Honda nos revela algunos datos del nuevo CR-V para Europa

Ya conocimos lanueva generación del Honda CR-V, que pasa a ser un modelo de concepción global, por lo que tanto aquí como en el continente americano nos encontraremos con en mismo modelo, al menos en aspecto exterior.

El CR-V va por su cuarta generación, y en ésta nueva, aunque las dimensiones exteriores no aumentan (pierde 5 mm de longitud y 30 mm de altura), su imagen transmite más empaque que la de modelo actual.

Sus bazas siguen siendo las mismas de siempre: un diseño atractivo, una simbiosis entre TT y turismo óptima, la ventaja de ser un SUV de renombre, y además, el poder contar ahora con motores muy eficientes y frugales.

En su habitáculo, hay un espacio sobrado para cinco ocupantes, si bien sorprende que no hayan introducido, ni siquiera en opción, una tercera fila de asientos con otras dos plazas adicionales, algo que le habría aportado alguna que otra ventaja competitiva. Sea como sea, ahora la sensación de conducir un turismo a bordo del CR-V es lo más cercana que nunca se ha dado en el modelo, ya que los asientos tienen una posición 38 mm más baja.

Otra de sus grandes cualidades, es su enorme maletero, que gana 65 litros respecto al del modelo saliente, quedándose con un total de 589 litros ampliables a 1.669 si abatimos los respaldos de la banqueta trasera, que pierde la posibilidad de abatirse en tres partes.

Si por fuera la evolución es bastante conservadora, por dentro, el cambio experimentado por el CR-V es más importante, puesto que el habitáculo presenta un nivel de elaboración y diseño muy superior al del modelo saliente. En él, destaca la gran cantidad de pantallas utilizadas para mostrar la información del ordenador de a bordo, el equipo de sonido, navegador, etc.

Bajó el capó, algunos motores han sido revisados para disminuir consumos y emisiones mientras que otros aumentan la potencia.

En el caso del diésel 2.2 i-DTEC de 150 caballos, las emisiones de CO2 se contienen en 153 g/km si lo escogemos con caja auntomática de 6 marchas, o 175 g/km si va acoplado al cambio automático de cinco relaciones.

Por su parte, el motor i-VTEC de 2.0 litros desarrolla ahora cinco caballos más, quedándose con un total 155 CV y 192 Nm de par máximo (2 Nm más). A su vez, las emisiones se rebajan de manera significativa, que han quedado homologadas en 174 g/km de CO2.

Pero la mayor novedad, viene de manos del nuevo y frugal motor diésel 1.6, que anuncia unos consumos muy contenidos, con unas emisiones de sólo 99 g/km de CO2.

Entre ellos, se reparten la configuración de tracción 4x4 y delantera. El sistema de tracción integral también es una novedad en esta nueva generación del CR-V, ya que la gestión del reparto de par ya no es mediante control hidráulico, que deja paso al electrónico, lo que permite ciertas ventajas en consumos y emisiones, así como la reducción de peso.

Llegará en noviembre, no sin antes presentarse en el Salón de París 2012.