Estamos a punto de entrar en la era del hidrógeno, 2015 ya está aquíHidrógeno, ventajas del combustible del futuro
A largo plazo nos podemos olvidar del petróleo y hay que ir buscando reemplazos, el hidrógeno es uno de ellos y los fabricantes llevan años trabajando en esta tecnología. Al igual que en su día pasó con los híbridos y los eléctricos, será una introducción lenta. Algunas previsiones dicen que en 2030 el 5% de los coches serán de hidrógeno.
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Publicado: 25/11/2014 08:00
En los últimos días hemos hablado de unos cuantos modelos de hidrógeno. Ya conocíamos el Hyundai ix35 Fuel Cell, Toyota anunció que su nuevo modelo se llamará Mirai, Honda nos enseñó el FCV Concept y hasta Volkswagen ha presentado el Golf HyMotion. Son los resultados de una carrera de fondo que viene de atrás.
La pila de combustible de hidrógeno no es una novedad a secas, pero en automóvil solo se ha utilizado hasta la fecha en prototipos. Diversas marcas han hecho experimentos tanto con sus ingenieros como con conductores reales, eso sí, sin venderles el coche. Han sido todo cesiones o contratos de leasing de tiempo limitado.
El Toyota Mirai costará en Alemania 78.450 euros, incluyendo el IVA
Pero las cosas cambian a partir del año que viene, porque 2015 es el "año cero" del hidrógeno para los particulares. No va a ser una introducción explosiva en el mercado, partamos de la base de que son coches muy caros y que estamos aún lejos de tener una red de repostaje en condiciones.
¿Por qué los fabricantes se están empeñando tanto en el hidrógeno?
La razón principal es que el hidrógeno es un interesantísimo vector energético, aunque no se encuentre de forma libre en la naturaleza, hay múltiples formas de obtenerlo y es virtualmente inagotable. Pesa muy poco por unidad de volumen, tiene un alto contenido energético y puede usarse para mover un vehículo sin más emisiones que vapor de agua.
A diferencia de un coche eléctrico, es posible repostar en tres a siete minutos, y realizar 350-500 km dependiendo del modelo. Eso permitirá en el futuro, sin combustibles fósiles asequibles, realizar largos viajes sin depender de redes de carga rápida de electricidad y con mínimas pausas.
Hace unos años hubo una alianza entre distintas empresas petroleras y fabricantes de automóviles para lanzar juntos esta tecnología. Hacían falta surtidores y coches que consumiesen el combustible, por lo que sin acuerdo, las cosas irían mucho más despacio.
Es posible usar hidrógeno en motores de gasolina adaptados, el rendimiento final es modesto y baja la autonomía, pero a largo plazo es un posible sustituto de la gasolina. BMW realizó pruebas con Serie 7, Aston Martin con el Rapide y Mazda con el RX-8 Hydrogen RE, pero no pasaron de ahí. Es una solución más viable la pila de combustible.
Las pilas de combustible captan oxígeno atmosférico y lo mezclan con hidrógeno a alta presión. La reacción química resultante produce electricidad y vapor de agua. Esa electricidad se consume con motores eléctricos para producir movimiento. Es muy parecido al funcionamiento de un coche eléctrico, pero con las ventajas de la recarga rápida.
Si el hidrógeno ha sido producido con fuentes renovables, hablamos de una contaminación casi nula. Aprovechando los excedentes de producción eléctrica, se puede generar mucho hidrógeno y así aprovechar mejor la rentabilidad de la red, y hay grandes proyectos al respecto que pueden ser una realidad pronto.
El hidrógeno y la electricidad están condenados a entenderse, no se va a imponer un sistema sobre el otro, porque sirven para necesidades diferentes. Por ejemplo, en transporte pesado de mercancías la electricidad es inviable, pero el hidrógeno es una buena solución a la futura escasez de gasóleo.
Los depósitos de hidrógeno son muy voluminosos, pero el combustible pesa muy poco. Por ejemplo, el Honda FCX Clarity lleva 171 litros de hidrógeno, pero solo pesan 4 kilos. El secreto está en el almacenamiento a muy alta presión, 355 bares. El Toyota Mirai eleva la cifra a 700 bares, como el Golf HYmotion.
Los primeros experimentos con hidrógeno ya empezaron hace décadas, pero perfeccionar la tecnología está llevando su tiempo. Ahora está en un punto de madurez en el que los fabricantes ya se atreven a hablar de comercialización. No es todo tan bonito, hay inconvenientes y los veremos en un próximo artículo.