Holden preparada para cerrar un capítulo de su historia en Australia

Holden, marca propiedad de General Motors, está preparada para finalizar su producción en Australia.

La industria automovilística está preparada para dar finalmente la espalda a Australia. Es un adiós anunciado que finalmente se ha materializado. El pasado año Ford puso el punto y final a más de 90 años de producción en territorio australiano. Más recientemente, hace apenas unos días, Toyota hizo lo propio y finalizó la fabricación de automóviles después de 54 años de actividad. ¿Quién será el próximo en hacer lo propio? Holden, la marca de General Motors.

El próximo viernes 20 de octubre de 2017, Holden «apagará las luces y cerrará la puerta» de su fábrica después de que el último Holden Commodore salga de la línea de producción. La compañía centenaria se convirtió en el año 1936 en una marca oficial de General Motors con la que el gigante estadounidense comercializaba sus vehículos en el país. Fue en 1948 cuando el primer Holden fabricado en serie fue fabricado. Todo un emblema de la incipiente industria australiana.

En su máximo apogeo, Holden llegó a fabricar anualmente 165.000 automóviles (año 2004). Sin embargo, si echamos la vista atrás, vemos que entre Toyota, Ford y Holden, solamente vendieron 87.000 unidades en 2016. Hace apenas 15 años, Holden lideró el mercado australiano con el Commodore llegando a comercializar 90.000 ejemplares al año. Hoy en día, el automóvil más vendido en Australia apenas alcanza las 40.000 matriculaciones.

El primer Holden fabricado (en masa) en Australia en 1948. En primer plano Ben Chifley, por aquel entonces Primer Ministro del país.

Es lógico que los bajos volúmenes de ventas, junto con otros factores económicos, hayan lastrado el futuro de esta importante industria. Lógicamente, los fabricantes no han visto otra posible salida que echar el cierre a sus factorías y optar por fabricar en otro lugar los coches que comercializan en Australia.

Desde hace años la industria estaba tocada, pero algunos analistas económicos aseguran que el tratado de libre comercio firmado con Tailandia terminó por hundirla. Y prueba de ello es que, desde 2005, se han importado más de dos millones de vehículos fabricados en Tailandia de marcas tan conocidas como Toyota, Ford, Nissan, Mazda, Mitsubishi o la propia Holden. Por el contrario, Ford solo envió a Tailandia un centenar de ejemplares del Ford Territory. Es un ejemplo muy gráfico de la situación que se vive allí.

Mientras que los trabajadores que no han sido reubicados en otros puestos han visto como su empleo se esfuma, los entusiastas de los automóviles con el sello «Made In Australia». Modelos tan icónicos como el Holden Commodore con un motor V8 o el Ford Falcon con otro enorme V8 bajo su capó, pueden verse afectados de una u otra manera en su futuro cuando llegue el momento del pertinente cambio generacional.

Monocasco del último Holden que será fabricado en Australia. Saldrá de la línea de montaje el 20 de octubre.

Durante estos últimos meses, el Commodore ha seguido representando la mayor parte de las ventas de Holden en Australia. Muchos compradores se han apresurado a hacerse con una unidad temiendo que en un futuro no sea posible adquirir un ejemplar. Independientemente del futuro que tenga Holden como marca, está claro que este próximo 20 de octubre se cerrará un capítulo negro para la industria automovilística australiana.

Fuente: Holden