El nuevo Honda NSX es un éxito tecnológico pero todo un fiasco en ventas
El nuevo Honda NSX es todo un escaparate tecnológico y con sus 573 CV es un superdeportivo muy notable. Sin embargo, parece que los clientes no opinan lo mismo y tras poco más de un año en el mercado a nivel global, sus cifras de ventas asustan.
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Publicado: 01/09/2017 15:00
El nuevo Honda NSX es la reencarnación ultra-tecnológica del mítico NSX de la década de los noventa. Desarrollado y fabricado por Acura, la división de lujo estadounidense de la marca japonesa, el nuevo NSX es sobre todo un inmenso escaparate tecnológico para la marca. Con sus avances y peculiaridades técnica podríamos llenar varios artículos como este, sin embargo, tras sus primeros meses en el mercado, ya podemos hablar del modelo en términos de ventas y también en este aspecto es un modelo bastante peculiar.
El primer mercado donde estuvo disponible fue en su mercado natal, Estados Unidos, ya que es fabricado en la planta que la marca posee en Ohio. Estrenado en el verano de 2016, tras 14 meses en ese mercado ya ha vendido 577 unidades hasta la fecha, no son demasiadas para un mercado como el estadounidense, pero que arroja una media de poco más de 41 unidades mensuales, mientras que en Canadá la cifra ni siquiera llega a 100, solo han vendido 82 unidades desde julio de 2016, un mes menos de comercialización que en EEUU.
Teniendo en cuenta que estas cifras se corresponden con un vehículo que cuesta 157.800 dólares en ese mercado, puede resultar hasta lógico, hasta que vemos las cifras de sus competidores directos. Como podemos ver en la tabla inferior, el NSX ha vendido considerablemente menos unidades en Estados Unidos que modelos como los Audi R8 o la gama Mercedes AMG GT.
Ventas en USA | 2016 |
---|---|
Honda NSX | 577 unidades |
Audi R8* | 736 unidades |
Mercedes-AMG GT* | 1.227 unidades |
Lamborghini (gama completa) | 1.033 unidades |
Ferrari (gama completa) | 2.326 unidades |
Es bien cierto que la gama AMG GT cuenta con varias versiones y las más económicas parten de un precio notablemente inferior al del modelo japonés, pero si comparamos incluso con las gamas completas de Lamborghini o Ferrari, con precios notablemente superiores incluso en sus modelos de acceso, podemos comprobar como el NSX queda lejos de esas cifras.
La nueva generación del deportivo japonés, la segunda oficialmente hablando pero realmente la tercera desarrollada por la marca, no parece tener un objetivo muy claro en el mercado. Por precio y prestaciones se sitúa en la esfera de los superdeportivos, sin embargo, aunque Acura es todo un sello de calidad dentro de su mercado, por imagen de marca ni Honda ni Acura parecen gozar de una percepción similar a la de las marcas de deportivos o de modelos de lujo habituales.
Fuera de los Estados Unidos el efecto es aún mayor. Hasta el día de hoy, Honda solo ha logrado vender 2 unidades del modelo en Australia, un mercado tradicionalmente amistoso con el producto japonés. Tanto, que nuestros lectores habrán podido observar que muchas de los adelantos y primicias relacionados con productos nipones tienen como fuente medios o informes procedentes de Australia.
Aunque en este caso, el motivo de la mala acogida es muy sencillo de reconocer, el NSX cuenta con un precio en ese mercado de 420.000 dólares australianos (unos 332.000 dólares estadounidenses), un precio estratosféricamente alto pero que no es demasiado en comparación con el precio de un R8 V10 Plus en ese mercado (solo un 7% más). Sin embargo, la cifra de ventas del Audi R8 supera nada menos que 20 veces a la del NSX en Australia.
A simple vista y con los datos fríos en la mano, parece que el deportivo de Honda no va a dejar huella como sí lo hizo su antecesor, del que ya hablamos en profundidad en su día. El NSX de 1990 fue todo un game-changer, una auténtica bofetada a los fabricantes tradicionales de deportivos, y aunque el nuevo NSX probablemente lo sea a nivel tecnológico y el antiguo tampoco es que pueda presumir de superventas en su día, lo cierto es que parece que el nuevo no va a dejar el mismo impacto en la historia y en la mente de los aficionados como el original.
Quizás el problema sea precisamente su elevadísima carga tecnológica (complejo esquema híbrido con 3 motores eléctricos, diez radiadores) lo que haga a los posibles compradores mirar a otro lado cuando buscan un superdeportivo de sensaciones o tal vez sea por algo más simple, como la estética del modelo, bastante anodina para ser un superdeportivo de 573 CV y basada en el lenguaje de diseño Acura que portan todos los modelos de la marca.
Tal vez sea porque la marca no ha sabido darle el impulso de marketing necesario, o estructurar una gama con más atractivo y nuevas versiones, o simplemente porque en estos segmentos tengan cierto peso los éxitos deportivos del modelo. Sea cual sea el motivo, Honda podría tener entre las manos un fiasco tecnológico de muchos millones de dólares en desarrollo.
Aunque no es comparable, la breve carrera del actual NSX parece estar siguiendo un camino paralelo a la recién extinguida última generación del Dodge Viper. A pesar de que este por precio, legado y posicionamiento parecía prometer todo un éxito de ventas, lo cierto es que en ningún momento tuvo el resultado esperado por la marca, teniendo que desaparecer sin sucesor a la vista en el mercado.