Huawei presenta sus baterías de carga ultrarrápida
El fabricante chino ha presentado baterías de nueva generación, que permiten una recarga hasta 10 veces más rápida que las que se comercializan actualmente. Una de sus posibles aplicaciones son los coches eléctricos, aunque no será tan evidente esa ventaja.
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Publicado: 20/12/2015 17:00
Huawei presentó en el 56º simposio de baterías en Japón una nueva generación de baterías de ión litio. La novedad radica en el ánodo, que contiene grafito, logrando aumentar la velocidad de recarga sin afectar ni a la densidad energética ni a la vida útil. Uno de los problemas de la recarga rápida es la degradación de los componentes químicos.
Se presentaron dos vídeos. En uno, se cargó en dos minutos una batería de 600 mAh de capacidad al 68%, y una de 3.000 mAh se quedó al 48% en solo cinco minutos. Pensando a lo grande, es un avance del que pueden beneficiarse los coches eléctricos, pero no en el día a día.
Aunque aumentemos la velocidad de recarga, sigue existiendo el cuello de botella de cuánta energía se recibe. En un enchufe doméstico de 16 amperios la velocidad de recarga no variaría en ningún sentido. La diferencia está en la recarga rápida, que no está al alcance del bolsillo medio.
A unos 40 kW de potencia, se puede recargar el 80% de un coche eléctrico común en una media hora. Los Tesla pueden usar supercargadores con el triple de potencia, pero no el resto de modelos del mercado. En teoría, las baterías de Huawei podrían funcionar con esos ritmos de carga tan elevados.
Ahora bien, no es tan fácil, y son cargadores no solamente costosos, sino que requieren de una infraestructura eléctrica que admita toda esa potencia. No esperéis verlos en cualquier gasolinera, ni mucho menos que estén por todas partes y gratis. Eso sí, a largo plazo, el uso del grafito reducirá preocupaciones sobre la vida útil de las baterías.
Según Huawei, estas baterías representarán una revolución, pero más en el sentido de la electrónica portátil de consumo que en la carretera. A día de hoy, las baterías no son las que limitan el tiempo de recarga, sino la infraestructura, os lo explicamos en un artículo anterior:
Haciendo un símil, es como si los depósitos de gasolina de los coches corrientes pudiesen llenarse a la misma velocidad que repostaba en la Fórmula 1 hace unas pocas temporadas. Un depósito lleno en cuestión de segundos. Si no van los surtidores más rápido, no significa algo muy útil.
Los coches eléctricos siempre tendrán una densidad energética peor que los alimentados a base de petróleo o gas. Cada kWh necesita más espacio y más peso. De cara a hacer viajes largos, eso ha de compensarse con una recarga más rápida, pero eso implica invertir en una infraestructura cara, y donde sea técnicamente posible hacerlo.
El tiempo de recarga y la autonomía son dos factores muy decisivos para decantarse o no por un coche eléctrico. Los ingenieros de los fabricantes trabajan a destajo para resolverlos. De momento, la tecnología de pila de combustible de hidrógeno es más interesante para media y larga distancia, sigue permitiendo una recarga más rápida, y la autonomía es superior, el problema es el precio.
Fuente: Huawei