrico de batería. Hay verdaderos colosos de la industria automotriz que piensan en un futuro en el que varias tecnologías convivan.
Sí, es posible que el automóvil totalmente eléctrico sea una de las opciones mayoritarias en algo más de una década. A día de hoy es muy descabellado pensar en que será la única opción de compra posible. Falta un largo camino por recorrer y fabricantes tan importantes como Toyota o BMW han puesto en el punto de mira el llamado «hidrógeno caliente». Una solución que permitirá mantener con vida el motor de combustión interna.
El hidrógeno como sustito de la gasolina y del diésel
En Europa se ha establecido la muerte del motor de combustión interna en 2035. Una prohibición que no solo afecta a los coches de gasolina y diésel, también a los e-fuels o combustibles sintéticos. Y lo cierto es que esto último ha sido un duro varapalo para importantes marcas, especialmente de lujo, que venían apostando por ello. Ahora bien, ¿y si el hidrógeno ocupase el lugar de los combustibles tradicionales y sintéticos? Es aquí donde entra en escena el hidrógeno caliente o H2-ICE.
Hace tiempo que Toyota decidió ir un paso más allá en su apuesta por el hidrógeno y, además de seguir investigando, desarrollando y comercializando vehículos con pila de combustible, se puso manos a la obra para estudiar nuevas opciones para motores de combustión interna. La premisa establecida en aquel momento estaba clara, seguir usando motores de combustión interna (ICE por sus siglas en inglés) el máximo tiempo posible pero aplicando tecnología de hidrógeno procedente del Toyota Mirai.
Toyota ha desarrollado varios vehículos con motor de hidrógeno caliente para utilizarlos como bancos de prueba en el ámbito de la competición. El último de ellos es el Toyota GR Yaris H2. Este modelo utiliza un motor G16E-GTS de 1.6 litros y tres cilindros que ha sido debidamente adaptado para utilizar hidrógeno en lugar de gasolina. Toyota asegura que la eficiencia y las prestaciones son comparables con un motor alimentado con gasolina, pero claro, está las ventajas en materia de emisiones. Son muy bajas.
Los progresos que ha tenido Toyota en este campo le han permitido liderar unaalianza de fabricantes japoneses que desean apostar por esta vía. El uso de hidrógeno en motores térmicos. Una alianza que se centrará en los vehículos industriales (camiones por ejemplo). Tampoco debemos obviar la colaboración establecida entre Toyota y Yamaha para mantener con vida los motores V8 gracias al hidrógeno.
Son muchas las alianzas que se están estableciendo en un corto espacio de tiempo. Y es que todos los cambios que se viven en el sector del automóvil obligan a los fabricantes a posicionarse. El último en hacer lo propio ha sido Porsche, quien ha anunciado que se encuentra trabajando en un motor de hidrógeno de altas prestaciones. La exclusiva marca ha realizado las primeras pruebas en simulador obteniendo unos resultados prometedores. El protagonista ha sido un motor V8 de 4.4 litros alimentado con hidrógeno. Desarrolla casi 600 CV y en el simulador se ha probado en un vehículo similar al Porsche Cayenne.
Teniendo en cuenta los enormes recursos económicos que Porsche está destinando a su electrificación, que decida hacer este tipo de investigaciones pone de manifiesto que ven en el hidrógeno una alternativa muy válida al coche 100% eléctrico.
Los desafíos del hidrógeno para sustituir a la gasolina y al diésel
En este punto queda claro que es posible adaptar un motor de combustión interna para que, en lugar de usar combustibles tradicionales y/o sintéticos, utilice hidrógeno. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los desafíos que presenta cambiar toda una industria de arriba abajo se hayan completado con éxito. Es necesario seguir investigando y desarrollando para despejar cualquier incógnita relacionada con el rendimiento y la fiabilidad a largo plazo.
También es igualmente importante poner el punto de mira en otras dos cuestiones determinantes. La producción y la distribución del hidrógeno. Si nos dirigimos a una época marcada por la movilidad sostenible y el ecologismo, es necesario disponer la capacidad necesidad para producir hidrógeno verde y, sobre todo, resolver los problemas de almacenamiento que presenta el hidrógeno no solo en estaciones de repostaje.
¿Llegaremos a ver una industria del automóvil que dé la espalda a la gasolina y/o diésel para abrazar el hidrógeno? De momento, lo que podemos afirmar con rotundidad es que compañías de primer nivel están apostando por ello.