¿Qué traman Hyundai y Kia para los próximos años?
Las marcas Hyundai y Kia, que pertenecen al Grupo Hyundai, siguen escalando posiciones y no se conforman con el quinto puesto en fabricantes mundiales. La expansión continúa, dando a cada mercado los coches más demandados y acordes a los gustos locales.
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Publicado: 17/02/2017 20:00
Aunque los inicios de Hyundai fueron más bien tímidos, ahora es uno de los grandes fabricantes de automóviles del mundo. Forman parte del imperio Hyundai, que incluye entre sus líneas de negocio la siderurgia o la logística. Ambas marcas se benefician de eso a la hora de conseguir acero para sus coches y transporte para moverlos por el mundo.
Uno de los movimientos más notables de la expansión de Hyundai es la creación de un banco propio, que se usará para financiar la compras de modelos de ambas marcas en Europa. Hasta la fecha se estaban utilizando los servicios financieros del Banco Santander, acuerdo de colaboración mediante.
Próximamente se fundará el banco Hyundai Capital Bank Europe, con sede en Frankfurt, financiado en una proporción 80/20 por Hyundai Capital Services y Kia Motors. Ya cuenta con la autorización para operar del Banco Central Europeo (BCE), por lo que no tiene que pedir licencias individuales para cada país europeo.
Con esta rama financiera, Hyundai hace lo mismo que otros fabricantes, como Renault, Volkswagen o PSA, que disponen de bancos propios. El sector del automóvil tuvo que tirar de este comodín tras cerrarse el grifo del crédito a los particulares debido a la crisis económica. Ahora mismo interesa a los fabricantes prestar dinero para comprar sus coches, es otra forma de ganar más, y el cliente obtiene un interés más bajo.
Un préstamo no es más que dinero alquilado, con intereses
No solo se benefician los clientes finales, también es una forma de apoyar a la red de concesionarios, así pueden adquirir con más comodidad modelos en stock para tener inventario. De momento HCBE contará con un capital de 67,1 millones de euros. La solvencia económica de Hyundai no ofrece dudas.
Las expansiones de producto son otro frente de importancia. A corto plazo Hyundai renueva el compacto i30, tanto en cinco puertas como en versión familiar (anunciada hoy mismo); en 2018 contará con un derivado fastback. Otro lanzamiento a corto plazo es el nuevo Santa Fe. Por otro lado, Hyundai quiere atraer una clientela más "racing" con la gama N, aprovechando el tirón comercial de participar en el WRC.
Por su parte, Kia está expandiéndose muy rápido. Desde 2008 no ha retrocedido en ventas ni un solo ejercicio en Europa. Desde 2010, el volumen se ha incrementado un 64%, muy por delante que el resto del mercado europeo. Hasta 2020 cabe esperar el lanzamiento de 22 modelos, ya sean nuevos o actualizados.
A corto plazo se renuevan el Carens, Picanto y Rio. A finales de año llegará el Stinger, teniendo como objetivo a los sedanes/coupé de marcas Premium, un objetivo ambicioso sin duda. Tampoco van a faltar un B-SUV para entrar en el humeante segmento del Nissan Juke (el que más crece), así como un modelo de orientación más deportiva.
Otro frente de avance para ambas marcas son las energía alternativas. Hyundai ya ofrece un modelo de pila de combustible de hidrógeno, y Kia hará lo propio en 2021. En cuanto a híbridos y eléctricos, Hyundai tiene el IONIQ (único modelo que ofrece eléctrico, híbrido e hibrido enchufable) y Kia tiene el Soul EV, el Optima Hybrid y el Niro.
Estados Unidos, un mercado de importancia vital
Recientemente Hyundai anunció una inversión en EEUU de 3.100 millones de dólares, que se destinarán a reforzar y mejorar las fábricas en ese país. Hyundai no quiere desafiar a Donald Trump, el presidente de EEUU, después de haber amenazado a varios fabricantes con calzarles un 35% de arancel para coches fabricados en Méjico.
Hyundai se plantea levantar otra fábrica en EEUU si fuese necesario
Según los datos del año pasado, Hyundai logró 775.005 ventas como marca, Kia hizo un volumen de 647.598 unidades, de acuerdo a Autodata. La gama necesita más modelos al gusto americano, es decir, más SUV y pick-up, que representa el 60% de su mercado. Contrasta la cifra de inversión con los 2.100 millones de dólares que Hyundai ha quemado en ese país en los últimos cuatro años.
De no ser por la victoria de Trump, posiblemente habría entrado más dinero para Méjico, un país con costes laborales más competitivos y un creciente parque de proveedores. El fabricante tendrá que centrarse en modelos más caros y grandes, ya que los pequeños y económicos no son atractivos, especialmente si se fabrican en suelo estadounidense.