Los hypercar llegan al WEC, pero... ¿Qué traen detrás?
Toyota y Aston Martin son los únicos dos fabricantes que se han vinculado de forma oficial al concepto hypercar del WEC. ByKolles o Scuderia Cameron Glickenhaus también han dado los primeros pasos para formar parte de nueva clase reina del Mundial. Porsche, McLaren, Ford, Alpine y Oreca son algunos de los nombres que también se han asociado con la nueva categoría.
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Publicado: 18/06/2019 12:30
Las 24 Horas de Le Mans han sido escenario de éxitos y despedidas, también de fracasos y de grandes emociones. La segunda victoria del Toyota #8 de Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima ha reclamado todo el foco mediático, pero si hay algo que también define a la 87.ª edición de la prueba es que ha servido para escribir las bases del futuro más próximo del WEC. Un certamen que se reinventa con la llegada de los nuevos hypercar, un nuevo tipo de vehículo que dará forma a la clase reina del WEC a partir de la temporada 2020-21.
Los hypercar nacen como sustitutos naturales de los LMP1, si bien su esencia es muy distinta. En la búsqueda de crear ciertas sinergias con los objetivos comerciales de las marcas, este tipo de vehículos tendrá un aspecto más cercano a los superdeportivos que los fabricantes ponen en las calles. Después de un buen número de vaivenes, el desarrollo de un hypercar tendrá dos vías posibles. La primera opción es crear un hypercar desde cero y como un prototipo que se ha desarrollado exclusivamente para la competición. La segunda posibilidad es desarrollar estos hypercar a partir de un modelo de producción.
Sea cuál sea la opción elegida, los hypercar serán vehículos con un peso de 1.100 kilogramos y una potencia final de 750 CV. Se podrá optar por utilizar un motor de combustión para llegar a esta cifra o bien complementar este con un sistema híbrido opcional de 270 CV, situado en el eje delantero -o en la posición original del modelo de calle- y que sólo se podrá usar a partir de 120 km/h para evitar sistemas de tracción total aprovechando la tecnología híbrida. Habrá libertad de diseño para el cuerpo, el interior y la aerodinámica y un 'BoP' se encargará de ajustar el rendimiento de cada opción.
Con esta base ya confirmada, Toyota y Aston Martin han sido las primeras marcas en confirmar sus proyectos hypercar. Con todo, ambos fabricantes seguirán caminos antagónicos. Toyota ha decidido crear su hypercar como un prototipo híbrido, desde cero. La base del mismo es el Toyota GR Super Sport, modelo exclusivo de competición que ya rueda en Fuji (vídeo en el artículo). Por su parte, Aston Martin ha olegido utilizar el Valkyrie como base de su hypercar. La versión de competición del superdeportivo británico montará un motor V12 atmosférico y probablemente no contará con tecnología híbrida.
Por el momento, Toyota y Aston Martin son los únicos fabricantes que han confirmado su implicación en la categoría hypercar, aunque no son los únicos protagonistas. De hecho, el equipo ByKolles también tiene en mente desarrollar su propio hypercar. Tanto es así que la estructura ha renunciado a tener un programa completo en la temporada 2019-20 del WEC para centrarse en este proyecto. Si bien se espera que el actual LMP1 de ByKolles pueda estar presente en alguna ronda del campeonato, incluso las 24 Horas de Le Mans, el objetivo número uno del equipo es competir con un hypercar en la temporada 2020-21.
Aunque el proyecto de ByKolles puede generar dudas al no haber un fabricante detrás, con lo que implica en términos de medios disponibles y músculo económico, no es la única estructura de este perfil que trabaja para tener su hypercar. Nada más conocerse el nuevo reglamento de la clase reina del WEC, Scuderia Cameron Glickenhaus ratifico su intención de crear su propio hypercar. Con un escueto tweet la formación ha dejado claro que su proyecto está en marcha y que los movimientos realizados meses atrás, con la publicación de un render digital, no eran una cuestión de marketing y sí los primeros pasos de su programa.
Ahora, la piedra está en el tejado del resto de fabricantes que han sido parte del grupo de trabajo que ha desarrollado la normativa hypecar. Ante los plazos tan cortos de ejecución, el WEC se ha cubierto las espaldas y permitirá que los LMP1 privados combinan con los primeros hypercar en la temporada 2020-21, si bien luego deberían llegar más marcas al certamen. McLaren es firme candidata con Zak Brown y Gil de Ferran al frente y el desarrollo de un hypercar se contempla en el plan a cinco años de la marca, siempre a partir de un modelo de producción, siendo el sustituto del McLaren P1 la opción más lógica.
Ford también tiene el concepto hypercar como una opción de futuro para competir al más alto nivel tras el cierre de su programa GTE, mientras que entre los grandes fabricantes alemanes sería Porsche la marca más interesada. El propio Fritz Enzinger ha asegurado que la firma de Stuttgart estudiará las posibilidades que esconde el nuevo reglamento hypercar. Además, se dibuja la posibilidad de la creación de proyectos paralelos a partir de preparadores que se asocian a equipos o fabricantes. De hecho, Oreca trabaja en convencer a un fabricante para desarrollar un hypercar no híbrido a partir de su experiencia en LMP1 y LMP2.
Fotos: Toyota Gazoo Racing