Icon desvela la versión definitiva de su Porsche 917K de calle

Fue a inicios de 2017 cuando esta pequeña compañía británica presentó oficialmente su Porsche 917K cuyo desarrollo les ha llevado cerca de una década, aunque la exactitud de esta recreación y su complejo esquema técnico parecen haber merecido la espera.

Este proyecto nacía cuando uno de los fundadores de la compañía descubrió a la venta una réplica de la carrocería del bastidor 917-010 del modelo, el Porsche 917K de 1969 pilotado por David Piper. Ese fue el germen de una idea que en muy poco tiempo se terminó convirtiendo en el desarrollo de este modelo, una réplica casi perfecta de uno de los ejemplares del mítico Porsche 917 empleados en la película Le Mans de Steve McQueen. Según los responsables de la compañía, esta réplica es un 95 % fiel al modelo original, aunque cuenta con un detalle fundamental que lo diferencia del modelo de competición, su capacidad para ser matriculado.

Este proyecto no trata de crear una réplica más del mítico deportivo de competición, destinada obligatoriamente a jornadas de track days, como otras réplicas similares. Sino que el objetivo de esta pequeña compañía de ingeniería era crear un verdadero Porsche 917 para la calle. Por el momento, este modelo puede ser homologado en cualquier país europeo. Para ello, estos ingenieros tuvieron que dotar a su criatura de algunos elementos básicos, necesarios para poder homologar el modelo, como es el caso de una pequeña estructura en la zona delantera del bastidor a modo de paragolpes, un sistema de iluminación completo, espejos retrovisores exteriores ajustables desde la cabina, neumáticos de calle y por supuesto, el indispensable portamatrículas.

En lugar de emplear un bastidor reciclado de otro vehículo, los chicos de Icon Engineering diseñaron un complejo bastidor tubular similar al que empleaba el verdadero Porsche 917. Este bastidor es de diseño propio, pero cuenta con numerosos elementos similares al original, como el empleo de tubos de hasta 5 secciones distintas. El esquema de suspensión también fue estudiado a conciencia, solo su diseño llevó más de 6 meses.

En cuanto a la mecánica, si bien el proyecto anunció en un primer momento que bajo el capó trasero de esta réplica tendría cabida cualquier tipo de motor de la marca alemana, incluyendo los enormes 12 cilindros planos que empleaba el Porsche 917K, esta primera versión de producción se ha tenido que conformar con un seis cilindros plano procedente de un Porsche 911 generación 964, este bloque ha sido preparado por el especialista Hartland y entrega 299 CV (295 hp) en lugar de los 250 caballos originales. La transmisión corre a cargo de una caja manual G50 de 5 velocidades de la marca alemana. Según ha anunciado la compañía, los motores de 12 cilindros planos siguen estando disponibles, pero son extraordinariamente caros, más incluso que el propio vehículo completo dotado de este motor de 6 cilindros.

La compañía ofrece el chasis y la carrocería de fibra de vidrio desde 95.000 libras, unos 104.000 euros al cambio, para todos aquellos clientes que deseen otra mecánica. En el caso de optar por el vehículo completo, incluyendo el motor de 6 cilindros y la transmisión G50 manual, el precio asciende a 200.000 libras, unos 220.000 euros.