Nissan y Honda negociaron su fusión, pero no pensaron en una Renault que tiene en sus manos el futuro de la gran fusión
La presentaron como prácticamente hecha y solamente pendiente de la firma, pero la fusión de Honda y Nissan tiene un gran problema sobre el que ahora están puestos todos los focos: se trata de Renault, que tiene un buen porcentaje de la marca nipona y podría no poner las cosas tan fáciles par su salida del gigante francés.
El último gran coletazo con el que se cerraba 2024 supuso un verdadero terremoto en la industria mundial del automóvil. Honda y Nissan anunciaban un acuerdo total para fusionarse y convertirse en uno de los gigantes más potentes del mercado y de la propia economía japonesa, haciendo tambalear los cimientos de Toyota.
Un desafío en toda regla, y al que Mitsubishi también se postulaba como candidata a formar parte de tan preciado grupo, dejando a los del Rombo a cuadros. Los de los tres diamantes tienen que dar un paso al frente, pero tampoco deben darse prisa al conocerse el dramático giro en los acontecimientos. Porque lo que parecía estar a falta de estampar las firmas de cada empresa, hay un fleco en el que no se había reparado.
Las dos opciones que tiene Renault, y lo que realmente quiere
Ese fleco se llama Renault, que posee un 35,7 por ciento de Nissan, y no tiene pinta de que vaya a facilitar la salida de uno de sus socios tan gratuitamente. El movimiento que habían llevado a cabo las dos marcas japonesas pilló de sorpresa a Renault, que nunca supo de las negociaciones entre Nissan y Honda. Los franceses no han movido ficha desde que dieron por enterados, pero lo que está claro que no van a abrir la puerta a Nissan de par en par.
Honda no quiere la interferencia de los franceses, quiere un socio libre por completo, lo que es natural, por lo que según apuntan fuentes habría solicitado a Nissan que se desligue de los del Rombo adquiriendo este porcentaje del capital, suponiendo un desembolso estimado en unos 3.500 millones de euros.
Porque Renault tiene dos opciones, retener a Nissan a través de terceras empresas -los de Foxconn estarían dispuestos a comprar esta parte que es propiedad de Renault- y recuperarla o tener parte de su control con una nueva alianza entre los franceses y el gigante taiwanés de la electrónica, o dejarla ir a cambio de una suculenta cantidad.
Honda tiene prisa pero la pelota no está en su tejado
El problema es que Nissan no puede afrontar semejante pago, que Renault le exigiría al contado y no en «cómodos» plazos. Los nipones han anunciado que se desprenderá de 9.000 trabajadores en todo el mundo para reducir la carga, a sabiendas de que eso repercutirá en sus beneficios, por lo que sería Honda la que pagaría la salida del accionariado de Renault.
A la marca dirigida por Luca de Meo le da igual quien pague, mientras lo haga en la cantidad y en la forma que se acuerde.... Las fuentes apuntan que Honda, a pesar de que tiene prisa, y se entiende, no lo hará en estos días que quedan del presente mes de enero, pero sí a la mayor brevedad.
Honda no quiere desviarse un milímetro de sus planes, y poner en marcha este mismo año un plan para salvar a Nissan y volver a la senda de beneficios, de una marca que seguirá jugando su papel de líder en la electrificación, y que actuará como la marca más generalista del grupo, dejando a Honda en su estatus Premium.