Francia lleva el impuesto del peso de los SUV a los aparcamientos, una medida que va contra todos los coches incluidos los eléctricos
Los fabricantes de coches no están dispuestos a acabar con los SUV. Es la gallina de los huevos de oro que ninguna marca se atreve a matar, pero los diferentes países europeos parece que están dispuestos a hacerlo o, al menos, a disuadir a los compradores. El primer revés para esta carrocería ya se ha dado en Francia con un nuevo impuesto al peso, pero no en la compra...
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Publicado: 12/06/2023 19:00
Nunca antes se recuerda una moda tan extendida en el tiempo como la de los SUV, un formato que a los fabricantes les está reportando unos más que elevados beneficios y que se ha convertido claramente en una verdadera gallina de los huevos de oro. Los monovolúmenes fueron los primeros sacrificados, los compactos y utilitarios vienen sufriendo las preferencias de compra de los clientes y las berlinas tratan de mantenerse como pueden, aunque empiezan a ser mayoría con los coches eléctricos.
Aún así, ninguna marca se atreve a renunciar a tan explotado diseño, pues el que lo haga a día de hoy será un verdadero suicidio comercial. Algunos países han optado por la estrategia de disuadir de su compra a los clientes que están pensando en coches nuevos, gravando el precio con un impuesto específico, y todavía así, son muchos los que no quieren renunciar a un SUV. Sin embargo, son las ciudades las que están luchando con más fuerza contra este tipo de modelo con la contaminación por bandera. Como las francesas de París y Lyon, que se va a volver mucho más en su contra.
Los SUV, la falsa excusa del poder recaudatorio de los gobiernos franceses
La alcaldía de esta ciudad del sur de Francia se ha empeñado en hacerle la vida imposible a los propietarios de los SUV pero también al resto de usuarios que disponen de un turismo convencional. El gobierno de la ciudad gala se ha sacado una tasa de aparcamiento que considera el peso como factor determinante para su cálculo y coste, que pretende implantar en 2026, aunque dos años antes, a principios de 2024 está previsto que se imponga en la capital parisina.
La norma, que es contradictoria completamente porque no afecta a los SUV, sino a todo tipo de modelos aumenta muy generosamente la tasa de aparcamiento regulado en la calle, la famosa zona azul, hoy con un coste para todo tipo de vehículos por la que se abona un precio de 20 euros. El nuevo impuesto se saca de la manga tres tasas, una «Solidaria» de 15 euros mensuales para los vehículos de combustión con un peso inferior a 1.000 kilos y eléctricos de menos de 2,2 toneladas, dirigida a familias numerosas y con bajos recursos.
Las engañosas tasas de aparcamiento galas, contra todos los coches
Una denominada «Estándar», cuyo precio se incrementa hasta los 30 Euros, y para coches de combustión de 1.000 a 1.725 kilogramos y PHEV de 1.000 a 1.900 kilogramos, y una «Plus», de 45 euros mensuales, para térmicos de 1.725 kilos en adelante, PHEV que pesen más de 1.900 kilos y eléctricos de más de 2.200 kilos. Teniendo en cuenta las condiciones de cada tarifa, ni siquiera el Dacia Spring, uno de los modelos más pequeños del mercado se libraría de pagar.
Por poner otro ejemplo, el Hyundai i10 pesa 1.007 kilogramos en vacío, por lo que no se libraría como tampoco el smart fortwo eléctrico. Tendríamos que remontarnos unos años atrás al modelo de combustión para no superar la tonelada de peso, a pesar de que la roce. Frédéric Badina-Serpette, uno de los promotores de la medida ecologista en París, es partidario de implantar el principio de «el que contamina, pague», pero si los eléctricos no lo hacen, demuestra que el verdadero objeto de la medida es puramente recaudatorio.