Mi coche expulsa humo blanco por el escape, ¿a qué se debe?
Todo vehículo a motor genera gases que son expulsados por el tubo de escape. Pero dependiendo de sus características, nos puede estar indicando que existe un problema mecánico. Esto puede estar ocurriendo si tu coche emite humo blanco.
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Publicado: 08/03/2021 17:30
El funcionamiento de cualquier motor térmico se basa en el ciclo de combustión, que inevitablemente genera una explosión con su consiguiente emisión de energía y expulsión de gases y partículas resultantes del proceso.
Esta expulsión de los gases que no son reutilizados se realiza a través del sistema de escape y, más concretamente, el tubo de escape. Para contribuir a una menor contaminación, existen mecanismos como el catalizador o el filtro antipartículas, pero el motor siempre tendrá que deshacerse de una determinada cantidad de gases resultantes de la combustión.
Humo blanco con el motor frío
Lo más habitual es que los humos del tubo de escape sean incoloros o muy poco visibles una vez que el motor ha cogido temperatura.
Pero, cuando arrancamos el coche en frío, es inevitable que veamos humo blanco que, en realidad, no es más que vapor de agua y forma parte del proceso natural de combustión del carburante.
Es muy habitual que el humo blanco se deba a que hay presencia de líquido refrigerante en la cámara de combustión
Esto se debe a que el vapor de agua presente en los humos de combustión se condensa al entrar en contacto con el aire del exterior, convirtiéndose en humo blanco. Cuanto mayor sea el frío o la humedad del ambiente, más denso y visible será este vapor condensado. Una vez que el motor y el tubo de escape cogen temperatura, este humo blanco desaparece al dejar de producirse la condensación.
Un modo sencillo de comprobar si el humo es sólo agua, consiste en colocar una hoja de papel blanco frente al tubo de escape. Si las gotas se evaporan y no dejan manchas de aceite, no tienes de qué preocuparte.
Humo blanco con el motor caliente
Otra historia es si el humo blanco persiste durante todo el uso del vehículo, incluso cuando el motor y el tubo de escape están calientes. En ese caso, existe un problema en el motor.
Una causa muy habitual en este caso es que haya presencia de líquido refrigerante en la cámara de combustión, lo que hace que este se queme conjuntamente con el combustible.
Generalmente, esto sucede a consecuencia de una fuga en la junta de la culata, en la propia culata en el bloque motor. En estos casos el problema es bastante serio que conviene atajar con la mayor celeridad posible.
Una de las razones es que, cuando el líquido refrigerante penetra en el cilindro, retira parcial o totalmente la película protectora que genera el aceite, desgastando en exceso elementos vitales como el pistón y elevando la temperatura por encima de niveles aconsejables.
No sólo eso, pues el líquido refrigerante acabará llegando al cárter -inevitablemente también lo hace una pequeña cantidad de combustible-, reduciendo la viscosidad del lubricante y, con ello, sus propiedades y cualidades protectoras.
Otra de las razones por las que nuestro vehículo puede estar expulsando humo blanco por el escape es una mezcla pobre de aire y carburante en la cámara de combustión, es decir, un exceso de aire en la misma. Esto puede venir dado por una avería en el sistema de inyección o en alguno de los elementos asociados a la centralita electrónica (ECU).
En coches antiguos con carburadores, en los que dicha mezcla se controla manualmente a través del estárter, esto era habitual, pues la riqueza de la misma dependía del propio conductor.
Pero, como seguro que sabrás, un coche puede expulsar humo de otros colores y características: negro o azulado/grisáceo. No te pierdas el siguiente artículo para conocer más sobre ello.
Fotos: Pixabay